Educaci¨®n XXI

Durante los ¨²ltimos meses, y en especial en estas ¨²ltimas semanas, la actualidad ha tenido puntos muy calientes que han acaparado la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, y han generado debates y mucha preocupaci¨®n. Los acontecimientos que estamos viviendo ponen de manifiesto que los principios del siglo XXI son un per¨ªodo de una enorme transformaci¨®n social y que, frente a ella, la capacidad de adaptaci¨®n de nuestras sociedades est¨¢ siendo lenta, y por tanto insuficiente. No voy a hablar de ning¨²n acontecimiento concreto; ya lo he hecho en otros momentos. Quiero hablar de un tema que no es actualidad, pero est¨¢ muy relacionado con todos ellos: la educaci¨®n que necesitamos para el siglo XXI, y que a¨²n no tenemos.

Expreso mi preocupaci¨®n en seis frases que sintetizan algunos elementos profundos de actualidad, tal vez algo exageradas pero llenas de verdad: 1. El papel del ¡°trabajo¡± en la vida personal ya no es lo que era hace 30 a?os; la estabilidad laboral ha cambiado y tener trabajo puede dejar de garantizar los ingresos indispensables para el presente y para el futuro. 2. La ¡°unidad familiar¡± ha cambiado much¨ªsimo; tanto por la naturaleza de la pareja, como por la distribuci¨®n de responsabilidades en relaci¨®n a los hijos y a la escuela. 3. La movilidad personal ha crecido al igual que la conectividad a distancia, haciendo aumentar mucho la pluralidad social y dise?ando una nueva ¡°relaci¨®n social¡±. 4. El ¡°acceso¡± a la informaci¨®n y al conocimiento se ha revolucionado, y se ha pasado de la escasez al exceso. 5. ?Hasta la ¡°guerra¡± de hoy ha dejado de ser lo que era, aunque sigue causando el mismo dolor¡­! 6. Pero la educaci¨®n sigue siendo muy parecida a la que conocimos en el siglo pasado, y ¨¦ste es uno de nuestros principales problemas.

Para m¨ª, la finalidad central de la educaci¨®n (?no s¨®lo de la escolar, sino de toda la educaci¨®n!) es ayudar a todas las personas (a lo largo de toda su vida, y m¨¢s intensamente en sus primeros a?os) a que desarrollen todas sus capacidades y adquieran las habilidades y los conocimientos que les permitan conseguir la felicidad personal y contribuir al bienestar colectivo. Para ello es imprescindible que los procesos educativos, en la familia, en la escuela, en el trabajo, en el tiempo libre, se adapten a los cambios que se producen en la sociedad. En sociedades de ¨¦pocas con mayor estabilidad, este objetivo era menos dif¨ªcil de conseguir. Pero cuando estos cambios son profundos y muy r¨¢pidos es necesario replantear muchos elementos del proceso educativo. Algunos tienen que ver con el ¡°qu¨¦¡± y otros con el ¡°c¨®mo¡±. El ¡°cu¨¢ndo¡± ya lo hemos constatado: Aprender a lo largo de toda la vida.

Respecto al qu¨¦, es evidente que cada vez es menos importante la transmisi¨®n de conocimientos, que ya se pueden adquirir por otros caminos, y son m¨¢s necesarias la formaci¨®n de la personalidad y el aprendizaje de habilidades, entre ellas la habilidad de aprender. El ¡°c¨®mo¡± es en buena parte una consecuencia: No se trata tanto de ense?ar como de ayudar a aprender, y por tanto el ejemplo y la empat¨ªa del que ense?a, y la predisposici¨®n del que aprende, son m¨¢s importantes que el flujo de conocimientos.

La preocupaci¨®n que he expresado me ha llevado a releer pasajes del Informe que, a petici¨®n de la UNESCO, hizo en 1994 un grupo de expertos presididos por Jacques Delors (estaba yo entonces cooperando con ¨¦l en Bruselas). He comprobado el car¨¢cter anticipador de estas personas, pero he constatado al mismo tiempo el poco seguimiento que han tenido sus recomendaciones, mientras que, desde entonces, la evoluci¨®n de los cambios previstos se ha acelerado notablemente.

Aprovechando esta semana de relativo descanso, he intentado actualizar la reflexi¨®n y he encontrado algunos textos cortos que me han sido muy ¨²tiles. En relaci¨®n al ¡°qu¨¦¡±, alg¨²n documento de trabajo disponible en la web de la Fundaci¨®n Jaume Bofill sobre seminarios realizados alrededor de los Informes de la OCDE Trends Shaping Education (Tendencias que perfilan la educaci¨®n); informes que contienen una clara descripci¨®n de los retos que suponen estos cambios. Y en relaci¨®n al ¡°c¨®mo¡±, un entra?able libro, Educar Millor, en el que Carles Capdevila reproduce once conversaciones con veteranos profesionales de la educaci¨®n que aportan algunos testimonios de gran valor. Los recomiendo.

Joan Maj¨® es ingeniero y ex ministro.