Rupturas por la independencia
En Catalu?a entramos en una nueva fase: cambio en el sistema de partidos y fractura interna de los antiguos
El ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tan despreciado por la Catalu?a oficial, pronunci¨® hace m¨¢s de un a?o una frase que, m¨¢s o menos, dec¨ªa as¨ª: ¡°Si contin¨²a el proceso hacia la independencia, antes se romper¨¢ Catalu?a que Espa?a¡±. Si Aznar se refer¨ªa a una ruptura del sistema de partidos catal¨¢n y a la fragmentaci¨®n interna de estos mismos partidos, ten¨ªa toda la raz¨®n, su frase ha resultado prof¨¦tica.
El sistema pujolista de partidos estaba configurado en torno a dos hegem¨®nicos: CiU en el ¨¢mbito de la Generalitat y el PSC en las Cortes Generales y en los grandes municipios. A su alrededor pululaban otros mucho m¨¢s peque?os: por un lado el PP y ERC, en los que alternativamente se apoyaba CIU; y por otro ICV, fiel soporte del PSC. En 2006 irrumpi¨® C's y en 2012 la CUP, augurios de que algo empezaba a cambiar.
ERC ha sido fundamental en el origen de todos estos cambios: a partir de las elecciones de 1999 empez¨® su labor de zapa en CiU y en el PSC. Radicaliz¨® a los primeros al llevarles hacia posiciones m¨¢s extremas en la redacci¨®n del nuevo estatuto. Todo ello con la complacencia de unos ingenuos socialistas maragallianos, bendecidos por el sonriente Zapatero, cuyo ¨²nico objetivo era alcanzar la presidencia de la Generalitat, sin darse cuenta que dinamitaban su propio partido al apoyar un estatuto claramente inconstitucional, una bomba de efecto retardado hasta la inevitable sentencia del TC que obviamente ser¨ªa utilizada como una agresi¨®n a Catalu?a.
Desde el a?o 2000 hasta el 2014, de una u otra manera, ERC ha llevado la batuta de la pol¨ªtica catalana con maestr¨ªa: de la petici¨®n de m¨¢s autonom¨ªa se ha pasado a la de independencia, con las breves etapas del concierto econ¨®mico y del derecho a decidir. Quiz¨¢s Artur Mas pudo en alg¨²n momento frenar esta deriva, no estoy seguro porque la direcci¨®n de su partido le empujaba. En todo caso, en lugar de dimitir, que hubiera sido lo m¨¢s digno si no estaba de acuerdo, decidi¨® ponerse al frente de todo el fregado y a¨²n est¨¢ ah¨ª: con un Jordi Pujol ya en los m¨¢rgenes de la historia, quiere llegar a ser el h¨¦roe de la independencia, aunque sea fallida.
En las elecciones europeas de 2014 aflora un nuevo partido en Espa?a que aglutina a los indignados que llenaron las plazas espa?oles en la primavera de 2011
Pero en las elecciones europeas de 2014 aflora un nuevo partido en Espa?a que aglutina a los indignados que llenaron las plazas espa?oles en la primavera de 2011. Partido con poca implantaci¨®n en Catalu?a pero que en las ¨²ltimas elecciones municipales empieza a encontrar su lugar y, aunque de forma confusa, prima lo social sobre lo nacional. El s¨¢bado pasado, en la toma de posesi¨®n de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, el lema se coreaba en castellano: ¡°?S¨ª, se puede!¡±. Catal¨¢n como lengua del poder, castellano como lengua de uso social: el fracaso, a¨²n no reconocido, de una pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica monoling¨¹e dirigida por fundamentalistas que aborrecen el biling¨¹ismo, es decir, que no asumen la realidad.
Entramos, pues, en una nueva fase: cambio en el sistema de partidos, fractura interna de los antiguos. Primero, hasta 2014, el nacionalismo de ERC reduce el espacio del catalanismo moderado y desliza el eje nacionalista hacia el independentismo de izquierdas. Despu¨¦s, en la actualidad, el independentismo de izquierdas empieza a dar un giro hacia lo social y posterga lo nacional. Es el momento en que estamos. Ya veremos.
A su vez, todos los partidos se han ido dividiendo. El ¨²ltimo, obviamente, es CiU: por un lado Converg¨¨ncia y por otro Uni¨®. Pero a su vez, Uni¨® est¨¢ claramente dividida como se demostr¨® el domingo y, probablemente, Converg¨¨ncia tambi¨¦n, al menos su electorado que, por un lado, se ha estado pasando a ERC y, por otro, a C's.
El PSC, con fugas por todos lados (especialmente a ERC, Podemos y C's), s¨®lo conserva algo de su antigua fuerza en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. ERC pierde votos que van hacia Podemos y la CUP. El PP sufre una sangr¨ªa hacia C's, al que le llegan tambi¨¦n apoyos de otros lados (PSC y CiU). IC va hacia la desaparici¨®n al quedar subsumida en el magma nacional-populista que vertebra Podemos. Total: un aut¨¦ntico tsunami.
Como es sabido, los experimentos con gaseosa, no con champ¨¢n. Todo empez¨® al destapar el mel¨®n del nuevo Estatuto. No se dieron cuenta que era champ¨¢n, no gaseosa.
Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional
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