El valle entre el laboratorio y la f¨¢brica
Catalu?a tiene el 3% de la producci¨®n cient¨ªfica de la UE, pero solo el 1% de las patentes La Generalitat despliega programas de financiaci¨®n de 'start ups' y actuaciones para llevar estudiantes de doctorado a la industria
La investigaci¨®n ha dado un salto de gigante en los ¨²ltimos 15 a?os. La producci¨®n cient¨ªfica en Catalu?a es casi el 30% de la que se realiza en Espa?a y el 3% de la europea, en ambos casos casi el doble de lo que le corresponder¨ªa por poblaci¨®n. Sin embargo, esos resultados siguen sin trasladarse a la empresa. Prueba de ello es que las patentes solicitadas apenas son el 1% del total del continente, por debajo de lo que le tocar¨ªa, y que la inversi¨®n en I+D+i de las empresas no ha hecho sino descender durante la crisis hasta el 0,86% del PIB. Tras haber puesto el foco en la investigaci¨®n, la Generalitat trabaja ahora en favorecer la transferencia de conocimiento del laboratorio a la empresa.
El trasvase de la investigaci¨®n a la empresa es un cuello de botella complejo. ¡°Ese puente entre la ciencia y la industria es lo que se conoce como el valle de la muerte¡±, recuerda el consultor Miquel Puig. La cuesti¨®n es clave. La industria catalana ha ganado competitividad en los ¨²ltimos a?os sobre todo a trav¨¦s de los salarios, pero una vez agotada esa v¨ªa debe buscarla mediante la mejora de los procesos productivos. Y eso supone invertir en I+D+i. Josep Maria Martorell, director de Investigaci¨®n de la Generalitat, est¨¢ de acuerdo con el diagn¨®stico. ¡°Tambi¨¦n es cuesti¨®n de tiempo. En los ¨²ltimos 15 a?os se ha dado un gran salto en el terreno cient¨ªfico, pero para que esos resultados lleguen al sector productivo se requieren a?os¡±, afirma.
Uno de los puentes entre ambas orillas lo constituyen los centros tecnol¨®gicos. La Generalitat ha impulsado la fusi¨®n de los seis centros catalanes de la red Tecnio, que deber¨¢ culminar en 2016 bajo el paraguas de Eurecat. En una primera fase, ya se han embarcado en el proyecto Ascamm, Barcelona Digital, Cetemmsa y Barcelona Media. Posteriormente se a?adir¨¢n el CTM y Leitat. ¡°Algunos centros tecnol¨®gicos, los de origen industrial, han tenido una filosof¨ªa m¨¢s cercana a las empresas del territorio¡±, asegur¨® Xavier L¨®pez, director ejecutivo de Eurecat, en la Jornada sobre Econom¨ªa Industrial organizada por la Fundaci¨®n por la Industria, que constat¨® que gran parte de la investigaci¨®n no est¨¢ conectada con el tejido empresarial.
El decano de Econom¨ªa y Comunicaci¨®n de la Universidad de Vic, Xavier Ferr¨¤s, est¨¢ de acuerdo con que ¡°el subsistema de la investigaci¨®n funciona¡±, pero sigue sin estar imbricado con la empresa. ¡°El mercado no tiene suficiente fuerza para que el conocimiento llegue a la industria¡±, considera Ferr¨¤s, quien pone sobre la mesa la cuesti¨®n del dinero: pasar del 1,5% al 3% del PIB en I+D+i requerir¨ªa de 3.000 millones de euros. Xavier Puig opina que incidir en los centros tecnol¨®gicos para avanzar hacia un modelo m¨¢s potente ¡°no es un problema de dinero¡±, puesto que se necesitar¨ªa una inyecci¨®n de 38 millones. ¡°No est¨¢ fuera de nuestro alcance ni es imposible¡±, afirma.
La comunidad cient¨ªfica y empresarial se?ala la necesidad de crear un ecosistema, en el que tambi¨¦n deber¨ªa haber financiaci¨®n privada para proyectos de innovaci¨®n. Martorell recuerda que esos ecosistemas se desarrollan en pa¨ªses ¡°abiertos, competitivos y con pol¨ªtica presupuestaria¡±. ¡°Espa?a no tiene una pol¨ªtica agresiva o sensible con la innovaci¨®n y Catalu?a no tiene las competencias para hacerlo¡±, asegura.
Adem¨¢s de promover la integraci¨®n de los centros tecnol¨®gicos para que compitan por proyectos europeos, la Generalitat ha adoptado nuevas medidas para acercar la investigaci¨®n a la empresa. ¡°Hay un baj¨ªsimo porcentaje de integraci¨®n laboral de los doctores¡±, sostiene Martorell. Por ello, el Ejecutivo catal¨¢n ha creado un programa de doctorados industriales, que consiste en que los universitarios puedan realizar su tesis doctoral en una empresa.
Anna Cusc¨® est¨¢ elaborando su tesis en la empresa Vetgenomics, S L. El proyecto, explica, se basa en analizar el microbioma de la piel de los perros antes y despu¨¦s de un tratamiento para un posible desarrollo posterior. ¡°Es un programa interesante porque te permite una doble formaci¨®n y entrar en contacto con el mundo empresarial¡±, dice. Estos estudiantes son contratados por la empresa pero cofinanciados por la Generalitat. Hasta ahora hay 150 proyectos en marcha y se ha abierto una convocatoria para 75 m¨¢s. Estos programas requieren, adem¨¢s, de un curso de formaci¨®n empresarial. All¨ª, explica Cusc¨®, hay estudiantes de todas las ¨¢reas, desde psic¨®logos hasta abogados. ¡°Es una buena oportunidad para captar talento y estrechar v¨ªnculos entre la universidad y los grupos de investigaci¨®n. Para la universidad, es una forma de exportar el conocimiento a la empresa. Y para el estudiante, una salida laboral, porque si el proyecto tiene ¨¦xito lo m¨¢s probable es que se le fiche¡±, asegura Armand S¨¢nchez, director general de Vetgenomics.
La segunda pata que est¨¢ intentando cubrir la Generalitat es la de la financiaci¨®n. El lanzamiento de una start up, si tiene ¨¦xito, requiere de tres fases. Y las tres necesitan capital. En la primera, el Ejecutivo subvenciona por 25.000 euros; en la segunda, por entre 100.000 y 150.000, y en la tercera, cuando se produce el salto al mercado, se presta dinero a partes iguales con un inversor privado. Martorell considera que el capital interesado en estos proyectos empieza a moverse, al margen de las redes tradicionales de las escuelas de negocios o del capital riesgo. ¡°Hay un tejido de inversores que proviene de fondos que est¨¢ dispuesto a financiar este tipo de proyectos¡±, sostiene.
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