TV3, ¡®la seva¡¯, la suya

Durante muchos a?os, no s¨¦ si tambi¨¦n ahora, uno de los lemas de TV3, la televisi¨®n p¨²blica de la Generalitat, fue que era la nostra, la de los catalanes. Impl¨ªcitamente se estaba introduciendo en el subconsciente que Televisi¨®n Espa?ola era de Espa?a, es decir, de los otros, de aquellos que no son ¡°de los nuestros¡±. El objetivo de siempre: contraponer dos naciones, distintas y separadas, confrontadas. El veneno, pues, viene de lejos, servido en cuentagotas.

La televisi¨®n de la Generalitat empez¨® a emitir en 1983, un 11 de septiembre, como no pod¨ªa ser de otra manera. Entonces no exist¨ªan en Espa?a televisiones privadas y las ¨²nica emisoras eran TV1 y TV2. Ya en esta ¨¦poca inicial comenz¨® a utilizarse el lema de la nostra y tambi¨¦n otro, muy significativo, en Catalunya R¨¤dio, denominada La radio nacional de Catalunya. Si Espa?a ten¨ªa Radio Nacional ¡ªcreada por Franco con este nombre en enero de 1937, a los pocos meses de iniciarse la Guerra Civil¡ª Catalu?a no pod¨ªa ser menos: los nacionalismos siempre se parecen.

La caracter¨ªstica diferencial de TV3 y Catalalunya R¨¤dio respecto a las dem¨¢s emisoras p¨²blicas es que son instrumentos para la construcci¨®n nacional. No se trata, como es tan frecuente, que los Gobiernos de turno influyan, o intenten influir, en las noticias de los telediarios, sino que todos sus programas, desde los infantiles a los concursos, desde los culebrones a los espacios deportivos, van dirigidos a establecer cu¨¢l es el modelo del buen catal¨¢n, en oposici¨®n a lo que llaman catal¨¢n espa?olista, unionista o, sencillamente, facha.

Mucho se ha hablado estos d¨ªas de TV3. Cancelar unas horas antes de emitirla una entrevista con el exministro socialista Josep Borrell que, junto a Joan Llorach, acaba de publicar un excelente libro titulado nada menos que Las cuentas y los cuentos de la independencia, y cuyo contenido argumenta de forma impecable aquello que anuncia su t¨ªtulo, es una muestra m¨¢s de que el independentismo no quiere el debate, sabe que ante determinadas preguntas decisivas carece de respuestas.

Si Espa?a ten¨ªa Radio Nacional ¡ªcreada por Franco? en enero de 1937, a los pocos meses de iniciarse la Guerra Civil¡ª Catalu?a no pod¨ªa ser menos: los nacionalismos siempre se parecen

Pero TV3 es tambi¨¦n muy sibilina. El pasado domingo d¨ªa 13, a las cuatro de la tarde, estaba anunciada una pel¨ªcula de sospechoso t¨ªtulo: El patriota. Caramba, caramba, me dije, esto promete: dos d¨ªas despu¨¦s del 11 de septiembre emiten una pel¨ªcula con este nombre. Me la tragu¨¦ entera, no porque fuera una buena pel¨ªcula, que desde luego no lo es, sino porque refleja lo que es TV3 y el tipo de mensajes subliminales que va inoculando en la mentalidad de los catalanes.

La trama se desarrolla en la colonia inglesa de Carolina del Sur, poco antes de obtener los colonos americanos su independencia. El protagonista, un colono moderado que, si bien quiere emanciparse, no es partidario de usar la violencia, se radicaliza cuando ve que, de forma arbitraria y cruel, ante sus propios ojos y delante de toda la familia, las tropas brit¨¢nicas matan a un joven hijo suyo y a continuaci¨®n incendian b¨¢rbaramente su casa. A partir de ah¨ª, naturalmente, se enrola en las filas que luchan por la independencia y se convierte en un h¨¦roe.

La pel¨ªcula, muy belicista, con escenas de violencia lacerante, traza enseguida dos bandos irreconciliables: unos representan la maldad absoluta (los brit¨¢nicos) y otros la bondad angelical (los colonos). No hay matices, no hay grises, todo es meridianamente claro, el bien y el mal sin mezcla alguna. Los buenos quieren pactar, los malos no; el arma de los buenos es la astucia, la de los malos la violencia; unos son rudos agricultores, sencillos de trato y bondadosos con los dem¨¢s, sus esclavos negros les quieren y admiran, son como de la familia y ayudan en todo a sus amos; los malos son elitistas, altivos, insensibles al sufrimiento de los dem¨¢s, cursis arist¨®cratas, p¨¦rfidos, crueles y despiadados. El destino de los colonos es, de forma ineluctable, la independencia, su gu¨ªa es tan s¨®lida como la estrella polar, la ¨²nica que nunca se mueve en el firmamento. Los malos no tienen ideal alguno, s¨®lo se mueven por venganza, odio y mezquinos intereses personales.

En definitiva, un film educativo, educativo en sembrar odio, protagonizado, naturalmente, dentro del imaginario de TV3, por espa?oles y catalanes, los malos y los buenos, una pel¨ªcula ejemplar sobre c¨®mo debemos comportarnos el 27-S. As¨ª es TV3, ese modelo de televisi¨®n p¨²blica catalana, por supuesto no la nostra sino la seva, la suya.

Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional