Triunfalismo sin ning¨²n criterio

Hace ya unos a?os, el picador Francisco L¨®pez, entonces a las ¨®rdenes de Emilio Oliva, me vio protestando la concesi¨®n de una oreja y me dijo: "Si al toro ya no le sirve para nada despu¨¦s de muerto y no sabes lo que lo necesita el torero". Pues eso debi¨® pensar el presidente de Vitoria, que las corten de dos en dos...El triunfal resultado del festejo que cerr¨® la feria de Vitoria nada tiene que ver con lo que ocurri¨® en el ruedo. Fue solamente el nuevo presidente de Vitoria, Carlos Aguinaco, quien decidi¨® regalar las orejas sin que ni siquiera el p¨²blico llegase a pedirlas de forma mayoritaria. Las razones a¨²n no se saben, pero las habr¨¢, porque en nada se pareci¨® a quien trat¨® de ser juicioso en las dos primeras tardes.

Lo cierto es que Carlos Aguinaco decidi¨® que no desea seguir en el palco del Iradier Arena, porque lo vivido en la tarde rejones llen¨® de desconcierto y bochorno a algunos de los buenos aficionados que a¨²n se re¨²nen en del coso gasteiztarra. Hermoso no pas¨® de voluntarioso ante un lote muy poco colaborador. Tuvo que abreviar en su primero porque tras un buen trabajo a lomos de Brindis, el toro se apag¨®; el navarro estuvo h¨¢bil para firmar un buen final.

Hermoso tampoco

Si las dos orejas parecieron ben¨¦volas, quedaron justificadas ante los posteriores atropellos. Tampoco pudo brillar en el quinto. Disparate pas¨® casi desapercibido y Dal¨ª tuvo que lucirse en cites alejados de un astado parado. Ferm¨ªn Boh¨®rquez se encontr¨® con un triunfo en el cuarto que sorprendi¨® hasta al propio caballero. Luci¨® en dos pares a dos manos pero poco m¨¢s. Como el toro tard¨® en caer, los tendidos se enfriaron y se pidi¨® una oreja de forma minoritaria; entonces el presidente sac¨® los dos pa?uelos de forma simult¨¢nea.

?Una provocaci¨®n? ?Una pataleta? Lo que s¨ª fue es un golpe bajo para la afici¨®n gasteiztarra que tanto ha sufrido estos a?os. No fue la ¨²nica irresponsabilidad, pero ya nadie se lo tom¨® en serio. Andy Cartagena, que se hab¨ªa justificado ante un inv¨¢lido tercero, un toro que se desplom¨® y tard¨® en ser levantado varios minutos tras unas buenas banderillas cortas al viol¨ªn, estuvo ca¨®tico en el que cerr¨® la tarde. Fue el ¨²nico burel con fuerzas y atropell¨® los caballos del levantino hasta en cuatro ocasiones. Carreras, sustos y desconcierto fueron la constante de una faena que acab¨® con un buen rej¨®n de efecto fulminante. Otras dos orejas al tiempo.