Arantza Quiroga desconecta

La presidenta del PP vasco ha cortado la comunicaci¨®n con el PP vasco. Arantza Quiroga mantiene v¨ªas abiertas con G¨¦nova, pero ha decidido que sus apariciones p¨²blicas e internas quedan en suspenso. La crisis que ha abierto en el seno de su formaci¨®n ¡ªal poner en marcha un plan de paz que, de alguna manera, desatascaba la ponencia parlamentaria de Paz y Convivencia, a cambio de flexibilizar sus exigencias a la izquierda abertzale¡ª ha reabierto las heridas territoriales en el partido y levantado una tormenta de declaraciones entre las formaciones. Quiroga, obligada a rectificar y retirar el plan 24 horas despu¨¦s de presentarlo, se debate entre continuar sine d¨ªe o abandonar, quiz¨¢s despu¨¦s de las elecciones generales, y as¨ª ceder a las peticiones de un partido que le exige permanencia al menos hasta ese momento.

Pero todo est¨¢ abierto. Hay incluso quien asegura que podr¨ªa optar por tomar el camino que ahora parece m¨¢s c¨®modo: dimitir. "Estamos fuera de combate", aseguran desde la oficina de comunicaci¨®n del PP vasco, "ha cortado la comunicaci¨®n y no sabemos nada". Desde que el jueves decidi¨® no aparecer en el Parlamento vasco, al pleno ordinario, no ha levantado el tel¨¦fono. Tampoco su principal asesor. "Si ¨¦l se borra estamos fuera de combate", insisten desde el PP en Bilbao.

Est¨¢n igual los miembros de su grupo parlamentario, aunque quienes le conocen bien en Bizkaia y Gipuzkoa aseguran que no tienen "ninguna duda de que va a seguir". "La semana que viene retomar¨¢ la actividad con toda normalidad", asegura un parlamentario de su grupo. "Se ha manipulado el documento que registramos en la C¨¢mara vasca y ese documento era una apuesta honesta para deslegitimar el terrorismo", asegura el PP vasco.?

La l¨ªder vasca, dolida y afectada por la marcha atr¨¢s que le ha obligado a dar la organizaci¨®n nacional, est¨¢ acostumbrada a abrir frentes en el PP vasco, consciente de los apoyos en G¨¦nova. Pero la guerra en el seno del PP vasco ¡ªentre Quiroga y el aparato alav¨¦s que dirige con mano de hierro el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, con el apoyo de I?aki Oyarzabal, a quien Quiroga removi¨® como n¨²mero dos del partido y del exalcalde de Vitoria Javier Maroto¡ª no ha escrito todav¨ªa su ¨²ltimo cap¨ªtulo. Tambi¨¦n ha tenido sus m¨¢s y sus menos con Borja S¨¦mper; sin embargo, ayer este sali¨® a justificar su movimiento. "Cuando eres honesto te puedes equivocar", explica el parlamentario del PP Anton Danborenea. Aunque no lo dice, ¨¦l y varios parlamentarios m¨¢s consultados entienden que esta polvareda no se hubiera levantado en la mitad de la legislatura o en el comienzo de una nueva.

La propuesta de Quiroga pasaba de la ineludible exigencia de la condena de la violencia a la izquierda abertzale a pedirle un "rechazo" expl¨ªcito. El jueves pasado, su secretaria general, Nerea Llanos, dijo que Quiroga debe de continuar: "Quiroga no tiene que dimitir" y tanto desde la izquierda abertzale como desde el PNV valoraron el paso dado por la presidenta del PP para desbloquear una ponencia a la que quer¨ªa cambiar el nombre por la de "libertad". La secretaria general del PSE, Idoia Mend¨ªa ha precisado esta ma?ana que a la espera de que la propia Quiroga se lo explicara, iba a ser cautelosa, pero segu¨ªa creyendo que la exigencia m¨ªnima era la condena.

Arantza Quiroga que se estren¨® en el cargo con una frase que son¨® en su d¨ªa un tanto fr¨ªvola viniendo de una pol¨ªtica anclada en la estructura del partido y con unas fuertes creencias religiosas, empieza a catar el precio de sus palabras: "Quiero tener las manos libres", dijo. Si sus amigos la conocen bien, no habr¨¢ noticias de ella hasta la pr¨®xima semana.