La Marina Real se ahoga en deudas
El Consorcio Valencia 2007, gestor de la d¨¢rsena, debe hacer frente en octubre a un embargo El plenario del ente p¨²blico no se ha reunido desde los cambios electorales del 24-M La deuda ronda los 500 millones y lastra uno de los espacios de ocio vitales para Valencia
Valencia no ha tenido unos Juegos Ol¨ªmpicos como Barcelona ni una Exposici¨®n Universal como Sevilla y Zaragoza que le sirvieran de revulsivo para renovar su fisonom¨ªa urbana. La ¨²nica competici¨®n internacional de la que la capital puede presumir es de la Copa del Am¨¦rica, que se disput¨® en Valencia los a?os 2007 y 2010. La Marina Juan Carlos I, surgida al calor de la regata, se ha convertido en un legado envenenado, con deudas que rondan los 500 millones de euros.?
La Marina ha sufrido dos procesos de embargo y se enfrenta a un tercero a finales de octubre si los gestores del Consorcio Valencia 2007, ente p¨²blico del que forman parte los gobiernos central, auton¨®mico y local, no encuentran una salida negociada a su problema financiero.
El consorcio, organizador de la Copa del Am¨¦rica y posteriormente gestor de la Marina, no ha salido nunca de los n¨²meros rojos. Est¨¢ por devolver el cr¨¦dito de 320 millones de euros del Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) para financiar las obras que convirtieron Valencia en puerto de salida de la regata. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, la cifra ronda los 430 millones de euros, seg¨²n fuentes municipales.
Pero la mayor inquietud del Consorcio y del nuevo Gobierno local de Valencia (Comprom¨ªs, socialistas y Val¨¨ncia en Com¨²) es devolver un producto financiero contratado con el Banco de Santander como seguro de cobertura y rentabilizar uno de los espacios m¨¢s privilegiados del Mediterr¨¢neo. La exalcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, del PP, consigui¨® antes de los ¨²ltimos comicios un aplazamiento con la asistencia del Gobierno espa?ol. Pero el 22 de octubre, de 66 millones de euros, volver¨¢ a llamar a la puerta del Consorcio.
La gesti¨®n de este espacio de ocio, donde se han instalado industrias n¨¢uticas, restaurantes y locales de copas -adem¨¢s del negocio t¨ªpico de los amarres-, no ha sido rentable por los a?os que ha permanecido paralizado -ya sea por problemas administrativos o por la falta de entendimiento entre sus socios p¨²blicos-.
Seg¨²n datos a los que ha tenido acceso el diario, la cifra de ingresos ha sido desde el principio testimonial frente a un pasivo cada vez m¨¢s abultado y un creciente n¨²mero de empleados. El Consorcio ingresaba en 2009 2,5 millones de euros , acumulaba un pasivo de 338 y cerraba con unas p¨¦rdidas de 21 millones de euros.
En 2010 se produjo un salto en la facturaci¨®n hasta los seis millones de euros por la celebraci¨®n de la edici¨®n de la Copa del Am¨¦rica, pero el pasivo crec¨ªa hasta los 359 y las p¨¦rdidas no aflojaban el ritmo. Aquel a?o, en concreto, llegaron a los 26 millones de euros. En 2014, la facturaci¨®n se situ¨® en los 3,8 millones de euros, el pasivo en los 437 millones y las p¨¦rdidas se habr¨ªan cuadruplicado. El patrimonio neto siempre ha sido negativo, seg¨²n fuentes municipales, y ha pasado de los 61 millones de euros de 2009, a los 218 millones de 2014.
En cuanto al personal que trabaja para el Consorcio Valencia 2007, la plantilla ha pasado de los 27 trabajadores de 2009, con un coste de 1,24 millones de euros; a los 32 trabajadores del a?o pasado, con un coste de 1,3 millones de euros. Pablo Landecho, el pen¨²ltimo director del Consorcio, nombrado por Barber¨¢, dimiti¨® del cargo hace unos meses y le ha sustituido el que fuera director financiero. ?
Comprom¨ªs, partido al que pertenece el actual alcalde de Valencia, Joan Rib¨®, se empe?¨® todav¨ªa en la oposici¨®n de conocer la situaci¨®n econ¨®mica del ente. A trancas y barrancas desvel¨® la situaci¨®n de indigencia en que se encontraba el proyecto. Todos los grupos pol¨ªticos municipales impulsaron y aprobaron mociones en las que instaban al Gobierno central a "condonar" la deuda del ICO. Pero el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, solo abri¨® la puerta a una posible reestructuraci¨®n de la deuda cuando mejorase la econom¨ªa espa?ola.
Y en esas est¨¢n todos. Desde los comicios de mayo se ha reunido en un par de ocasiones la comisi¨®n permanente del consorcio, pero el pleno, con las tres administraciones presentes, todav¨ªa est¨¢ pendiente de fecha. Ha de reunirse antes del 22 de octubre para tomar decisiones.
"Hay una preocupaci¨®n grave por el 22 de octubre", reconoce el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, el socialista Joan Calabuig, miembro del Consorcio. Un juzgado de Valencia suspendi¨® el embargo previsto el 27 de mayo pero la situaci¨®n es preocupante y urge solucionarla.
Calabuig distingue los deuda del ICO, ahora mismo avalada por el Tesoro de Espa?a, de la contra¨ªda con la entidad bancaria. De la primera opina, al igual que el resto de grupos pol¨ªticos, que la debe asumir el Estado como en su d¨ªa sufrag¨® gran parte de las infraestructuras necesarias para los Juegos Ol¨ªmpicos o las Expo, pero la segunda no admite dilacion. El Consistorio y la Generalitat dialogan para encontrar una soluci¨®n y convocar el pleno del Consorcio.
Pero Calabuig insiste en que m¨¢s all¨¢ del acuciante tema financiero hay que exigir responsabilidades a los anteriores gestores. "Es un empastre may¨²sculo. Valencia est¨¢ perdiendo oportunidades", se?ala el primer teniente de alcalde. Hay que devolver la normalidad al Consorcio despu¨¦s de muchos a?os de vivir en la m¨¢s absoluta provisionalidad. "Tambi¨¦n tendremos que exigir responsabilidades a los anteriores gestores que asumieron un producto financiero y no lo pagaron", plantea el concejal.
Empresarios exigen soluciones
La asociaci¨®n de empresarios de la Marina Real se entrevistaban hace unos d¨ªas con el pol¨ªtico socialista y le expresaban sus quejas. Es un espacio abandonado y mal se?alizado, dijeron. Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa Fuster, empresario de la asociaci¨®n, habla sin tapujos. "Desde 2003 [fecha en que Valencia fue elegida puerto de salida de la Copa del Am¨¦rica] hemos vivido momentos de esplendor, esperanza y tambi¨¦n momentos dif¨ªciles", reconoce.?
La Marina Juan Carlos I est¨¢ en un sitio privilegiado pero las inversiones no terminan de consolidarse por las inc¨®gnitas que embargan el futuro de esta infraestructuras. Adem¨¢s, cuando llega septiembre, Valencia da la espalda al mar y la d¨¢rsena necesita actividad todo el a?o para ser rentable. Los empresarios se quejan de que la Administraci¨®n no es lo suficientemente ¨¢gil o flexible para dar salida a los eventos de alto nivel que tienen contratados. El varadero funciona a medio gas y el club de playa est¨¢ a la espera de licencia. En la d¨¢rsena funcionan unos ocho restaurantes y existen unas 15 industrias relacionadas con la n¨¢utica. En unos d¨ªas se abrir¨¢ el centro de formaci¨®n de EDEM, con m¨¢s de 1.000 alumnos diarios.
"No entendemos como no le sacamos m¨¢s partido econ¨®mico a una infraestructura ya acabada como la Marina", reflexiona el empresario, que asegura que en la d¨¢rsena podr¨ªa haber en este momento 10 veces m¨¢s de lo que hay ahora, "pero falta inter¨¦s y solucionar los problemas". Y pone un ejemplo: la Marina de D¨¦nia "tiene la d¨¦cima parte que nosotros pero est¨¢ a a?os luz de Valencia".
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