Illarramendi supera el mito de la novena sinfon¨ªa
El compositor acaba de editar su ¨²ltimo disco sinf¨®nico y esta semana estrena 'Zarautz' en Bilbao
El compositor ?ngel Illarramendi (Zarautz, 1958) vive uno de los momentos m¨¢s dulces de su carrera art¨ªstica. El pasado 5 de febrero vio la luz el disco con la grabaci¨®n de la Sinfon¨ªa N? 4 Ingenua y la Sinfon¨ªa N? 9, a cargo de la Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi, y esta semana se estrenar¨¢ su obra Zarautz por la Orquesta Sinf¨®nica de Bilbao en el Palacio Euskalduna. Y en breve estar¨¢ en los cines la ¨²ltima pel¨ªcula de Helena Taberna, Acantilado, cuya banda sonora tambi¨¦n ha compuesto el m¨²sico guipuzcoano. "No se puede pedir m¨¢s", dice Illarramendi: "Ahora es cuando se me est¨¢ reconocimiento muy trabajo. Estoy feliz".
Sony Classical ha editado sus sinfon¨ªas cuarta y novena, grabadas en directo en abril de 2005 por la Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi "con la grandiosidad que da un teatro lleno de p¨²blico y la viveza que eso produce en los m¨²sicos y el director". Illarramendi se muestra especialmente satisfecho del resultado del disco porque la Novena "no es f¨¢cil de interpretar". La orquesta vasca dirigida por Jos¨¦ Miguel P¨¦rez Sierra consigui¨® entender "a la perfecci¨®n" una obra "muy r¨ªtmica, con ritmos muy irregulares", hecha en un solo movimiento, como sus dos sinfon¨ªas anteriores (la S¨¦ptima y la Octava, ninguna de ellas bautizada).
Illarramendi cree superado el "mito de la novena", esa maldici¨®n que se ha instalado en el mundo de la m¨²sica cl¨¢sica tras la muerte de grandes compositores tras componer nueve sinfon¨ªas, aunque para romper el maleficio est¨¢ el maestro Shostakovich, que cre¨® 15 sinfon¨ªas. "Yo ya me puedo morir tranquilo", dice el compositor guipuzcoano. Metido en faena en su estudio de Hondarribia, en una privilegiada atalaya junto al campo de golf de Jaizkibel, todav¨ªa no ha comenzado a componer la d¨¦cima sinfon¨ªa, porque "entre obra y obra hay que dejar un tiempo de reposo, como el barbecho en la tierra".
Termin¨® su primera sinfon¨ªa con 25 a?os y eso le abri¨® las puertas del cine, con su participaci¨®n en la banda sonora de Tasio, de Montxo Armendariz, el comienzo de una dilatada carrera musical para el cine de la mano, principalmente del productor vasco El¨ªas Querejeta, "un gran amigo". Despu¨¦s vinieron El hijo de la novia, Luna de Avellaneda, Yoyes o Teresa, el cuerpo de Cristo. Su ¨²ltima intervenci¨®n para el cine es Acantilado, de Helena Taberna, con la que ha colaborado en varios filmes. "El cine ha sido un complemento estupendo para m¨ª. Pero si tengo que destacar algo es mi faceta sinf¨®nica", afirma.
Las nueve sinfon¨ªas, de las que se han editado cuatro (la tercera, cuarta, s¨¦ptima y novena), son "un diario ¨ªntimo de mi carrera musical", un "recorrido vital" que le ha permitido "expresar con libertad lo que llevo dentro. Es lo ¨²nico que me interesa en estos momentos: la libertad total. Que la m¨²sica fluya bien, y eso se consigue principalmente con la m¨²sica sinf¨®nica".
"La m¨²sica cl¨¢sica vive un buen momento. Y el m¨ªo tambi¨¦n es bueno. Se me est¨¢ moviendo la obra pese a que cuesta mucho estrenar", explica el m¨²sico, que ya cuenta con "unos 24 discos editados", de los que dos tercios corresponden a bandas sonoras.
Ya no hay tantos prejuicios como antes en la m¨²sica cl¨¢sica, sentencia: "Vivimos tiempos m¨¢s desprejuiciados, despu¨¦s de unos a?os en los que imper¨® el atonalismo. Fue muy duro porque se intelectualiz¨® demasiado la m¨²sica. Yo, en cambio, nunca he renunciado a la melod¨ªa. Yo soy un m¨²sico cantor. Canto todo, hasta la percusi¨®n. Antes ten¨ªas que estar en la vanguardia, mal llamada vanguardia, que estuvo bendecida por la cr¨ªtica y los conservatorios. Era como una especie de dictadura, porque para que te aceptasen ten¨ªas que hacer ese tipo de m¨²sica. Le llamaban m¨²sica contempor¨¢nea, algo absolutamente pretencioso. Yo comprendo que se tomen todo tipo de caminos, porque el ser humano es muy curioso. A m¨ª me ha servido para saber lo que no tengo que hacer, aunque tambi¨¦n me considero heredero de todo".
Autor de un Concierto para clarinete, piano, viola y orquesta, a¨²n por estrenar, y trabajos para el teatro, una ¨®pera de c¨¢mara y m¨²sica coral, Illarramendi est¨¢ ahora con la mente puesta en el estreno de Zarautz, un poema sinf¨®nico que compuso en 2002 por encargo del Ayuntamiento de su localidad natal y que entonces "no se preocuparon de moverlo". Su primera puesta en escena ser¨¢ los d¨ªas 18 y 19 de febrero en el Euskalduna a cargo de la Orquesta Sinf¨®nica de Bilbao, dirigida por Nabil Shehata. Despu¨¦s se interpretar¨¢ el 9 de junio en el Auditorio Nacional de Madrid por la Orquesta Cl¨¢sica Santa Cecilia, bajo la batuta de Grzegorz Nowak y con Janina Fialkowka al piano.
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