El jefe de los Mossos cuestiona la autor¨ªa del pelotazo de goma que mutil¨® a una mujer
Ester Quintana, en el primer d¨ªa del juicio: "Ha llegado el d¨ªa, espero que se haga justicia"
El comisario jefe de los Mossos d¡¯Esquadra, Josep Llu¨ªs Trapero, trat¨® de sembrar este lunes la duda sobre el proceso judicial que afecta a dos de sus agentes, acusados de mutilar un ojo a Ester Quintana al lanzarle una pelota de goma. Coincidiendo con el primer d¨ªa del juicio, Trapero asumi¨® que Quintana fue herida en la actuaci¨®n policial. Pero mantuvo que los dos mossos procesados pueden ser inocentes y compar¨® su situaci¨®n con la de Dolores V¨¢zquez en el caso Wanninkhof. El comisario, sin embargo, no aport¨® ninguna nueva pista sobre qu¨¦ agente pudo disparar el arma.
Ester Quintana (46 a?os), paseaba por el Paseo de Gr¨¤cia de Barcelona la noche del 14 de noviembre de 2012. La jornada de huelga general hab¨ªa deparado altercados entre manifestantes y polic¨ªa. Pero a esa hora y en ese lugar, la situaci¨®n era de calma. As¨ª lo muestran una decena de v¨ªdeos exhibidos ayer, en la primera jornada del juicio. Poco antes de las 21 horas del 14-N, Quintana recibi¨® un fuerte impacto que le revent¨® el ojo izquierdo. Desde entonces, trata de demostrar que fue alcanzada por una pelota de goma que lanzaron los agentes antidisturbios de los Mossos.
¡°Ha llegado el d¨ªa que esperamos desde hace m¨¢s de tres a?os. Es un momento muy importante para todos los afectados por pelotas de goma¡±, explic¨® a su llegada a la Audiencia de Barcelona. Los dos mossos acusados, Eduardo C. y Lloren? B., entraron por una puerta lateral. Quintana pide nueve a?os de c¨¢rcel para cada uno de ellos al entender que, cuando dispararon el arma, eran conscientes de que pod¨ªan causar un gran da?o. La Fiscal¨ªa, en cambio, rebaja la petici¨®n a los dos a?os de c¨¢rcel porque atribuye a los agentes un delito de lesiones imprudentes.
¡°Estoy contenta de que se celebre el juicio, de que vayan a verse todas las pruebas y testigos que hemos recopilado (...) Solo espero que se haga justicia¡±, reclam¨® Quintana, que hoy declara como testigo ante el tribunal. Su caso provoc¨® un terremoto en el Departamento de Interior ¡ªforz¨® a dimitir al entonces director general de la polic¨ªa, Manel Prat¡ª y acarre¨® cambios en la gesti¨®n del orden p¨²blico: desde abril de 2014, los Mossos no pueden utilizar pelotas de goma. Tambi¨¦n sac¨® (y sigue sacando) los colores a Interior, que ha dado hasta media docena de versiones distintas de lo ocurrido aquella noche.
A¨²n hoy, con dos mossos en el banquillo, el Gobierno catal¨¢n sostiene ¡ªcontra el criterio de los informes periciales¡ª que Quintana no fue herida por una pelota de goma. El pasado septiembre, sin embargo, accedi¨® a indemnizar con casi 261.000 euros a la mujer en lo que supon¨ªa, de facto, una cierta asunci¨®n de responsabilidades. Ese paso adelante lleg¨® forzado por la posici¨®n de las abogadas de los dos polic¨ªas. En su escrito de defensa, admiten que la lesi¨®n fue causada por un ¡°proyectil¡± lanzado por un ¡°arma policial¡±. Pero insisten en que no fueron sus clientes, sino otros polic¨ªas del dispositivo, quienes dispararon.
A esa tesis de la defensa se ha abonado Interior y a ella se sum¨® abiertamente Trapero. El comisario record¨® que, mientras los Mossos celebraban el Dia de les Esquadres (su fiesta patronal) dos agentes de la Brigada M¨®vil (antidisturbios) ¡°est¨¢n defendiendo su inocencia¡± en los juzgados. El comisario no dijo abiertamente que los agentes est¨¦n exentos de culpa, pero apel¨® a su presunci¨®n de inocencia y sembr¨® dudas sobre la autor¨ªa al comparar el caso Quintana con el caso Wanninkhof, en el que una inocente, Dolores V¨¢zquez, fue condenada. ¡°No ser¨¦ yo quien me escude en conductas corporativistas. Pero hay que vigilar sobre la banalizaci¨®n de la presunci¨®n de inocencia, los juicios medi¨¢ticos y las condenas expr¨¦s¡±, dijo.
Trapero admiti¨® que las lesiones a Quintana las produjo un arma del cuerpo y record¨® que ya ha ¡°pedido perd¨®n¡± a la mujer. Y reconoci¨® que no dispone de ning¨²n dato objetivo para afirmar que otros antidisturbios causaran las lesiones, algo que la investigaci¨®n judicial ya descart¨® en su d¨ªa. ¡°El cuerpo no puede dar informaci¨®n de c¨®mo y qui¨¦n protagonizaron los hechos. No escondemos nada, pero no lo sabemos¡±.
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