Catalu?a registra la cifra m¨¢s baja de homicidios de la ¨²ltima d¨¦cada
La mitad de las muertes son por violencia dom¨¦stica y violencia machista


Catalu?a registr¨® el a?o pasado la cifra m¨¢s baja de homicidios de la ¨²ltima d¨¦cada, con 42 muertes violentas. Muy lejos quedan los 96 casos que se acumularon en la estad¨ªstica policial en 2010. O los 81 de 2009. Pero tampoco existe un porqu¨¦ claro. El ¨²nico elemento indudable es que a?o tras a?o, los balances delincuenciales tienden a ser mejores que los anteriores.
¡°No hay una explicaci¨®n, es azaroso¡±, admite el inspector de los Mossos d¡¯Esquadra, Ramon Grasa, n¨²mero dos de la Divisi¨®n de Investigaci¨®n Criminal, que repasa r¨¢pidamente algunas cifras (62 muertos en 2008, 75 en 2011, 74 en 2012, 43 en 2013 y 55 en 2014...). Aunque a veces hay elementos distorsionadores, apunta, como el de Joan Vila, conocido como el celador de Olot, que en 2010 confes¨® haber matado a 11 ancianas a las que cuidaba en la residencia La Caritat.
Sobre su mesa, en una carpeta, Grasa tiene la otra cara de la moneda, alejada de los fr¨ªos n¨²meros: las historias concretas, las vidas detr¨¢s de cada asesinato y homicidio que ocurri¨® el a?o pasado en Catalu?a. El 30% fueron casos de violencia dom¨¦stica: las muertes en el ¨¢mbito familiar que no es entre parejas. La cifra se ha triplicado (en 2014, supon¨ªa el 10%). En cinco casos, las v¨ªctimas fueron padres asesinados por sus hijos, como pas¨® en Martorell (un joven mat¨® a su madre), en Sant Cugat (un hombre con esquizofrenia asesin¨® a sus padres), en Sants (un joven acab¨® con la vida de su madre y de su hermana) o en Rub¨ª (un menor degoll¨® a su madre).
El suceso m¨¢s dram¨¢tico, al rev¨¦s, fue el de una madre en Girona que el 9 de diciembre salt¨® de un decimotercer piso despu¨¦s de haber empujado a sus dos hijas de 10 a?os y 10 meses. A caballo entre la violencia dom¨¦stica y la de g¨¦nero, que supuso el 20% de los casos (un 10% menos que el a?o anterior), est¨¢ el de un hombre en Castelldefels, Ricardo Fern¨¢ndez, que la noche del 12 de agosto, cogi¨® su pistola, mat¨® a su pareja, a sus dos hijos, de 12 y 7 a?os, y despu¨¦s se suicid¨®. Y tambi¨¦n el de un padre, en Pontons, que fue quien materializ¨® un crimen pactado y planeado, fruto de la desesperaci¨®n, de toda la familia: mat¨® a su hija, a su mujer y luego se suicid¨® porque ya no pod¨ªan hacerse cargo de la hija, que padec¨ªa un trastorno mental.
El resto de muertes del a?o se produjeron por peleas (16%). Y entre estos casos, recuerda Grasa, se incluye el del menor del instituto Joan Fuster, que entr¨® armado en el colegio con una especie de ballesta casera y un cuchillo, y mat¨® a su profesor de ciencias sociales. El adolescente era inimputable, ten¨ªa 13 a?os, en el momento del crimen, que cometi¨® cuando sufr¨ªa un brote psic¨®tico. El resto de muertes son robos con violencia (tres de ellos) o por cuestiones de drogas, entre delincuentes.
Entre los casos no resueltos, los Mossos tiene en el punto de mira el homicidio de un m¨¦dico en Lleida, en el centro, por la calle, en junio. El hombre fue acuchillado por alguien que a¨²n no se sabe qui¨¦n es. La polic¨ªa sospecha que fue una agresi¨®n aleatoria, sin ning¨²n motivo. ¡°Pero lo resolveremos¡±, sentencia Grasa. Tambi¨¦n sigue sin respuesta el robo a una anciana que muri¨® d¨ªas despu¨¦s en el hospital, en Hospitalet, y el de un beb¨¦ que se encontr¨® en un contenedor en Santa Coloma de Gramenet.
Grasa destaca el elevado ¨ªndice de resoluci¨®n (solo tienen 4 casos sin resolver) de la polic¨ªa catalana, y cuenta que en muchas ocasiones encuentran al autor de manera bastante r¨¢pida y sencilla. Otras veces, en cambio, los asesinatos requieren m¨¢s investigaci¨®n, como el caso en marzo de un hombre marroqu¨ª que apareci¨® muerto a tiros en el rellano de un edificio en Cunit¡ Los Mossos concluyeron que se trataba de un asunto de drogas y detuvieron nueve meses despu¨¦s a cuatro personas, acusadas del crimen. O el caso de una mujer que llevaba tiempo desaparecida. La polic¨ªa encontr¨® sus huesos en Sants, en marzo; cuatro meses despu¨¦s detuvieron al presunto autor, David B. L., que era su expareja y que ya fue detenido por la muerte de otra novia.
?Pero se puede hacer algo m¨¢s en la prevenci¨®n de los homicidios? Mossos est¨¢ preparando un ambicioso plan de inteligencia, con el que extraer datos cualitativos, en distintas ¨¢reas, que permita trazar perfiles. ?Qu¨¦ se sabe del homicida? ?Ten¨ªa antecedentes por peleas? ?Por maltrato de animales? ?Qu¨¦ dicen sus resultados acad¨¦micos? ?Y su familia? Hasta entonces, habr¨¢ que esperar al azar de unos datos tan reducidos, que tienen un estrecho margen de mejora.
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