Mas minimiza el portazo de Uni¨® a la independencia para evitar la ruptura

El intento de la c¨²pula de Uni¨® Democr¨¤tica de orillar el debate sobre la independencia en la consulta a la militancia que celebrar¨¢ el 14 de junio ha vuelto a tensar las relaciones con sus socios de Converg¨¨ncia. Los sectores independentistas apuestan por una ruptura inmediata de la federaci¨®n por falta de compromiso de Uni¨® con el ¡°proceso soberanista¡± mientras que algunos dirigentes democristianos defienden lo mismo pero por razones diametralmente distintas. El l¨ªder de CiU, Artur Mas, opt¨® ayer por no hacerles caso y, minimizando el contenido de la consulta de Uni¨®, asegur¨® que ¡°no contradice¡± la hoja de ruta soberanista.

La idea que quiere transmitir el presidente catal¨¢n es que, hoy por hoy, no hay motivos que justifiquen la ruptura de CiU, un matrimonio pol¨ªtico que ha funcionado razonablemente bien durante m¨¢s de 30 a?os. Tampoco es que Artur Mas cierre la puerta definitivamente a ello, pues son muchos los dirigentes de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica que ven a Uni¨®, y especialmente a su l¨ªder, Josep Antoni Duran Lleida como un lastre electoral.

El propio Mas intent¨® ayer rebajar las tensiones con Uni¨® para evitar un divorcio que los sectores m¨¢s independentistas insisten en decir que es inaplazable. En la sesi¨®n de control del Parlamento catal¨¢n, Mas se?al¨® a preguntas del l¨ªder del PSC, Miquel Iceta, que todo lo que figura en la consulta de Uni¨® ¡°m¨¢s o menos¡± ya est¨¢ en la declaraci¨®n de soberan¨ªa que aprob¨® la C¨¢mara catalana a principios de 2013. ¡°No contradice ninguna hoja de ruta¡± soberanista que, recalc¨®, a¨²n est¨¢ ¡°abierta¡± a que se sumen otras formaciones. De momento este llamamiento no ha tenido ¨¦xito. Ni la CUP, ni Iniciativa, ni Esquerra Unida han firmado el documento. El colof¨®n lo puso ayer Ada Colau, l¨ªder de Barcelona en Com¨², quien anunci¨® que tampoco la firmar¨¢ por m¨¢s que se lo pida ERC para apoyarla en el Ayuntamiento de Barcelona.

La pregunta que Uni¨® someter¨¢ a votaci¨®n de la militancia de reh¨²ye un posicionamiento claro sobre la independencia y recalca hasta seis condicionantes para apoyar el proceso soberanista. Si Josep Antoni Duran Lleida consigue el aval de la militancia tendr¨¢ m¨¢s poder para intentar rebajar el acuerdo suscrito en marzo por Converg¨¨ncia y Esquerra y que ambos partidos han admitido que est¨¢ abierto a reformas si esto sirve para sumar a m¨¢s actores.

Aunque los independentistas presionan para que CiU se parta en dos Mas nunca ha abonado esta tesis, especialmente ahora, en que las encuestas le auguran una ajustada victoria frente a Esquerra Republicana. Pese a que Uni¨® es un partido peque?o nadie en CiU se atreve a vaticinar qu¨¦ supondr¨ªa la ruptura desde el punto de vista de p¨¦rdida de esca?os.

La direcci¨®n de CDC se ha propuesto no interferir en la particular campa?a electoral que Uni¨® ya ha comenzado para decidir su posicionamiento. El posicionamiento oficial es mantener la neutralidad. En privado, buena parte de los dirigentes de CDC insisten en separar a Duran de lo que es Uni¨® Democr¨¤tica. Consideran que el l¨ªder democristiano est¨¢ en minor¨ªa dentro de su propio partido con unos cuadros cada vez m¨¢s escorados hacia posiciones independentistas.

Estos dirigentes de CDC basan estas afirmaciones en el hecho de que dirigentes de Uni¨® como Joana Ortega, Joan Rigol o N¨²ria de Gispert apuesten directamente por la independencia. En el caso de Rigol, ayer adelant¨® que votar¨¢ ¡°no¡± a la pregunta formulada por Unio, la misma posici¨®n que mantendr¨¢ Antoni Castell¨¤, cabeza visible del sector independentista. Representantes de este sector se reunir¨¢n hoy para decidir si hacen una llamada general a votar en sentido negativo a la pregunta.

El entorno de Duran se encuentra dividido. Unos apuestan por la ruptura con el argumento de que Converg¨¨ncia est¨¢ siendo absorbida por los postulados de ERC y que eso lleva al nacionalismo conservador al borde del precipicio. Otros colaboradores de Duran mantienen que el divorcio no es una buena opci¨®n. ¡°No tenemos ninguna intenci¨®n de romper, la pregunta est¨¢ planteada en positivo para aportar al proceso soberanista la sensibilidad de la gente de Uni¨® Democr¨¤tica¡±, dec¨ªa ayer uno de ellos. El secretario general del partido, Ramon Espadaler, afirm¨® ayer que si se impone el ¡°no¡± a la pregunta la formaci¨®n convocar¨¢ un congreso extraordinario.

Se hace muy complicado casar el contenido de la hoja de ruta de ERC y CDC con lo que plantea Uni¨®. Dos puntos ejemplifican esta dificultad. Donde la primera habla de llevar adelante la proclamaci¨®n del nuevo estado ¡°sin supeditarlo en ning¨²n caso a la vigencia jur¨ªdica¡±, Uni¨® habla de ¡°garantizar en todo momento la seguridad jur¨ªdica¡±. ERC y CDC apuesta por poner en marcha el proceso independentista con o sin el apoyo del Estado y limitan el di¨¢logo con el Estado a la presentaci¨®n de una ¡°alternativa¡± por parte de ¨¦ste en forma de refer¨¦ndum vinculante. Uni¨® propone que el di¨¢logo tenga ¡°voluntad de persistencia¡± y ¡°sin renuncias previas¡±.

Los socialistas catalanes hurgaron ayer en estas contradicciones. Miquel Iceta ironiz¨® en el Parlamento y felicit¨® a Uni¨® por ejercer su ¡°derecho a decidir¡± en forma de una consulta interna. En concreto, Iceta le pregunt¨® a Mas por los tres elementos que incluye la propuesta de Uni¨® como condiciones para seguir en el proceso soberanista y que coinciden con los planteamientos del PSC: el di¨¢logo con el Estado; la seguridad jur¨ªdica y la legalidad; y descartar escenarios que sit¨²en a Catalu?a fuera de la UE. Los socialistas catalanes viven los graves problemas internos que atraviesa CiU como una suerte de victoria moral despu¨¦s de que las primeras fases del proceso soberanista contribuyeran decisivamente a dividir el partido y acabaran incluso con el liderazgo de Pere Navarro.

Los problemas pueden acrecentarse en CiU el d¨ªa despu¨¦s de la consulta. Mas tendr¨¢ que decidir entonces si acepta flexibilizar la hoja de ruta pactada con ERC. Para ello har¨¢ falta que convenza tambi¨¦n a los republicanos y a las entidades independentistas que firmaron el documento, como ?mnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana. En este ¨²ltimo caso, la marcha de Carme Forcadell y su sustituci¨®n por Jordi S¨¤nchez, podr¨ªa facilitar las cosas.