David Moner, pasi¨®n por el deporte y compromiso
El abogado y dirigente deportivo, expresidente de la Uni¨® de Federacions Catalanes, fallece a los 83 a?os
Los recuerdos se agolpan en mi cabeza cuando un compa?ero de la redacci¨®n me comunica que David Moner ha fallecido. Mi relaci¨®n con ¨¦l comenz¨® cuando fue elegido Presidente de la Uni¨® de Federacions Esportives Catalanes (UFEC) en 1996, pero se consolid¨® r¨¢pidamente y se convirti¨® en amistad a medida que nos fuimos conociendo. Era f¨¢cil entenderse con ¨¦l. Desde el primer momento esgrimi¨® una franqueza que logr¨® sorprenderme. Era sincero y no se escond¨ªa cuando las situaciones le obligaban a comprometerse con las cosas.
En realidad, esa fue una de las premisas que marcaron toda su vida: su valent¨ªa. Tal vez, porque siempre se sinti¨® protegido. Por su padre, una persona de prestigio social en aquella sociedad de principios del siglo pasado, o por su amistad con dirigentes de Converg¨¨ncia cuando CiU marcaba las pautas de la pol¨ªtica catalana. Moner afrontaba las situaciones m¨¢s comprometidas con un sentido de absoluta libertad, no se sent¨ªa cohibido ni coaccionado por otras cuestiones que no fuesen sus intereses, en cuestiones personales, o los del deporte catal¨¢n, cuando fue dirigente de las federaciones catalanas de remo y de nataci¨®n y m¨¢s tarde de la UFEC.
Varias veces acud¨ª a su despacho de la V¨ªa Augusta simplemente para hablar con ¨¦l. Se mostraba orgulloso de la obra que hab¨ªa creado, pero al mismo tiempo hablaba con la humildad del amigo que no quiere esconder nada. Fue all¨ª, sentado frente a la mesa de su despacho, donde comenc¨¦ a descubrir la enorme dimensi¨®n de la persona que ten¨ªa enfrente. David Moner dej¨® plantado a su padre, tras haberse licenciado como abogado, porque le parec¨ªa poco las 800 pesetas que le pagaba por su trabajo. Decidi¨® crear su propio bufete de abogados y renunci¨® al apoyo familiar que tantas puertas le habr¨ªa abierto.
Afrontaba las situaciones m¨¢s comprometidas con un sentido de absoluta libertad
¡°Ped¨ª un cr¨¦dito al banco¡±, contaba. ¡°Y lo gast¨¦ en relaciones p¨²blicas. Pero cundi¨®, porque el Conde de Ybarra se comprometi¨® a convertirme en su abogado si le resolv¨ªa un conflicto que ten¨ªa con su personal¡±. A espaldas de la empresa, Moner pact¨® con la otra parte para asegurarse ganar el juicio. Y as¨ª empez¨® su carrera de abogado y la construcci¨®n de un bufete que tiene representaci¨®n en Barcelona, Madrid, Palma, Sevilla y M¨¢laga, y que cuenta con alrededor de 100 empleados.
Su otra pasi¨®n fue el deporte. Lo practic¨® de joven y se convirti¨® luego en uno de los dirigentes m¨¢s destacados del deporte catal¨¢n. Defendi¨® los intereses del remo, especialmente en Banyoles ¡ªde donde se sent¨ªa originario¡ª y logr¨® que acudieran a su lago a competir las tripulaciones de las universidades de Oxford y Cambridge, antes de convertirla en unas de las sedes ol¨ªmpicas en 1992. En su etapa como presidente de la nataci¨®n catalana (1977-1995) remodel¨® la piscina Sant Jordi y el d¨ªa de la inauguraci¨®n se enfrent¨® a la polic¨ªa que no quer¨ªa que se celebrase el partido Catalunya-Francia de waterpolo. ¡°Ellos quer¨ªan que sonara el himno de Espa?a, pero me negu¨¦. Pactamos el ol¨ªmpico y me multaron con 10.000 pesetas¡±, cont¨® luego.
Luchador y honesto
En sus primeros a?os en la UFEC mantuvo un enfrentamiento con la Secretaria General del Deporte de Catalunya, porque asumi¨® funciones de financiaci¨®n de las federaciones que probablemente no le correspond¨ªan. Pero cuando todo el mundo imaginaba un enfrentamiento abierto con el entonces secretario de deportes de la Generalitat, Ivan Tibau, los tres ¡ªtodos con ra¨ªces gerundenses¡ª nos reunimos m¨¢s de una vez a tomarnos unas gambas en Cal Parrufu (Hostalric) en una clara muestra de que sus relaciones eran muy buenas. La aportaci¨®n de Moner al deporte fue reconocida con m¨²ltiples galardones: Orden Ol¨ªmpica de Plata, Orden del M¨¦rito Internacional de la Rep¨²blica Francesa, Medalla de Plata al M¨¦rito Deportivo del ayuntamiento de Barcelona, Medalla de Oro de la FC de Remo, Medalla de Oro de la FE de Nataci¨®n, Anillos de Oro del COI, y tambi¨¦n la Creu de Sant Jordi.
David Moner fue un luchador, no al gusto de todo el mundo. Pero amigo de sus amigos y honesto consigo mismo. Encontraba caminos para afrontar las situaciones m¨¢s adversas. Y sab¨ªa vivir bien. Durante muchos a?os tuvo una mesa reservada en el restaurante Botafumeiro, donde acud¨ªa habitualmente y era lugar de reuniones para ¨¦l. Y siempre quiso mantener una relaci¨®n especial con Banyoles. All¨ª manten¨ªa su casa familiar y muy buenos amigos. Ahora, a los 83 a?os, ha dicho adi¨®s. Descanse en paz.
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