Esa cosa con plumas
Un festival en el Delta del Ebro y un programa de TV3 prolongan un gran verano de p¨¢jaros
Ha sido un buen verano de p¨¢jaros, y lo seguir¨¢ siendo. He visto alcavaranes, alcaudones, agateadores, chotacabras, chochines, reyezuelos, picos¡, y un pavo real, que evidentemente se le habr¨ªa escapado a alguien, ?en medio de un campo en Viladrau! ¡ªpor cierto, por si no lo sab¨ªan, las plumas de pavo real dan muy mala suerte y un actor jam¨¢s subir¨ªa una al escenario; sumen esa superstici¨®n a la que asegura, y no podemos estar m¨¢s de acuerdo, que si ves un vencejo has de beberte una copa de vino o brandy¡ª. Tambi¨¦n este verano me ha visitado en casa por primera vez un camachuelo y he acariciado un cormor¨¢n.
Esto ¨²ltimo ha sido en la playa de Migjorn, en Formentera ,y mientras le¨ªa precisamente una formidable monograf¨ªa sobre esas aves prodigiosas (The devil¡¯s cormorant, de Richard J. King). Grandes buceadores, a los cormoranes se los ha utilizado tradicionalmente para pescar, y en Jap¨®n a¨²n existe la figura del usho, el ¡°maestro pescador con cormor¨¢n, al servicio del emperador¡±. A ese tipo de pesca se la denomina ukai, se realiza de noche, en bote con antorchas y con los cormoranes adiestrados a los que se les ha colocado un collar en los largos cuellos que les impide tragarse el pez. El gran poeta Basho escribi¨® un koan, tras asistir en el r¨ªo Nagara a una de esas pescas, que suscribir¨ªa cualquiera que haya visto a un cormor¨¢n deslizarse sobre las aguas y zambullirse en las playas de Formentera: ¡°Despu¨¦s de la centelleante visi¨®n/ del cormor¨¢n pescando/ solo queda la soledad/ la alegr¨ªa disminuyendo¡±.
Desde el punto de vista m¨¢s pr¨¢ctico, se?alar que del pescado que atrapaba el cormor¨¢n se hac¨ªa un sushi muy apreciado por los samur¨¢is en tiempos del shogunato Tokugawa, el ayu sushi. Aunque en nuestra tradici¨®n el cormor¨¢n ha sido visto generalmente como un ave negativa, misteriosa y ominosa ¡ªsu nombre viene del lat¨ªn corvus marinus y Milton lo hace imagen de Sat¨¢n en su Para¨ªso perdido, hay gente que los ha apreciado (y no me refiero al sushi). Es c¨¦lebre el ejemplar que posey¨® Toulouse-Lautrec, que se llamaba Tom y cuando el pintor lo llevaba a los caf¨¦s beb¨ªa absenta.
Pero si hay un ave que me ha robado el coraz¨®n este verano, arrebatado en sus garras, es Mabel, la protagonista de H is for hawk, uno de los libros m¨¢s conmovedores y maravillosos que he le¨ªdo en mi vida (lo va a publicar aqu¨ª ?tico de los libros). La historia de una mujer, la propia autora, Helen Macdonald, y una rapaz, una hembra de azor com¨²n, lo que los anglosajones denominan goshawk. Macdonald, apasionada desde ni?a por la cetrer¨ªa, decidi¨® adoptar al ave y entrenarla como una forma de superar la muerte de su padre, una muerte que la hab¨ªa destruido emocionalmente. Es un libro en realidad sobre la p¨¦rdida del amor, la desesperaci¨®n que provoca y c¨®mo lograr consuelo mirando a la naturaleza y a la vez al interior de uno mismo.
¡°Buscar azores, el m¨¢s secreto y salvaje de los halcones, es como buscar la gracia, son el Grial oscuro de los birdwatchers¡±
¡°Buscar azores, el m¨¢s secreto y salvaje de los halcones, es como buscar la gracia, son el Grial oscuro de los birdwatchers¡±, escribe en uno de los bell¨ªsimos pasajes la autora acerca de la experiencia de tratar de observar en el bosque a esas impresionantes criaturas ¡°que se parecen a los gavilanes como los leopardos a los gatos¡±. El primero lo vio a los 9 a?os, con su padre, que le ense?¨® a apreciar la vida silvestre y el arte de la paciencia.
Mabel llega para ayudarla a salir del pozo. Es violentamente hermosa, ¡°como un acantilado de granito o una nube de tormenta¡±. Sus ojos ¡°solitarios y asesinos¡±, reflejan emociones de su propietaria, incluso las m¨¢s inconfesables. Es ¡°un ¨¢ngel ca¨ªdo¡±, recubierto de ¡°plumas salpicadas de luz¡±. El adiestramiento de la feral rapaz ¡ªinolvidable cuando la mujer aspira el aliento del animal en su pico abierto, ¡°ol¨ªa a pimienta, y almizcle, y piedra quemada¡±¡ª va parejo en el libro a las memorias de su due?a, su vida, sus sue?os y aspiraciones y sus lecturas, como los tratados de los viejos halconeros y, claro, The Goshaw, de T.H. White, que luch¨® con su propio halc¨®n. Como tratamos de hacer todos. El descubrimiento final de la escritora se sintetiza en la frase terriblemente consoladora e intraducible en su plenitud de la poetisa Marianne Moore: ¡°The cure for loneliness is solitude¡±.
He comenzado diciendo que este verano de p¨¢jaros no acaba. El pr¨®ximo fin de semana ¡ª18, 19 y 20¡ª se celebra en el delta del Ebro el segundo Delta Birding Festival que impulsan los amigos de Oryx y que trata de implantar en casa el esp¨ªritu de los grandes eventos ornitol¨®gicos brit¨¢nicos. Salidas a ver p¨¢jaros ¡ªincluso en barco¡ª, conferencias, proyecciones, feria comercial, actividades para ni?os¡ ?Qu¨¦ debemos esperar ver?, le pregunto con ansiedad al ornit¨®logo Jos¨¦ Luis Copete, que participa en la organizaci¨®n. ¡°T¨² obviamente el mart¨ªn pescador, que tanto te esquiva¡±, r¨ªe. ¡°Habr¨¢ una gran concentraci¨®n de moritos y tambi¨¦n calamones¡±. Pero es que adem¨¢s este fin de verano nos trae el estreno, el s¨¢bado 19, la esperada serie de TV-3 sobre p¨¢jaros Tocat de l¡¯ala, de 13 cap¨ªtulos, que quiere ser el Ca?adors de bolets de la ornitolog¨ªa y el birdwatching. ¡°Queremos trasmitir lo f¨¢cil y divertido, y gratificante que es la observaci¨®n de las aves¡±, sintetiza su directora F¨²lvia Nicol¨¤s.
As¨ª que aunque muera el verano, yo no voy a soltar mis prism¨¢ticos ni mis libros, y seguir¨¦ mirando al cielo, sin perder jam¨¢s la esperanza. Ya se sabe, esa cosa con plumas.
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