¡°Mis hijas est¨¢n desesperadas, no encuentran trabajo¡±
Arranca en Prat de Comte el proceso de selecci¨®n de familias para engordar el censo
El proceso de selecci¨®n de familias ha empezado esta ma?ana en Prat de Comte con la misma banda sonora zumbando dentro del Ayuntamiento: el tel¨¦fono se resiste a dejar de sonar. "Hay gente que dice estar interesada pero ni tan siquiera se ha informado ni ha mirado en la web", dice una administrativa. All¨ª, en la web municipal, lo pone bien claro. El per¨ªodo de admisi¨®n de candidaturas se cerraba el lunes a las tres de la tarde y, del mismo modo, se detallaba que para optar a alguna de las propuestas de trabajo que ofrece el Consistorio es necesario tener ni?os en edad escolar y la voluntad de residir en el pueblo.
El grado de desinformaci¨®n que muestran algunos de los supuestos interesados es, en cierto modo, un consuelo para el personal municipal. "Yo creo que habr¨¢ bastantes solicitudes que ya de entrada no se adaptan a lo que pedimos" manifiesta Joan Josep Malr¨¤s, el alcalde, y no niega que la falta de sincron¨ªa de parte de los expedientes ser¨¢ de gran ayuda para ventilar con presteza los 700 curr¨ªculos que han entrado en el buz¨®n de correo.
A raz¨®n de unos 20 minutos por visita, Malr¨¤s ha iniciado esta ma?ana las entrevistas con los candidatos e incluso les ha hecho de gu¨ªa hasta el albergue municipal, la gesti¨®n del cual es la opci¨®n de trabajo m¨¢s golosa que ofrece Prat de Comte para reclutar familias. El alcalde avisa de que "no podr¨¦ reunirme personalmente con todos. Vamos a hacer grupos" y, a la espera de lo que se decida ma?ana en una cita que tiene en la Diputaci¨®n de Tarragona para tratar el asunto, manifiesta que "seguramente encargaremos el primer proceso de selecci¨®n a alguna empresa especializada".
"La hosteler¨ªa es lo nuestro" dicen Carla y Oriol, una joven pareja de 30 y 38 a?os respectivamente, que ha acudido a la Terra Alta expresamente desde Barcelona para interesarse por la adjudicaci¨®n del albergue municipal. Aunque "la gesti¨®n comercial del aguardiente tambi¨¦n nos podr¨ªa interesar" dice Oriol. Sabe que el Ayuntamiento tiene distintas propuestas de trabajo para agasajar a los posibles nuevos vecinos.
Ellos son los primeros candidatos que recibe el alcalde y dejan claro que la peque?ez de Prat de Comte no les asusta. "Hemos estado viviendo bastante tiempo en ?tila, una isla muy peque?a de Honduras". De hecho, hace solo dos meses que regresaron a Barcelona y contemplan la opci¨®n de la Terra Alta como una ocasi¨®n excelente para alejarse de nuevo de la gran ciudad. Se han acercado a Prat de Comte sin Nico, su hijo de a?o y medio, pero no dudan que el chiquillo se adaptar¨ªa bien al entorno rural. A pesar de haber sido los primeros, Oriol es poco optimista: "el ni?o no est¨¢ en edad de ir a la escuela y si es tan urgente la necesidad de alumnos para que no la cierren, mal lo tenemos".
Se marchan del despacho del alcalde con el compromiso de redactar un plan de viabilidad para el albergue. Casi se cruzan con ellos Yolanda y Miriam, dos hermanas que han acudido al pueblo desde Masquefa, en la comarca del Anoia, a 170 kil¨®metros de distancia. Las hermanas han llegado a Prat de Comte con toda la familia a cuestas. Sus respectivas parejas y los ni?os (una de 7 a?os, uno de 2 a?os y otro que viene en camino, nacer¨¢ a finales de mes) entran tambi¨¦n a la reuni¨®n con Malr¨¤s.
Fuera, en un banco de la plaza, esperan Pere y Juana, los padres de las hermanas. Toda la familia est¨¢ en paro. "Mis hijas est¨¢n desesperadas, no encuentran nada de trabajo", dice la madre. "Por trabajadoras no van a quedar, pero si piden una inversi¨®n de 15.000 euros ya te digo yo que a ellas no las cogen, seguro", pronostica el padre.
Las reuniones siguen. A todo esto, el traj¨ªn ya ha dado al menos el primer fruto en lo que a faena se refiere. El Consistorio ha necesitado incorporar a una persona a la plantilla para tramitar y clasificar los datos de los solicitantes. Se llama Naima y lleg¨® a Prat de Comte hace medio a?o desde Terrassa. No tiene quejas pero advierte que "para venirte a vivir aqu¨ª tienes que estar muy decidido".
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