Plebiscitarias, por supuesto

Que las elecciones auton¨®micas del 27-S van a tener una lectura plebiscitaria es algo que dif¨ªcilmente puede ser ignorado. La configuraci¨®n de la Lista de Mas, Junts pel S¨ª, lo hace pr¨¢cticamente inevitable. He escrito la Lista de Mas puesto que eso, y no otra cosa, es la sedicente lista unitaria del independentismo, cuya unidad cojea por la pata de la CUP. Siendo la condici¨®n innegociable para formar esa candidatura que, si los esca?os lo permiten, el futuro presidente de la Generalitat ser¨¢ Artur Mas, ya puede venderse toda la poes¨ªa patri¨®tica que se quiera que de lo que se trata es de mantener en el poder a esa persona, lo que representa ideol¨®gicamente y la herencia pol¨ªtica que lleva en la mochila.

S¨ª, tambi¨¦n hay una hoja de ruta independentista pactada, pero esta se desarrollar¨¢ o no, o podr¨¢ aplicarse m¨¢s o menos, ya se ver¨¢. Lo que habr¨¢ quedado sellado desde el principio es qui¨¦n manda aqu¨ª; si luego, adem¨¢s, se llega a la improbable independencia, miel sobre hojuelas. En ese sentido, el sapo que se han tragado Oriol Junqueras y ERC es de los que se seguir¨¢n recordando en los libros de historia dentro de unas d¨¦cadas.

Menci¨®n aparte merece el liderazgo de la lista. A Ra¨¹l Romeva lo han tildado, sobre todo desde las posiciones de sus antiguos camaradas, de tonto ¨²til. A m¨ª no me lo parece. Un tipo que se despide hace solo (atenci¨®n) cuatro meses dici¨¦ndole a su exjefe y amigo, Joan Herrera, ¡°no pateixis que no anir¨¦ a cap altra llista¡± de tonto ¨²til no tiene nada. De oportunista in¨²til, todo. Lo de oportunista se explica por s¨ª mismo. Lo de in¨²til, porque ese es el adjetivo que mejor cuadra a la maniobra para dotar de una p¨¢tina progresista y de compromiso social al Junts pel S¨ª poniendo al frente de la candidatura a un nacionalista progre, que eso es lo que es Romeva, como si as¨ª pudieran olvidarse los casi cinco a?os de pol¨ªticas antisociales de quien lo apadrina desde la penumbra del cuarto puesto en la lista.

Y es que esa es la candidatura de la corrupci¨®n del partido de las quince sedes embargadas, del caso Innova, del caso Palau y las amistades peligrosas de F¨¦lix Millet; la candidatura del fiasco de Barcelona World y de la escandalosa privatizaci¨®n de ATLL; la candidatura de quienes hasta 2012 votaron con el PP todas y cada una de las leyes que han permitido el mayor desastre social que ha padecido este pa¨ªs en d¨¦cadas; la de quienes han favorecido los consorcios sanitarios y el lucro privado con el uso de las infraestructuras de la sanidad de todos y quienes han financiado escuelas de ¨¦lite mientras recortaban en la educaci¨®n p¨²blica; es la lista de quienes han machacado a los trabajadores p¨²blicos de una forma que no se ha hecho en otras comunidades aut¨®nomas; la de quienes han preferido invertir en torpe diplomacia, pomposos tricentenarios y burdas campa?as propagand¨ªsticas ¡ªPreparats¡ª mientras faltaban recursos para becas comedor y dependencia. Es, en definitiva, figuren o no en la lista, la candidatura de Andreu Mas-Colell, Boi Ruiz, Irene Rigau, Felip Puig y los Pujol al completo, do?a Marta ¡°Catalunya no es mereix aix¨°¡±, incluida.

Y de nada sirve poner delante a alguien con la gran coherencia de Romeva o, en otras circunscripciones, a quienes no han parado de agitar los brazos para hacerse ver y mostrar su disponibilidad al sacrificio por la naci¨®n. Al final, todo el mundo sabe que el candidato es el que va tapado en la cuarta posici¨®n de la lista por Barcelona, con nuestro particular Raymond Poulidor, Oriol Junqueras, chupando rueda como los eternos aspirantes a ganar el Tour que se quedaron con las ganas.

De modo que s¨ª, las elecciones del 27-S van a plantearse en clave plebiscitaria. Vamos a opinar con nuestro voto sobre las pol¨ªticas que Mas y su gobierno, con la cooperaci¨®n necesaria y fundamental de ERC, llevan aplicando desde la ¨²ltima contienda electoral. Vamos a ejercer nuestro derecho a decidir si queremos seguir por esa v¨ªa o si otra Catalu?a es posible. Tambi¨¦n vamos a opinar sobre la independencia, por supuesto. Y en eso, los de la Lista de Mas no han defraudado las altas expectativas que ten¨ªamos depositadas en sus valores democr¨¢ticos. Efectivamente, esca?os en vez de votos. En Europa van a flipar.

Francisco Morente es profesor de Historia Contempor¨¢nea en la UAB.