Los conflictos laborales complican la gesti¨®n de Colau

El pasado activista de buena parte del actual Gobierno local de Barcelona, con la alcaldesa Ada Colau a la cabeza, se ha convertido en un fil¨®n para los trabajadores municipales, que rastrean las redes sociales en busca de antiguos mensajes de apoyo de quienes ahora son sus patrones en los conflictos laborales abiertos con el Ayuntamiento. Aunque estos tienen su origen en mandatos pasados, es ahora cuando adquieren mayor dimensi¨®n. La lucha m¨¢s grande se libra bajo tierra. Tras la huelga durante el Mobile World Congress, la plantilla de Metro ha vuelto a convocar paros, esta vez parciales, pero repartidos a lo largo de d¨ªas clave.

El cl¨¢sico Bar?a-Madrid del pr¨®ximo 2 de abril volver¨¢ a poner a prueba la movilidad en la ciudad. La magnitud del reto ser¨¢ menor a la que supusieron las huelgas de 24 horas durante el Mobile World Congress (MWC), pero los incidentes protagonizados esta semana en los andenes por los hinchas del Arsenal desaconsejan reducir el personal durante estos eventos.

Las dos plantillas de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) est¨¢n dispuestas a conseguir convenios colectivos que compensen cuatro a?os de congelaci¨®n salarial. Cada una lo hace a su manera. La de Metro (3.700 personas) aprovecha la concordia que reina entre sus sindicatos para convocar paros en fechas estrat¨¦gicas. Tras las huelgas durante el congreso de m¨®viles, TMB reanud¨® con el comit¨¦ de empresa la negociaci¨®n del convenio.

Los trabajadores exigen un incremento que ronde los 55 euros mensuales en 2016. La empresa ofrece uno de 22. Los empleados critican la falta de transparencia, ya que aseguran que TMB paga planes de pensiones, seguros de salud y otros beneficios a las 291 personas que tiene fuera de convenio. Este punto es otro conflicto latente: la empresa ha sido condenada a aplicarles el convenio, pero todav¨ªa est¨¢ a la espera del proceso ejecutorio. Si los paros del 2 de abril no dan frutos, el comit¨¦ convocar¨¢ otros dos de 24 horas el 25 y 28 del mismo mes. Medidas que la direcci¨®n y el Consistorio consideran ¡°desproporcionadas¡±.

A diferencia de Metro, el personal de autobuses no se volc¨® de forma masiva en las ocho jornadas de paros en febrero. La plantilla (4.138 personas), lleva m¨¢s de un a?o negociando un nuevo convenio y los sindicatos mayoritarios en su comit¨¦ ¡ªUGT, CC OO y SIT¡ª llegaron a cerrar dos preacuerdos con la direcci¨®n, pero ambos fueron rechazados en sendas asambleas. Fuentes de CGT, que lider¨® las huelgas, explican que los documentos no recog¨ªan ninguna de las cuatro reivindicaciones de los trabajadores. Estos exigen un aumento salarial superior al 1% que ofrece la empresa y el fin de la precariedad.

Las externalizaciones ¡ªsiempre han sido consideradas un foco de precariedad por Barcelona En Com¨², el partido de Colau¡ª son otro foco de conflicto. La formaci¨®n se comprometi¨® durante la campa?a electoral a establecer un sello de calidad que certifique que las empresas que optan a contratos p¨²blicos respetan los derechos laborales y ofrecen remuneraciones dignas, pero casi un a?o despu¨¦s, todav¨ªa no ha superado la fase de dise?o. Aun as¨ª, fue a esta promesa a la que se aferraron los socorristas de Cruz Roja que se encerraron el viernes de la semana pasada en la sede del Consistorio.

Tras casi 20 horas de encierro, a las cuatro de la madrugada, la concejal de Urbanismo, Janet Sanz, se comprometi¨® por escrito a mantener los 70 puestos de trabajo y las condiciones laborales del colectivo. Sanz tambi¨¦n se ha comprometido este mes a cubrir todas las bajas por jubilaci¨®n del personal de Parques y Jardines.

Al Ayuntamiento le quedan otros retos como el de qu¨¦ suceder¨¢ con los trabajadores de las tres guarder¨ªas que quiere remunicipalizar, las protestas del comit¨¦ de empresa de Barcelona Activa por el aumento de contrataci¨®n de directivos y la negociaci¨®n del nuevo convenio colectivo de empleados municipales, que afecta a 9.000 personas.