Las desigualdades sociales fijar¨¢n los recursos de los ambulatorios
La Generalitat se plantea asignar recursos a los centros m¨¦dicos en funci¨®n de su econom¨ªa
Las desigualdades sociales pasan factura a la salud. No es lo mismo lo que ve un m¨¦dico de un ambulatorio de Pedralbes que lo que llega a una consulta de Ciutat Meridiana. La renta familiar del primero es seis veces superior a la del segundo, la tasa de paro se dispara en el vecindario de Nou Barris y los niveles de escolarizaci¨®n y estudios superiores son mucho mayores en la barriada de la zona alta de Barcelona. Partiendo de que esas diferencias provocan m¨¢s o menos problemas sanitarios ¡ªel 80% de los determinantes de la salud son sociales¡ª, el Departamento de Salud ha decidido analizar las necesidades sociales de los catalanes para reasignar los recursos que destina a los centros de atenci¨®n primaria (CAP).
A partir de ahora, la hoja de ruta de los ambulatorios catalanes estar¨¢ definida por las necesidades socioecon¨®micas de su poblaci¨®n de referencia. El consejero de Salud, Toni Com¨ªn, anunci¨® hace unos d¨ªas que el Departamento radiografiar¨¢ la situaci¨®n social de los pacientes y, en funci¨®n de sus necesidades, repartir¨¢ los recursos en la atenci¨®n primaria. ¡°El principio que queremos aplicar no es el de ¡®a la misma poblaci¨®n, los mismos recursos¡¯, sino que ¡®a iguales necesidades, iguales recursos¡¯¡±, apunt¨®.
Hasta la fecha, Salud analizaba elementos demogr¨¢ficos y geogr¨¢ficos para repartir los presupuestos en los CAP. El ¨²nico criterio social que se mesuraba era el nivel de renta de los pacientes asignados. La nueva medida prev¨¦ estudiar los determinantes sociales que emplea el ¨ªndice MEDEA ¡ªque eval¨²a las privaciones de la poblaci¨®n para acceder a recursos sociales y materiales¡ª. El paro, el nivel de estudios o el fracaso escolar de los j¨®venes empezar¨¢n a contar tambi¨¦n.
Com¨ªn anunci¨® su medida en un lugar paradigm¨¢tico, el CAP de la Mina, ejemplo de eficiencia y buen hacer, seg¨²n el consejero, pese a los altos ¨ªndices de privaci¨®n que sufre su poblaci¨®n. ¡°Aqu¨ª tenemos mucho m¨¢s paro, menos escolarizaci¨®n y menos capacidad de autocuidado que en otras zonas de Barcelona. Tienen un estilo de vida poco saludable¡±, reflexiona la doctora Clara Pareja, directora del CAP. Precisamente esos condicionantes de salud elevan la prevalencia de diabetes, cardiopat¨ªas y problemas de salud mental. El ambulatorio tiene 15.000 pacientes asignados, la mitad de lo que suele tener de media uno en Catalu?a. ¡°A nuestra consulta viene el 84% de la poblaci¨®n asignada, es decir, mucha m¨¢s que otros centros y con mayor frecuencia debido a la complejidad de los problemas que presentan¡±, apunta Pareja. La doctora asegura que las facilidades de accesibilidad y la implicaci¨®n comunitaria en actividades sociales y de promoci¨®n de la salud son claves.
En otros ambulatorios susceptibles de recibir m¨¢s recursos dadas las condiciones sociales de su entorno aplauden la medida ¡°con matices¡±. ¡°Hay que saber si esta medida implica m¨¢s presupuesto o simplemente le quitan a unos para darles a otros y socializar la miseria¡±, apunta Joan Herreros, delegado de Metges de Catalunya (MC) en el CAP Gatassa de Matar¨®. El index MEDEA de su zona es ¡°catastr¨®fico¡± y sus recursos, muy limitados. Con un 34% de inmigraci¨®n, el idioma es un obst¨¢culo. Problemas de salud mental (depresi¨®n y ansiedad) por el estr¨¦s laboral y los apuros econ¨®micos, cardiopat¨ªas en pacientes j¨®venes y adicciones son habituales.
La doctora Silvia Membrilla, delegada de MC en el CAP Ramona Via de El Prat, se?ala algo similar. ¡°Cupos masificados¡± porque no se reponen facultativos, listas de espera de semanas para acudir al m¨¦dico de cabecera y problemas de salud mental en alza revelan la situaci¨®n ¡°dram¨¢tica¡± de su CAP. ¡°Tenemos pacientes mayores con un alto ¨ªndice de analfabetismo que, cuando van al especialista, no entienden nada y vuelven a la consulta para que le expliquemos¡±, apunta Membrilla. Las listas de espera tambi¨¦n provocan que los pacientes ¡°hiperconsulten¡±. En definitiva, m¨¢s carga de trabajo para unos facultativos que reclaman m¨¢s tiempo.
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