Las mismas chabolas, ahora rodeadas de basura
Una docena de barracas habitadas siguen en pie en el tur¨® de Montcada entre los restos de los huertos derribados por Collserola


La lucha contra las ocupaciones ilegales que el Consorcio del Parque de Collserola est¨¢ haciendo se alarga en el caso del Tur¨® de Montcada, en Montcada i Reixac. A finales del a?o pasado, cuando los t¨¦cnicos llegaron para derribar los huertos y barracas de herramientas que desde hac¨ªa d¨¦cadas cubr¨ªan esta ladera toparon con una docena de chabolas habitadas. Dieron parte al Ayuntamiento, porque cuando encuentran construcciones habitadas no las pueden derribar.
Han pasado ocho meses: los huertos ya no est¨¢n, pero en medio de toneladas de escombros y basura siguen en pie 11 chabolas, donde viven, por lo menos, una docena de personas: son de origen hondure?o, brasile?o, magreb¨ª... y tambi¨¦n hay un espa?ol. Tras la marcha de los abuelos de los huertos, los caminos han dejado de utilizarse y llegar hasta ellas es todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil. Por la pista que sube de Montcada tampoco es f¨¢cil, alguien ha puesto piedras en el camino. Literalmente. El recorrido habitual para sus habitantes es cruzar desde Torre Bar¨® o Can Cui¨¤s por debajo de los puentes de las autopistas.
En lo alto de todo de la colina est¨¢ la casa de Fran (nombre falso). Tiene hasta c¨¢mara de seguridad. Estropeada y muy antigua, pero enfocada desde una esquina hacia quien toca el timbre. Fran es brasile?o y tiene claro que tarde o temprano les echar¨¢n, pero no parece que le agobie su futuro. ¡°El d¨ªa que nos echen cojo lo que tengo y me largo¡±, dice mientras su cr¨ªo corretea. Trabaja ¡°en cosillas y con la chatarra¡±. Su mujer ahora tiene trabajo y vive en Santa Coloma. El ni?o va y viene, da a entender. Tambi¨¦n ha vuelto a la ciudad una chica menor de edad que en diciembre pasado estaba embarazada, cuenta.

La vida de la gente que vive aqu¨ª ha sido siempre dura. Muchos son inmigrantes que en su d¨ªa llegaron de Honduras. Algunos huyendo de las maras, cuentan. Como Lys (nombre falso tambi¨¦n) que explica que en su pa¨ªs era enfermera. Tiene la chabola impecable. Su marido emple¨® buenos materiales y no zumba cuando sopla el viento, que aqu¨ª es siempre. El suelo imita parqu¨¦, tiene chimenea, cuadros colgados, mesa con mantel, frutero, un cuarto para su hija en una construcci¨®n anexa, sal¨®n, cocina, su habitaci¨®n y ba?o. Como todos, utilizan agua de la lluvia que almacenan en grandes bidones. Y para la luz, tiran de generador. La burra. Aqu¨ª todo el mundo tiene una.
Hasta la casa de Lys se acerca otro chaval de la colina. Se asoma a la ventana y le pide ¡°dos Fantas¡±. ¡°?Hoy no tengo!¡±. Adem¨¢s de limpiar casas en Collblanc ¡ªm¨¢s de una hora para llegar y otra para volver¡ª, esta joven mujer se saca un dinero vendiendo refrescos a sus vecinos. Cuando estaban los huertos, su casa era el colmado del Tur¨®. Lys asegura que no tiene ninguna ayuda. Los servicios sociales de Montcada dicen que al estar empadronada en Barcelona no le corresponden ayudas, cuenta.
Desde el Ayuntamiento de Montcada un portavoz explica que ¡°se contin¨²a trabajando desde servicios sociales y con la mesa de emergencias de la Generaliat¡± con las familias del Tur¨®, que tienen de plazo hasta diciembre para marcharse. Por parte del Consorcio del Parque, y preguntados sobre por qu¨¦ no limpian los restos de los huertos derribados, otro portavoz afirma que ¡°los trabajos van por fases y que acabar¨¢n en diciembre¡±. En zonas pr¨®ximas a esta ladera, el terreno s¨ª ha sido limpiado. Aqu¨ª impresiona que el parque no se lleve la mugre que se amontona.
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