Colapso en Vall d¡¯Hebron
La aglomeraci¨®n en urgencias obliga a abrir una planta cerrada
Medio centenar de pacientes se aglomeraba este viernes en las urgencias del hospital Vall d'Hebron. Algunos llevan hasta cinco d¨ªas esperando, seg¨²n denuncian los trabajadores del centro. Repartidos en camillas, algunos ocupaban el sector uno de urgencias, conocido coloquialmente como ¡°el gran ruedo¡±; otros lo hac¨ªan en los pasillos del sector dos, habilitados para dar cabida a la saturaci¨®n que sufren las urgencias, consecuencia del cierre de plantas de cada verano. Todo ello oblig¨® al hospital a reabrir el pasado martes 28 camas, situadas en la quinta planta. El pico de pacientes, seg¨²n afirman los trabajadores, se produjo el pasado lunes, con hasta 70 personas esperando cama. El pasado verano, se contaron hasta 74 pacientes.
X. caminaba este viernes por el pasillo de observaci¨®n, situado en la primera planta del hospital Vall d'Hebron, para tomar el aire. ¡°Aqu¨ª se est¨¢ m¨¢s fresquito¡±, dice. Pesa apenas 50 kilos y camina con dificultad arrastrando el suero. ¡°Llegu¨¦ el mi¨¦rcoles a urgencias y por fin esta ma?ana [por el viernes] me han pasado a una cama¡±, lamenta. No quiere dar su nombre por miedo. Tiene la mand¨ªbula rota y est¨¢ a la espera de intervenci¨®n quir¨²rgica.
No est¨¢ en una planta. Comparte, junto a otros cinco pacientes, uno de los boxes ¡ªsin ba?o¡ª situados en observaci¨®n, pero dice, tiene suerte. ¡°Pas¨¦ desde el mi¨¦rcoles en una camilla en el pasillo de urgencias. Ahora esto es un lujo, tengo una cama con una cortinilla¡±. X., de 55 a?os, explicaba que durante dos d¨ªas estuvo en una camilla situada en el pasillo del sector dos de urgencias. All¨ª, junto a otros pacientes, esperaba este viernes para pasar a una planta. ¡°Lo peor era no poder ir al ba?o. Ten¨ªa que utilizar un frasco porque no me dejaban levantarme por miedo a que pudiese caer¡±, recuerda.
La situaci¨®n de X. no es un caso aislado, seg¨²n denuncian trabajadores del centro. ¡°El pasado lunes tuvimos el pico m¨¢s alto. Hasta 70 pacientes esperando una cama. Algunos llevan ya cinco d¨ªas esperando¡±, explican. El hospital se ha visto obligado a reabrir 28 camas: 12 el lunes y 16 el martes. Todas ubicadas en la quinta planta. Mientras tanto, en los pasillos se habilitan camillas para dar cabida a la aglomeraci¨®n de enfermos que acude a urgencias, la mayor¨ªa gente de avanzada edad.
El cierre de camas se repite cada verano en los centros p¨²blicos catalanes. Este a?o los 63 centros sanitarios de la red p¨²blica clausuran hasta 2.747 plazas. Vall d'Hebron, el hospital m¨¢s grande de Catalu?a, anunci¨® que cerrar¨ªa 215 de sus 1.073 camas. Bellvitge, por su parte, dejar¨¢ sin servicio 192 de un total de 726.
Desde el hospital, la directora asistencial de Vall d'Hebron, la doctora Ana Ochoa ¡ªque precisamente comenzaba sus vacaciones¡ª ha asegurado que las urgencias del centro no sufren ning¨²n colapso ¡°Es mentira. Tenemos todos los dispositivos necesarios abiertos para asumirlas¡±, explica, ¡°los pacientes que necesitan ser derivados a planta no pasan m¨¢s de unas horas en urgencias. Los casos aislados se deben a la inestabilidad de los pacientes o porque esperan a que el m¨¦dico les de el diagn¨®stico¡±, concluye.
X. tambi¨¦n espera a que el m¨¦dico pase, pero en este caso para que le diga qu¨¦ d¨ªa ser¨¢ la intervenci¨®n. ¡°Me he pasado dos d¨ªas solo con el suero porque me dicen que me van a operar, pero al final, no me suben a quir¨®fano¡±, explica. ¡°Dice el m¨¦dico que solo hay dos disponibles, los recortes, ya se sabe¡±, se lamenta.
Hace cinco a?os que le diagnosticaron un c¨¢ncer de lengua y la reacci¨®n sufrida por la radioterapia le produjo osteoporosis. El pasado lunes se le infectaron los huesos de la mand¨ªbula hasta romperse. Con la parte izquierda de su cara completamente hinchada, X. espera que la operaci¨®n llegue pronto.
En agosto del a?o pasado, los trabajadores del centro criticaron tambi¨¦n las aglomeraciones de pacientes esperando por un cama (hasta 74 personas). Un mes antes, el entonces jefe de urgencias, Xavier Jim¨¦nez, era destituido tras denunciar ¡ªen una carta dirigida al Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS)¡ª, el colapso del servicio, que oficialmente no exist¨ªa.
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