Un 6 de octubre posmoderno

Anteayer lunes empez¨® un nuevo 6 de octubre, la historia se repite. En efecto, el 6 de octubre de 1934 es una fecha m¨ªtica en la pol¨ªtica catalana. ¡°Todo acabar¨¢ como el 6 de octubre¡± o ¡°que no tengamos otro 6 de octubre¡±, son frases comunes en Catalu?a, entre enterados no hace falta a?adir m¨¢s. Pero, ?qu¨¦ pas¨® el 6 de octubre de aquel a?o? En plena II Rep¨²blica, tras perder las izquierdas las elecciones de 1933, los republicanos moderados de Lerroux necesitaron para formar Gobierno la ayuda de la CEDA, el partido mayoritario de las derechas dirigido por Gil Robles. Ante tan natural eventualidad, resultado de las urnas, se intenta una rebeli¨®n contra la Rep¨²blica que s¨®lo cundir¨¢ durante unos d¨ªas en la cuenca minera de Asturias, siendo reprimida brutalmente por un ej¨¦rcito en el que destac¨® el general Franco.

Por su parte, en Barcelona, el presidente Companys aprovechar¨¢ la ocasi¨®n para romper con la Constituci¨®n republicana y la legalidad espa?ola proclamando la Rep¨²blica catalana. Era al caer la tarde del 6 de octubre. La cosa dur¨® unas horas, hasta avanzada la madrugada los sublevados no se rindieron. El general Batet, capit¨¢n general de Catalu?a, fusilado por orden de Franco durante la guerra por seguir siendo leal a la Rep¨²blica, cumpli¨® las instrucciones del Gobierno leg¨ªtimo de Madrid y puso fin al pat¨¦tico levantamiento de Companys.

El lunes pasado, 9 de noviembre de 2015, se ha iniciado un nuevo 6 de octubre, ese mito de la pol¨ªtica catalana. Si no lo quer¨ªan, si lo intentaban evitar, ah¨ª lo tienen. Nunca la historia se repite del mismo modo, ni tampoco es seguro que las tragedias se repitan como farsas, tal como dijo Marx. Por ejemplo, en este caso, ambos acontecimientos son una farsa, aunque en 1934 algunos inocentes murieron en la refriega mientras algunos culpables escapaban hacia Francia por las alcantarillas de Barcelona. Veremos c¨®mo acaba el 6 de octubre actual, un 6 de octubre posmoderno, adaptado a las nuevas circunstancias.

La mejor cr¨®nica del 6 de octubre de 1934, absolutamente magistral, est¨¢ escrita por el periodista Gaziel, publicada en La Vanguardia al d¨ªa siguiente de acabar aquel grotesco golpe a la democracia

Este nuevo 6 de octubre no ha sido inesperado, estaba previsto en la evoluci¨®n pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os, en los informes del Consejo para la Transici¨®n Nacional, en las declaraciones de ciertos pol¨ªticos. No ha habido sorpresas salvo una: se han atrevido a dar ese paso sin obtener mayor¨ªa en las elecciones de septiembre. Tanto hablar de elecciones plebiscitarias y, luego, cuando los comicios se pierden como plebiscito, lo que importa son los esca?os, es decir, se interpretan como unas elecciones parlamentarias. Sab¨ªamos que no eran leales a la Constituci¨®n, a las leyes, a la verdad hist¨®rica, a la realidad econ¨®mica. Ahora sabemos tambi¨¦n que no son leales ni a su palabra, su fin justifica siempre todos los medios, s¨®lo merecen desconfianza, la historia los pondr¨¢ en su lugar.

La mejor cr¨®nica del 6 de octubre de 1934, absolutamente magistral, est¨¢ escrita por el periodista Gaziel, publicada en La Vanguardia al d¨ªa siguiente de acabar aquel grotesco golpe a la democracia. L¨¦anla, se la recomiendo vivamente, puede consultarse por Internet en la secci¨®n Hemeroteca del citado peri¨®dico y en la recopilaci¨®n de sus art¨ªculos Tot s'ha perdut, llevada a cabo por Jordi Amat para RBA.

Pero quien quiera entender bien la coyuntura de aquella ¨¦poca, el ambiente que se respiraba entre las ¨¦lites pol¨ªticas que gobernaban la Generalitat, los periodistas afines, los pol¨ªticos de ERC y de Estat Catal¨¤, la razonable postura de Madrid, es decir, quien est¨¦ interesado en comparar el 6 de octubre de 1934 con el actual y, a pesar de la distancia en el tiempo, advertir las m¨²ltiples semejanzas, el mejor libro de consulta es el dietario de Amadeu Hurtado Abans del sis d'octubre, publicado por primera vez en 2008 por la editorial Quaderns Crema, a iniciativa de los nietos del autor. Un libro luminoso.

Hurtado fue una personalidad de la ¨¦poca, republicano y catalanista, gran abogado, culto, buen escritor y con independencia de criterio. Ah¨ª no est¨¢ la cr¨®nica del 6 de octubre sino la cr¨®nica de sus causas inmediatas, una mirada de primera mano a la estupidez, ignorancia, fanatismo y frivolidad de unos protagonistas que se parecen mucho a los actuales. En efecto, los Companys, Denc¨¢s y Bad¨ªas de entonces no eran distintos a los Mas, Forcadell, Romeva, Gabriel y Junqueras de ahora. Lean, por favor, comparen: id¨¦nticos.

Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional.