La historia pesa en la papeleta
La suerte electoral en las poblacioness m¨¢s importantes de los territorios vascos est¨¢ muy influida por sus propios procesos anteriores
La historia ha marcado los diferentes gobiernos del Pa¨ªs Vasco desde la instauraci¨®n de la democracia. La diversidad entre el resultado de las urnas de Bizkaia y Gipuzkoa as¨ª lo refleja. Mirando a las tres capitales de provincia del Pa¨ªs Vasco, el poder del PNV en Bilbao o el basti¨®n de la izquierda que es San Sebasti¨¢n, con los fuertes matices que separan a Bildu y PSE-EE tambi¨¦n son palpables. Tambi¨¦n es obvio el predominio de gobiernos de centro-derecha en Vitoria.
El hecho de sumergirse en los resultados de las segundas ciudades de cada provincia resulta llamativo para ver, en muchos casos, las grandes diferencias o las l¨®gicas coincidencias con los partidos que gobiernan en las capitales. Unas diferencias que sobre todo est¨¢n marcadas por la historia y la cultura. El peso de la industrializaci¨®n y la inmigraci¨®n que supuso este mismo hecho es uno de los aspectos m¨¢s relevantes que todav¨ªa contin¨²an influyendo en el desarrollo de los procesos electorales.
Bilbao, la capital m¨¢s poblada de los tres territorios hist¨®ricos, representa, desde los primeros pasos de la etapa democr¨¢tica, el arraigo de las costumbres, el foralismo y el peso de la derecha tradicional vasca. El PNV tiene en la capital vizca¨ªna su feudo, donde el PP a¨²n tiene fuerza. Situaci¨®n similar, como bien reflejan las urnas, a la que hay en Getxo, quiz¨¢s la extensi¨®n del modo de vida pol¨ªtico y social que existe en Bilbao. La tercera ciudad de Bizkaia y la quinta m¨¢s poblada del Pa¨ªs Vasco siempre se ha asociado a gente de alto nivel social y econ¨®mico, similar al de parte de la poblaci¨®n de Bilbao, donde las costumbres, la tradici¨®n y los rasgos conservadores influyen en ese poder de la derecha, encabezada por el PNV y por el PP. Aunque entre Bilbao y Getxo se encuentra Barakaldo.
Barakaldo, la ciudad m¨¢s poblada del Pa¨ªs Vasco tras las tres capitales con m¨¢s de 100.000 habitantes y la que hace frente a la ideolog¨ªa predominante en Bilbao, se convirti¨® hace d¨¦cadas en la abanderada del gran Bilbao industrial y de mayor¨ªa obrera. La poblaci¨®n con m¨¢s peso de la margen izquierda de la r¨ªa se vio marcada por los a?os de la industrializaci¨®n y la inmigraci¨®n. Colindante con otros barrios en los que se asentaron muchos inmigrantes que ven¨ªan en busca de trabajo, Barakaldo, epicentro de la industria sider¨²rgica vasca, se convirti¨® en feudo del PSE-EE. Ahora, la llegada de Bildu en las elecciones municipales de 2011 le puede suponer al PSE-EE una amenaza de cara al futuro para mantener su mayor basti¨®n en Bizkaia.
La industrializaci¨®n ha marcado el signo de izquierdas en municipios de los tres territorios
El basti¨®n que s¨ª perdi¨® frente a Bildu fue San Sebasti¨¢n. Tras la hegemon¨ªa de Od¨®n Elorza y el PSE-EE en la capital guipuzcoana, la izquierda abertzale se hizo en 2011 con la capital de la provincia vasca donde ha mandado mayoritariamente la izquierda. A excepci¨®n de Ir¨²n, donde las influencias fronterizas de Francia y una econom¨ªa menos dirigida a la industria que en el resto de ciudades importantes han generado mayores igualdades entre los distintos partidos pol¨ªticos, el PSE siempre ha sido dominante en un territorio obrero o m¨¢s influenciado por la industria. Eibar, tan conocida en la actualidad por el f¨²tbol como lo ha sido en el ¨²ltimo siglo por su industria armera, es el claro ejemplo. Tras un mandato en los principios de la democracia del PNV, el PSE-EE se sent¨® en el poder para no levantarse ni ante la amenaza que ya supuso Bildu, segunda fuerza, en 2011.
Donde s¨ª se levant¨® y cedi¨® el mando el PSE-EE a la izquierda abertzale fue en Renter¨ªa, la segunda ciudad m¨¢s poblada de Gipuzkoa. Bildu gobierna en el municipio colindante con San Sebasti¨¢n, donde los socialistas vascos s¨®lo se hicieron con el ayuntamiento en el 2007, a¨²n sin la izquierda abertzale en las urnas.
En Vitoria, capital, la asimetr¨ªa pol¨ªtica entre la capital y la segunda gran ciudad por poblaci¨®n tambi¨¦n es apreciable, como en el caso de Bizkaia. La capital de ?lava, cuna del ¨²nico lehendakari que no ha pertenecido al PNV, supone el refugio en tierra hostil para el Partido Popular.
Patxi L¨®pez fue lehendakari en suelo alav¨¦s, pero fue la excepci¨®n en una ciudad en la que PP y PNV han liderado siempre. Pero ese fen¨®meno que dio tintes importantes a la vida pol¨ªtica vasca llamado industrializaci¨®n tambi¨¦n se propag¨® hasta tierras alavesas. Llodio, segunda ciudad de la provincia en poblaci¨®n y cercana a Bizkaia, se convirti¨® en el n¨²cleo alav¨¦s de la ¨¦poca industrial. Su poblaci¨®n, como ocurri¨® en muchos otros lugares de la geograf¨ªa vasca, se multiplic¨® por diez desde 1940 hasta 1980 a causa de la inmigraci¨®n y todo aquello dej¨® huella. La izquierda abertzale se ha disputado con el PNV el poder del municipio y ambos partidos dieron all¨ª dos l¨ªderes pol¨ªticos independentistas, de diferentes sensibilidades, como fueron Juan Jos¨¦ Ibarretxe y el encarcelado por el caso Egin, Pablo Gorostiaga, que gobern¨® Llodio bajo los nombres de Gure Aukera, Herri Batasuna y Euskal Herritarrok y que ya regresado a su pueblo tras la condena cumplida.
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