Lucha contra el ERE
Un pa¨ªs arruinado, sin soberan¨ªa, con una corrupci¨®n estructural llamativa, y/o con un Ibex m¨¢s influyente que cualquier Gobierno, est¨¢ de campa?a
Eixample. Peluquer¨ªa femenina repleta de se?oras rubias. Primer acto vespertino de campa?a de Duran i Lleida, que se desplazar¨¢ hasta aqu¨ª para explicar a la Barcelona rubia sus propuestas para el colectivo de trabajadores aut¨®nomos. Mientras llega o no llega, les entretendr¨¦ con unas reflexiones hist¨®ricas sobre el inquietante concepto aut¨®nomo. El primer aut¨®nomo aparece citado en el Mahabharata. Krisna se aparece a un intocable, y le ofrece un deseo.
El pobre panoli no se lo piensa y va y le pide no estar nunca enfermo. Y dios, zas, le convirti¨® en aut¨®nomo. Les iba a explicar ahora el chiste del cura, el rabino y el aut¨®nomo pero, rayos, ya viene Duran. Saluda. Entra en la pelu. Como ustedes, la pregunta que me estoy haciendo ahora mismo es la del mill¨®n. A saber: ?qu¨¦-diablos-hace-un-calvo-en-una-pelu? En efecto, esa pregunta resume no s¨®lo esta campa?a, sino este momento hist¨®rico.
A ese hombre que, por primera vez en varias ¨¦pocas geol¨®gicas, no se sabe si ser¨¢ diputado, hace tan s¨®lo cuatro a?os ¡ªes decir, hace, si se fijan, 1.000 a?os¡ª, jam¨¢s se le hubiera ocurrido bajar a una pelu, a luchar a machete por su acta de diputado. Indicio po¨¦tico: en la anterior campa?a meditaba en una entrevista sobre su trayectoria profesional ¡ªm¨¢s de Krisna que de intocable¡ª, dejaba planear una cercana retirada y, tach¨¢n-tach¨¢n, verbalizaba expl¨ªcitamente su ¨¦poca y su oficio en esta frase: ¡°Me gustar¨ªa jubilarme en el consejo de una empresa¡±. Con un par. Bueno. En este preciso instante, Catalu?a y Espa?a est¨¢n repletas de se?ores y se?oras que se iban a jubilar en un consejo, luchando por su puesto de trabajo. Todo apunta a que el artista anteriormente conocido como CiU se va a descalabrar en Catalu?a. El PSOE desaparece en Euskadi. En Catalu?a y Pa¨ªs Valenciano pasa a ser una suerte de Deportivo Ir¨²n. El PP queda menos mal parado gracias a que Espa?a es ¡ªt¨¦cnicamente, espiritualmente y, glups, informativamente¡ª Soria.
Los partidos de la Restauraci¨®n2.0 se han acabado. Si esto fuera el siglo XIX, despu¨¦s de las elecciones se acababa la Restauraci¨®n2.0. Pero es el siglo XXI. Y la pol¨ªtica era s¨®lo lo que conduc¨ªa a jubilarte en un consejo. Es decir, es algo menos importante que un consejo.
Un pa¨ªs arruinado, sin soberan¨ªa, con una corrupci¨®n estructural llamativa, y/o con un Ibex m¨¢s influyente que cualquier Gobierno, est¨¢ de campa?a. Es decir, en la pelu. Duran empieza habla de aut¨®nomos. En Jap¨®n ¡ªen crisis hispana desde los 90¡ª, en la ¨²ltima campa?a ni se mencion¨® a los menores de 50. No acceder¨¢n a la estabilidad o a la jubilaci¨®n. No son el electorado. Aqu¨ª, hay otra cultura del parip¨¦. Y en campa?a se habla de aut¨®nomos, viejos, j¨®venes, mujeres. Incluso de parados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.