La piedra viajera y el artista atrapado

?Es m¨¢s f¨¢cil traer de Palestina a Barcelona un artista o una roca de 22 toneladas? Aunque parece incre¨ªble, el traslado de la piedra, si bien complicado, lleg¨® a buen fin, mientras que el artista finalmente tuvo que quedarse en Ramala, atrapado en la malla de la burocracia. Lo demuestra el semic¨ªrculo de rocas, que invita al descanso y la charla, situado en la Plaza Palau justo enfrente de otras c¨¦lebres rocas, las Cuatro Cu?as de Ulrich R¨¹ckriem. La instalaci¨®n forma parte de The Artist and the Stone, un proyecto en proceso de la canadiense Giuliana Racco y el italiano Matteo Guidi, ambos afincados en Barcelona y artistas residentes del centro Hangar, que se presenta hasta el 23 de enero en el Nivell Zero, el espacio dedicado al arte emergente, de la Fundaci¨®n Su?ol.

El proyecto, que se compone de un conjunto de piezas expuestas en la Fundaci¨®n y la instalaci¨®n p¨²blica de Plaza Palau, es el resultado de una reflexi¨®n desde la pr¨¢ctica sobre la movilidad de personas y objetos y en especial modo sobre las necesidades y dificultades que surgen en un contexto de conflicto, como el de Palestina. ¡°La idea surgi¨® cuando Ibrahim Jawabreh, un performer, nativo del campo de refugiados de Arroub en el sur de Cisjordania, quiso viajar a Europa. A partir de los problemas generados por el contraste entre su deseo y las restricciones pol¨ªticas, los artistas decidieron comparar el proceso de su desplazamiento temporal a Barcelona con el de un objeto de su mismo origen¡±, explica Herman Bashiron Mendolicchio, docente universitario y comisario del proyecto, que para su realizaci¨®n ha contado con el apoyo del festival expandido Idensitat.

¡°Este trabajo tiene su g¨¦nesis en la intervenci¨®n In Between Camps de 2012, un proyecto surgido de una caminata desde el ¨¢rea de Hebr¨®n hasta Jerusal¨¦n, siguiendo las huellas de un acueducto romano. La excursi¨®n se convirti¨® en una experiencia relacionada con la geograf¨ªa, la historia y la pol¨ªtica, que propici¨® muestras, debates, talleres y actividades art¨ªsticas y pedag¨®gicas¡±, explican los artistas, que estuvieron viviendo en Palestina casi un a?o. Desgraciadamente no es una novedad que el movimiento de mercader¨ªas, as¨ª como del propio dinero, es m¨¢s fluido y sencillo que el de las personas. Sin embargo, a pesar de haber conseguido traer la enorme roca hasta Barcelona, finalmente, fueron obligados a partirla, porque su peso, 22 toneladas, dificultaba su emplazamiento. Ahora seis partes forman el semic¨ªrculo p¨²blico y las otras seis est¨¢n de cierta forma dificultando la entrada a la exposici¨®n de la Fundaci¨®n Su?ol, como un recordatorio de la movilidad restringida que padecen miles de personas.

¡°Cuando nos presentaron el proyecto, est¨¢bamos enfrent¨¢ndonos a una grave crisis por la falta de medicinas y las consecuencias de una ocupaci¨®n ilegal e injusta. Nos cost¨® un poco entenderlo, pero ahora estamos contentos de haber participado y poder demostrar que Palestina es tambi¨¦n arte y cultura¡±, indic¨® Marwan Burini, portavoz de la Embajada de Palestina, recordando que su pa¨ªs conserva tan s¨®lo el 22% del territorio hist¨®rico y que este reducido porcentaje est¨¢ plagado de checkpoints, controles, asentamientos y otras formas de agresi¨®n m¨¢s o menos declaradas.