Legislatura en blanco para el proceso de paz
La autora pide al Gobierno espa?ol que sea coherente con el discurso que mantiene sobre el proceso colombiano y se apreste a poner punto final al proceso vasco
Hace ya casi cuatro a?os que ETA anunci¨® el cese definitivo de su actividad armada y hace un a?o que comunic¨® el inicio del proceso de desmantelamiento de su estructura armada, desmantelamiento que urge se haga realidad como se le reclama desde el ¨¢mbito pol¨ªtico y social vasco. Pese a que esta entrega no se haya materializado, la sociedad vasca da por finalizada la etapa del terror. De hecho, es un porcentaje ¨ªnfimo el de quienes preguntados por los tres problemas m¨¢s importantes que le afectan en su vida cotidiana se?alan como uno de ellos el relacionado con el terrorismo de ETA (Soci¨®metro de marzo de 2014).
En este contexto, el 25 de marzo y bajo la denominada operaci¨®n Pastor se llevaba a cabo la detenci¨®n de cuatro personas acusadas de formar parte del llamado frente de c¨¢rceles y seguir presuntamente las ordenes de ETA. Esta operaci¨®n policial que se traslad¨® a la opini¨®n p¨²blica como si de un golpe a una ETA viva se tratase, dejo a las pocas horas a los detenidos en libertad bajo fianza.
Algunos medios de comunicaci¨®n llegaron a decir que en la operaci¨®n hab¨ªa sido incautado un manual de ¡°c¨®mo fabricar un terrorista¡±, hecho que fue desmentido a los pocos d¨ªas por fuentes autorizados que acreditaron que el famoso manual terrorista era un documental rodado por un grupo de estudiantes de la Universidad de Praga, distinguida adem¨¢s en su pa¨ªs con un prestigioso premio.
Esta suerte de manipulaci¨®n nos llenar¨ªa de estupor si no fuera por que estamos anestesiados con relaci¨®n al proceso de fin de la violencia de ETA, un proceso que parece desarrollarse en un clima contrario a la actividad y resoluci¨®n que pudiera esperarse de ¨¦l.
El proceso se encuentra atrapado entre dos inmovilismos f¨¦rreos: la posici¨®n inalterable de ETA y la del Gobierno del PP, que se retroalimentan permanentemente resisti¨¦ndose a poner el punto final. Y mientras la sociedad vasca observa el proceso con tanta displicencia como alejamiento, el resto de las fuerzas pol¨ªticas hacen de ello manifiesta expresi¨®n de su confrontaci¨®n. El divide y vencer¨¢s logra uno de sus mayores r¨¦ditos en el caso vasco.
Llama la atenci¨®n que sean m¨¢s destacables los reproches entre los partidos pol¨ªticos del arco parlamentario vasco, especialmente entre el PNV y EH Bildu, que las interpelaciones a quienes hacen gala de su inalterable posici¨®n desde los dos extremos del cuadril¨¢tero. Entre esos dos polos cabe destacar por su enorme responsabilidad el lugar que le corresponde al Gobierno, que en todos los procesos de paz de la historia ha tenido un protagonismo singular.
Hace tan solo un mes Madrid fue el escenario del llamado Foro por la Paz que, auspiciado por el diario EL PA?S, reuni¨® a expertos y pol¨ªticos para debatir entre otras cuestiones el modelo de justicia transicional que se debe aplicar en el proceso de paz en Colombia. Bajo la presencia del propio presidente colombiano, Santos, y del Gobierno espa?ol al m¨¢s alto nivel, se dec¨ªan cosas como: ¡°Hay que romper el paradigma de que justicia es igual a c¨¢rcel¡± o ¡°todo el mundo quiere la paz, por la que hay un precio que pagar¡±. Pedimos al Gobierno espa?ol que sea coherente con el discurso que mantiene sobre el proceso colombiano y se apreste desde su m¨¢xima responsabilidad a poner punto final al proceso vasco.
No debi¨¦ramos perder en Euskadi la perspectiva en relaci¨®n a saber qui¨¦n es el que debe moverse m¨¢s y en qu¨¦ direcci¨®n. La sociedad vasca lo sabe bien. Un 44% considera entre los obst¨¢culos principales del proceso de paz el que el Gobierno espa?ol no de pasos para mejorar la situaci¨®n de los presos y presas, y un 41% que los partidos pol¨ªticos no sean capaces de llegar a un acuerdo suficiente sobre este tema. En este contexto urge que los partidos pol¨ªticos vascos abandonen de una vez los recelos mutuos, el electoralismo y se apresten a valorar todas las aportaciones realizadas, incluida la v¨ªa vasca por la paz, presentada hace tan solo unos d¨ªas por EH Bildu.
Joaqu¨ªn Villalobos, ex guerrillero salvadore?o y actual consultor para la resoluci¨®n de conflictos internacionales, dec¨ªa recientemente respecto al proceso en Colombia: ¡°El peligro ahora no es el regreso a la guerra, sino el empantanamiento del proceso y la perdida del sentido pol¨ªtico del tiempo¡± y a?ad¨ªa: ¡°No existe conflicto que no haya tenido que aceptar una dosis de impunidad para lograr un acuerdo¡±.
?Nos atreveremos a afrontar de verdad el final del proceso de paz en Euskadi?
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