El aumento de triquinosis en los jabal¨ªes dispara las alarmas
El par¨¢sito causa una grave enfermedad al ser humano por el consumo de carne infectada
La presencia de la triquina en jabal¨ªes en Catalu?a se ha triplicado en los ¨²ltimos cuatro a?os. Si en 2011 estaba infectado con este par¨¢sito peligroso para el hombre cerca de uno de cada mil ejemplares cazados, esta ¨²ltima temporada la cifra de animales que han dado positivo en los an¨¢lisis se ha disparado hasta uno de cada 300 ejemplares.
A la gran proliferaci¨®n de jabal¨ªes en territorio catal¨¢n, que ha llevado a declarar la alerta cineg¨¦tica en casi la mitad de las comarcas, se suma la mala pr¨¢ctica de algunos cazadores que llegan a consumir las piezas cazadas sin los controles pertinentes. Veterinarios, responsables de las salas de tratamiento y cotos de caza alertan del ¡°preocupante¡± incremento de la triquina y de su potencial incidencia en la salud p¨²blica. El consumo de carne infectada causa una grave enfermedad en las personas, por lo que la administraci¨®n pide un ¡°autoconsumo responsable¡±.
Seg¨²n Salud P¨²blica, de los 1.964 animales analizados en 2013 se detectaron seis casos positivos en triquina. En 2014 fueron 14 de 4.900 y en 2015 28 de 8.000 animales. La Generalitat defiende que el aumento de casos detectados es proporcional al de ejemplares cazados, aunque estas cifras son cuestionadas por fuentes del sector, que apuntan que los casos reales podr¨ªan ser m¨¢s del doble.? Estas fuentes aseguran que de los 40.000 ejemplares que ser¨¢n abatidos esta temporada, solo la mitad pasar¨¢ por las salas de tratamiento.
Un fallo en los sistemas de control infect¨® a 14 belgas
El mayor fallo en los sistemas de control de la Generalitat sobre la carne de jabal¨ª destinada a consumo humano provoc¨® a finales de 2014 un grave brote de esta enfermedad en B¨¦lgica. Tres restaurantes de ese pa¨ªs sirvieron carne infectada procedente de un comercializador de Girona, que seg¨²n las investigaciones en marcha, hab¨ªa obtenido la carne de una empresa situada en la comarca de Osona.
Un total de 14 personas, entre ellas varios menores, sufrieron las consecuencias de la triquinosis, que van desde fuertes dolores y fiebre alta a graves da?os en ¨®rganos vitales. La mayor¨ªa de los infectados en B¨¦lgica requiri¨® asistencia hospitalaria y al menos tres han sufrido da?os pulmonares que les han dejado secuelas irreversibles.
El aumento de la triquinosis se debe, seg¨²n los expertos, a la suma de varios factores. Por una parte el aumento de jabal¨ªes y por otra el aumento de capturas, que tambi¨¦n hace que los cazadores dejen m¨¢s restos tirados en los bosques. Esto facilita el acceso de jabal¨ªes y otros animales a ellos, que a su vez resultan infectados si lo estaba la carro?a consumida.
Para la subdirectora de Protecci¨®n de la Salud, de la Agencia de Salud P¨²blica, Imma Cerv¨®s es muy importante que ¡°todos los que intervienen en el proceso de comercializaci¨®n de la carne de jabal¨ª, muy valorada y buena nutricionalmente, cumplan la normativa vigente para preservar la salud¡±. "No puede entrar en ning¨²n restaurante carne que no haya seguido los canales oficiales¡±, a?ade.
Cerv¨®s recuerda que ¡°la ¨²nica forma de matar el par¨¢sito es cocinar la carne a m¨¢s de 77? media hora porque la congelaci¨®n no lo mata¡±. Recuerda que la carne debe ser controlada y coincide con el presidente del Colegio de Veterinarios de Girona, Bernat Serd¨¤ en que ¡°es una imprudencia que los cazadores coman o regalen caza que no haya sido analizada¡±.
El n¨²mero de casos notificados de triquina en humanos en Catalu?a tambi¨¦n va al alza. Entre 2007 y 2011 no se detect¨® ning¨²n caso, en 2012 hubo dos infectados de una misma familia y en 2014, cuatro. El a?o pasado no hubo casos confirmados, sin embargo, saltaron las alarmas al saberse que los miembros de dos familias de la Selva y el Baix Empord¨¤ comieron jabal¨ª infectado. No esperaron al resultado de las pruebas y supieron que estaba infectado despu¨¦s de ingerirlo. ¡°Si alguien lo come antes es su responsabilidad, todos sabemos que no se debe hacer nunca¡± asegura Josep Maria Manera, presidente del Coto de caza de Sant Climent Sescebes. Como la incubaci¨®n del par¨¢sito dura de 7 a 15 d¨ªas pudieron seguir un tratamiento. El problema aparece cuando se detecta tras extenderse por el cuerpo. Los ¨ªndices de mortalidad son inferiores al 1% pero puede llegar al 35% si no se diagnostica y trata r¨¢pido.
Arnau Padrosa, due?o de la ¨²nica sala de tratamiento de carne de caza de Girona, explica que las pruebas establecidas por la Uni¨®n Europea deben hacerse a todas las muestras, con un coste por ejemplar que va de seis a nueve euros. Adem¨¢s, para eliminar los desechos cada coto deber¨ªa tener un contenedor de una empresa de gesti¨®n de residuos, lo que cuesta unos 420 euros por tonelada. El bajo cumplimiento de la normativa genera situaciones de riesgo, sobre todo cuando algunos cazadores acaban dejando deshechos en el bosque o en contenedores municipales, lo que dispara el riesgo de la propagaci¨®n de la triquinosis. Desde el sector se reclama que es la administraci¨®n la que deber¨ªa ayudar a sufragar estos gastos.
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