Un pa¨ªs de ¡®s¨ªndics¡¯

Casi cuatro millones de catalanes tienen tres defensores del pueblo a los que acudir: el estatal, el auton¨®mico y otro local. En 38 municipios que suman esa poblaci¨®n, los Ayuntamientos cuentan con una figura propia, siendo Catalu?a el ¨²nico territorio europeo que cuenta con esta figura. El s¨ªndic ciutad¨¤ intenta mediar entre los habitantes y la administraci¨®n en los asuntos m¨¢s cercanos: peleas de vecinos, heces de perro, quejas por los Servicios Sociales, ruidos... En otros 23 Consistorios esta funci¨®n se ha externalizado al S¨ªndic de Greuges, que la realiza sin coste adicional. Los defensores municipales defienden su papel por la proximidad. Rafael Rib¨® insiste en que la figura local solo es eficaz si cuenta con los medios e independencia suficientes.

¡°Hay mucha gesti¨®n detr¨¢s de cada queja o consulta. Atender, investigar, escribir las resoluciones¡±, justifica Joan Barrera, el periodista que es el S¨ªndic de Cornell¨¤. Recibi¨® 188 quejas y seis consultas y abri¨® siete actuaciones de oficio en 2015. Todos los defensores est¨¢n obligados a presentar memorias anuales y llevarlas a los plenos municipales pero una comparaci¨®n es dif¨ªcil pues los criterios no est¨¢n homologados.

Siete mujeres

Los defensores tienen recursos muy limitados para cumplir con sus labores. Barrera, por ejemplo, tiene una secretaria a su cargo. Barcelona aparte, solo los grandes municipios como Lleida, Terrassa o Badalona se permiten un peque?o equipo de hasta tres personas. A nivel de transparencia, son muy pocos los municipios que desglosan el coste de mantener esta figura. En el caso de Mollet, las cuentas detallan partidas por un total de 33.689 euros al a?o, incluyendo el sueldo de Llu¨ªs Mart¨ªnez Camps. El defensor de Sant Feliu de Gu¨ªxols tiene un presupuesto de 10.000 euros, sin contar su sueldo. La de la capital catalana tiene diez veces m¨¢s dinero.

Amposta y Lleida se pelean por ser el primer municipio en tener un s¨ªndic, que potenci¨® la ley de r¨¦gimen local catalana de 2002. Un cargo que es eminentemente masculino. Montserrat Moreno, defensora de Vilanova del Vall¨¨s (5.241 habitantes), es una de las siete catalanas que ostenta el cargo. Y lo hace de manera voluntaria, como otros cinco. Un total de 17 s¨ª tienen un salario asignado, que var¨ªa seg¨²n el municipio y otros nueve reciben dietas. En la mayor¨ªa de los casos, los periodos son de cinco a?os (el de Rib¨® es de nueve), aunque a diferencia del S¨ªndic en la mayor¨ªa de los casos se pueden tener dos mandatos consecutivos.

Varios defensores est¨¢n en funciones porque los Ayuntamientos no han encontrado sustitutos. Es el caso de Sabadell, Sant Boi de Llobregat o Barcelona, donde se est¨¢ realizando una consulta con los ciudadanos que solo ha conseguido unos 4.200 votos. Cuatro plazas est¨¢n vacantes: Cambrils, Amposta, Rub¨ª, y Tiana, ¡ªdonde esperan a alguien desde 2010¡ª. En Ulldecona tambi¨¦n se elimin¨® el cargo pero el Ayuntamiento ha declinado contestar por qu¨¦.

La cuesti¨®n del salario y los medios ha hecho variar la lista de defensores locales. La s¨ªndica de Terrassa, por ejemplo, deja el cargo por falta de retribuci¨®n. ¡°Solo pido algo digno, nada m¨¢s¡±, explica Isabel Marqu¨¨s. Hasta ahora cobraba 500 euros mensuales por dedicaci¨®n completa. En 2015 tramit¨® 592 consultas y 196 quejas. Josep Escart¨ªn, su hom¨®logo de Sabadell, con aproximadamente la misma poblaci¨®n, cobra 850 euros mensuales (225 quejas). En el caso de Santa Coloma, por ejemplo y casi la mitad de la poblaci¨®n, Fernando Oteros tiene el salario de un regidor: 35.000 anuales.

El S¨ªndic catal¨¢n colabora con los defensores locales y comparten informaci¨®n. El a?o pasado, Rib¨® env¨ªo 115 quejas a 21 hom¨®logos municipales, por ser de sus competencias. ?stos, a su vez, le trasladaron 172. De hecho, un tercio de las quejas y actuaciones de oficio de Rib¨® tienen como destino Ayuntamientos. En otros municipios la colaboraci¨®n va mucho m¨¢s all¨¢. Media cincuentena ha formalizado convenios para que el S¨ªndic catal¨¢n asuma las quejas locales. Rib¨® asegura que los convenios no implican gasto a los municipios y la labor est¨¢ contemplada dentro de los 5,9 millones de euros, que incluyen los 114.000 euros anuales de su retribuci¨®n..

De hecho, Granollers y Tarragona decidieron eliminar la figura local en 2012 y 2013, respectivamente, y entregar sus funciones al equipo de Rib¨® como una manera de ahorrar. En la capital tarraconense el alcalde y los grupos municipales interpretaron que Francesc Ferrer, el ¨²nico que ostent¨® el cargo, incumpl¨ªa la incompatibilidad de no pertenecer a partidos o entidades. Ferrer era el presidente de una cofrad¨ªa y de un equipo de f¨²tbol, lo que motiv¨® que dimitiera minutos antes de la reuni¨®n de la junta de portavoces que le iba a cesar. ¡°Fue un malentendido y una mala interpretaci¨®n¡±, indican fuentes del f¨®rum de sindics locales?En T¨¤rrega, por el contrario, anunciaron el pasado enero la voluntad de crear la figura propia y acabar con el acuerdo firmado en 2009 con Rib¨®.

¡°Ahorramos dinero. Evitamos, por ejemplo, la judicializaci¨®n de muchos tr¨¢mites que se eternizar¨ªan en los juzgados entre ciudadanos y Administraci¨®n¡±, defiende Ramon Lloret, defensor de Girona y presidente del F¨®rum de S¨ªndics Locales de Catalu?a. ¡°Una cosa es el juez de paz y otra cosa es el ombudsman. Un defensor local solo tiene sentido si tiene medios, presupuesto e independencia¡±, asegura Rib¨®. En muchos casos, los s¨ªndicos locales son ayudados por personal del propio Ayuntamiento o tienen sus oficinas en la propia casa consistorial. ¡°El debate no es s¨ªndic o no; es si queremos instituciones cercanas que ayuden a la transparencia¡±, tercia Barrera.