El cineasta que se construy¨® un avi¨®n
Hubert Sauper, autor de ¡®La pesadilla de Darwin¡¯, presenta su nuevo documental y una retrospectiva en la Filmoteca de Catalu?a
El cineasta austriaco Hubert Sauper (1966), que nos mostr¨® en la multipremiada La pesadilla de Darwin (2004) la alucinatne historia de la proliferaci¨®n artificial de la perca del Nilo en el lago Victoria y el desastre ecol¨®gico que ha provocado, regresa a ?frica a hurgar en nuestras conciencias en su nuevo documental We come as friends, tan perturbador, fascinante y personal como el anterior.
En este caso el objetivo es Sud¨¢n, escenario de guerras, hambrunas y gran enredo geopol¨ªtico, que Sauper recorri¨® y film¨® en 2011 en v¨ªsperas del refer¨¦ndum que dio paso a la independencia del Sud¨¢n del Sur. El cineasta viaj¨® en un peque?o avioncito construido y pilotado por el mismo al que bautiz¨® Sputnik.
We come as friends, que presenta de manera caleidosc¨®pica un especial¨ªsimo retrato del pa¨ªs y avizora nuevos desastres, incide de nuevo en el tema del neocolonialismo a trav¨¦s de un discurso premeditadamente deshilvanado y unas im¨¢genes de enorme poder de conmoci¨®n. Hubert Sauper se encuentra en Barcelona con motivo del 22? Festival de Cine Independiente L'Alternativa, en cuyo marco se le dedica en la Filmoteca una completa retrospectiva (hoy pueden verse Kisangani Diary, Seules avec nos histories y Ich habe die angenehme Aufgabe, y ma?ana se vuelve a proyectar We come as friends).
"Lo que me atrae es la condici¨®n humana y la colisi¨®n de mundos"
Sauper es un hombre amable y cercano que pregunta tanto como responde y despliega, adem¨¢s de una desconcertante inteligencia peripat¨¦tica, un suave sentido del humor, con una mirada burlona sobre s¨ª mismo. Hablando con ¨¦l uno entiende que haya salido con bien de tantas situaciones peligrosas en las que se ha metido. En el bar de la Filmoteca pide un zumo de naranja y observa con deleite el abigarrado paisaje humano.
¡°Mi inter¨¦s por ?frica es solo una parte de mi inter¨¦s por el ser humano en general¡±, explica. ¡°Vuelvo a ?frica porque conozco los c¨®digos; podr¨ªa igualmente ir a Indonesia pero tendr¨ªa que empezar de cero. Lo que me atrae es la condici¨®n humana y la colisi¨®n de mundos¡±.
Dice que esa atracci¨®n por el choque de realidades distintas, que le ha provocado un inter¨¦s ¡°psicol¨®gico o patol¨®gico por el colonialismo¡± y que en We come as friends se materializa, entre otros, en los chinos que trabajan en las empresas petroleras en Sud¨¢n, le viene de sus or¨ªgenes. Estos est¨¢n en la ciudad de Kitzb¨¹hel, ¡°en un remoto enclave de las monta?as del Tirol, donde colisionan los recuerdos del pasado nazi y las edulcoradas im¨¢genes de Sonrisas y l¨¢grimas¡±. De Kitzb¨¹hel vol¨® preso G?ering a Nurenberg y all¨ª ten¨ªa un chalet la cineasta Leni Riefenstahl, precisamente (tan prendada de los nuer sudaneses). ¡°El lugar fue tambi¨¦n plaza de descanso para los pilotos de EE UU con fatiga de guerra procedentes de Vietnam y mi padre se hizo buen amigo de uno de ellos¡±.
El director visita Barcelona en el marco del Festival de Cine Independiente L'Alternativa
Le pregunto si de ah¨ª le viene el inter¨¦s por los aviones. ¡°En parte, pero como para mucha gente los aeroplanos significan para m¨ª met¨¢foras y sue?os¡±. Bueno, pero no todo el mundo se fabrica uno. ¡°No es algo especialmente dif¨ªcil, como construir un cobertizo en el patio. Es fundamental que quede todo bien atornillado¡±. Volar en ?frica nos remite a Denys Finch Hatton, Beryl Markham e incluso el conde Alm¨¢sy, ?austriaco como ¨¦l y que viaj¨® por el Sud¨¢n! ¡°No hab¨ªa pensado en la conexi¨®n. En realidad, el avi¨®n es la m¨¢quina que m¨¢s simboliza el colonialismo, por su forma de procesar el tiempo y el espacio. Yo he tratado de darle la vuelta con el aspecto un poco rid¨ªculo, inofensivo y algo clownesco de mi aeroplano. Eso fue muy bien para no generar inquietud y protegerme¡±.
El peque?o Sputnik, digno de Saint-Ex¨²pery, se cuela en el documental en los lugares m¨¢s insospechados, junto a aviones presidenciales o los grandes transportes de la ayuda humanitaria. El capit¨¢n Sauper parece igualmente na?f, ¡°el extra?o pero inofensivo mzungu (hombre blanco) al que no se toma en serio¡±.
El t¨ªtulo We come as friends (tomado de Star Trek) es un gui?o a la ciencia ficci¨®n, un g¨¦nero que ha mostrado casos extremos de colonialismo en sus relatos de terr¨ªcolas y alien¨ªgenas.
El m¨¦todo del cineasta huye del didactismo y la certeza. ¡°Mi propuesta es ofrecer im¨¢genes para que te crees tu propio viaje, y tus conclusiones¡±. Esa rara f¨®rmula narrativa y est¨¦tica, con nuevas sintaxis, es su firma de autor. ¡°La narraci¨®n se va creando, ten¨ªa que huir de la forma de narrar colonialista de los documentales cl¨¢sicos. Aqui no existe ese orden. No esperes una explicaci¨®n al uso de lo que es Sud¨¢n y la lucha por sus recursos¡±.
Entre lo que m¨¢s le impresion¨® de lo que vio, ¡°los misioneros evangelistas tratando de explicar a los miembros de las tribus la resurecci¨®n de Cristo ?con la pel¨ªcula de Mel Gibson!¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.