Catal¨¤-Roca y diez disc¨ªpulos

En sus memorias, el fot¨®grafo?Francesc Catal¨¤-Roca (1922- 1998) explica que es amigo de todo el mundo, pero con poco consigue una amistad profunda. Uno de ellos fue el pintor Joan Mir¨®, al que conoci¨® en 1953 cuando el director de cine americano Thomas Bouchard realizaba un documental sobre el pintor y le pidi¨® a Catal¨¤-Roca que lo ayudara. Del a?o siguiente es la primera fotograf¨ªa que hizo del pintor. Es en la puerta de la catedral de Tarragona y Mir¨® aparece sonriendo de forma distendida. Desde entonces, naci¨® una gran amistad que perdur¨® m¨¢s de tres d¨¦cadas. Lo explica N¨²ria Gil, conservadora del Arxiu Catal¨¤-Roca que conserva el Col¡¤legi de Arquitectes de Catalu?a que ha proporcionado cerca de las treinta im¨¢genes de Benvolgut Mestre Catal¨¤-Roca, una doble exposici¨®n que se inaugura hoy en la Fundaci¨®n Setba, el centro cultural de la pla?a Reial.

Doble, porque junto a las im¨¢genes, retratos de personajes famosos y an¨®nimos realizados por Catal¨¤-Roca, como el de unos j¨®venes Ana Maria Matute, Joan Josep Tharrats y Joan Abell¨®, en 1952, Jean Cocteau, Josep Guinovart y Josep Llorens Artigas y Modest Cuixart, en 1953, Jacques-Yves Costeau, Antoni Clav¨¦, en 1954, La Chunga, en 1955, Joan Teixidor, Antoni T¨¤pies, en 1970 y Josep Pla, Antoni Saura, Eduardo Chillida, en 1975; se muestran 10 fotograf¨ªas de otros tantos fotoperiodistas actuales que han aceptado el juego (reto) que Cristina Sempere, directora de la fundaci¨®n y comisaria de la muestra de dialogar con las im¨¢genes del maestro. ¡°No pretendemos descubrir la importancia de Catal¨¤-Roca, pero si reivindicarlo¡±, explica Sempere que asegura que propuso a Sandra Balcells, Colita, Pepe Encinas, Joan Guerrero, Kim Manresa, Jordi Pol, Leopoldo Pom¨¦s, Txema Salvans, Tino Soriano, adem¨¢s de Andreu Catal¨¤, hijo de Francesc, ¡°si suscrib¨ªan el t¨ªtulo de la exposici¨®n, Benvolgut Mestre reconociendo as¨ª el papel capital de Catal¨¤-Roca en la fotograf¨ªa actual¡±.

Todos aceptaron. Y jugaron con las im¨¢genes que les proporcion¨® Sempere: A nivel de la composici¨®n como Sandra Balsells, que compara un cofrade siciliano con un marinero de la VI flota americana de 1953. A nivel de la mirada de los fotografiados, como la gitanilla de Pepe Encinas y la florista de 1954. A nivel de los gestos, como el quichua ecuatoriano de Joan Guerrero y el pastor de 1970, que se cubren el rostro de forma parecida; o a nivel de la sensualidad de las modelos. La fotografiada por Leopoldo Pom¨¦s de esbeltas piernas y la de la larga melena rubia de Monique, protagonista de Model de 1955; dos im¨¢genes que pod¨ªan intercambiar la autor¨ªa. ¡°Al ver las fotograf¨ªas todos buscaron una imagen suya que pudiera dialogar¡±, explica la comisaria que destaca que todos los personajes de esta serie son an¨®nimos excepto la imagen de Colita que muestra a un Dal¨ª en 1980, sin la fuerza y la vitalidad, en la mirada y el propio bigote, del Dal¨ª de 1952 que viv¨ªa su ¨¦poca de esplendor tras regresar de Estados Unidos y pintar sus obras m¨¢s reconocidas. ¡°Es tambi¨¦n un buen di¨¢logo¡±, admite Sempere.

Las fotograf¨ªas del maestro muestran, seg¨²n Gil el dominio de la luz y de la t¨¦cnica. ¡°No utilizaba flash, ni iluminaba de forma artificial, no hacia fotos de estudio, siempre buscaba algo que vinculara al personaje con su entorno, y acud¨ªa a los sitios en el momento concreto en busca de la luz que buscaba. Tambi¨¦n, que sus negativos eran casi perfectos, sin retoques, ni a?adidos. Las clavaba, porque tambi¨¦n todo era muy caro y hab¨ªa que economizar¡±, explica esta especialista y admiradora de Catal¨¤-Roca, que explica que las fotograf¨ªas de los artistas se publicaron en la publicaci¨®n Revista acompa?ados de textos del cr¨ªtico de arte Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera,

Las fotograf¨ªas de Catal¨¤-Roca son copias, de 70 por 70 cent¨ªmetros, que se realizaron para una exposici¨®n del Museo Morera de Lleida que ha itinerado por diferentes localidades de Lleida y ¨²ltimamente se ha visto en Vic (capital cultural de Catalu?a) y Manresa. Ahora la exposici¨®n llega por primera vez a Barcelona con el a?adido de los diez fotoperiodistas y exponiendo dos de las c¨¢maras fetiches del artista: su Hasselblad y su Leika, adem¨¢s de material fotogr¨¢fico como un par de ¨¢lbumes de contactos, dejando claro que Catal¨¤-Roca ha dejado grandes disc¨ªpulos.

La Fundaci¨®n Setba lleva desde 2009 instalada en un enorme piso de 300 metros de la plaza Reial de Barcelona. Cada a?o organiza cuatro o cinco exposiciones. Una de ellas, anual, destinada a recuperar la memoria de la plaza, a trav¨¦s de sus comercios como las que protagonizaba el Taxidermista o el Sidecar, o sus personajes, como la centrada en Fructu¨®s Canonge, un famoso abrillantador de calzado y mago que vivi¨® en este ecosistema cuadrado de la ciudad.