De la Serna cobr¨® un informe a la empresa p¨²blica para la que trabajaba

Pedro G¨®mez de la Serna, exdiputado del PP e investigado por la Audiencia Nacional, ha reconocido ante la Comisi¨®n de Corrupci¨®n de la Asamblea de Madrid que recibi¨® 12.000 euros por la redacci¨®n de un informe de 30 p¨¢ginas (a 400 euros el folio) en su etapa como asesor jur¨ªdico de la Fundaci¨®n Arpegio, cargo que ejerci¨® de marzo 2007 a julio de 2011. El documento, que era un encargo especial, versaba sobre la nueva ley de contratos del sector p¨²blico que entr¨® en vigor en mayo de 2008. El trabajo le llev¨® dos meses y considera que ¡°est¨¢ en precio, es barato¡±. La Comisi¨®n parlamentaria investiga la gesti¨®n de 10 millones de dinero p¨²blico que se realiz¨® desde la Fundaci¨®n Arpegio.

En total, cobr¨® por sus servicios como asesor unos 157.000 euros, a raz¨®n de 3.030 euros mensuales, cantidad que baj¨® a los 2.472 a partir de enero de 2012 porque ¡°el trabajo hab¨ªa bajado¡±. El exasesor asegur¨® no tener conocimiento ¡°de que haya habido ni un solo pago sin control¡± en la instituci¨®n.

El compareciente fue parlamentario del PP en las dos ¨²ltimas legislaturas, pero a mediados de enero pidi¨® la baja e ingres¨® en el grupo mixto, debido a la investigaci¨®n abierta en la Audiencia Nacional por presuntos delitos de corrupci¨®n en las transacciones econ¨®micas internacionales, cohecho, blanqueo de capitales y organizaci¨®n criminal. A este respecto ha se?alado a los diputados regionales, que ese proceso surge de ¡°una extorsi¨®n¡± y que est¨¢ montado con documentos y testimonios falsificados. Est¨¢ seguro de que ¡°saldr¨¢ limpio¡± del proceso. El exembajador Gustavo de Ar¨ªstegui tambi¨¦n est¨¢ siendo investigado por la misma causa.

?C¨®mo y a qui¨¦n contrataba la Fundaci¨®n Arpegio?, ¡°yo no lo s¨¦¡±, ha respondido. Apunt¨® a los presidentes de Arpegio como los que tomaban las decisiones pol¨ªticas de que convenios se firmaban o no. Fuero tres: Francisco Granados, exconsejero de Presidencia y ahora en prisi¨®n por el caso P¨²nica (al que ¡°no conoci¨®¡±); Beatriz Elorriaga y Ana Isabel Mari?o. A Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, la conoci¨® ¡°m¨¢s tarde¡±. Record¨® que ¨¦l era asesor jur¨ªdico, el encargado de redactar informes y contratos. La que recib¨ªa ¡°instrucciones del presidente (el consejero de turno) era la directora, Carmen Plata. Luego le llamaba y le comunicaba con quien se deb¨ªan formalizar los convenios de patrocinio. ¡°Nunca tuve que rechazar ning¨²n proyecto porque pudiera ser ilegal¡±, ha puntualizado.

Su contrataci¨®n parti¨® de la directora general de la Fundaci¨®n, a quien conoci¨® en su etapa como asesor del Ministerio del Interior. Tambi¨¦n ejerci¨® de jefe de gabinete del ministro del Interior Jaime Mayor Oreja. ¡°Me dijo que iba a pedir tres ofertas¡±. Si lo hizo o no, ¨¦l no lo puede saber. Al mismo tiempo, ha mantenido que, aunque era una instituci¨®n sometida al derecho privado hasta que la legislaci¨®n cambi¨® en 2008, ¨¦l recomend¨® que ¡°siendo el origen de los fondos p¨²blico era m¨¢s ortodoxo¡±, que se actuase como un organismo p¨²blico, es decir, que los contratos se sujetaran a los controles de las licitaciones p¨²blicas.

Asegur¨® tambi¨¦n que en la mayor¨ªa de los convenios se establec¨ªa un seguimiento de la ejecuci¨®n de los trabajos. Sin embargo, la primera compareciente en esta sesi¨®n de investigaci¨®n de hoy, Elisa de la Nuez, que prest¨® sus servicios como abogada en la Fundaci¨®n en 2008 durante seis meses, ha asegurado que no exist¨ªan procedimientos de contrataci¨®n ni de control.

Los diputados le recordaron que si no le hab¨ªan ¡°chocado¡± convenios como el de la Fundaci¨®n Humanismo y Democracia, una ONG vinculada al Partido Popular, por 81.900 euros, cuando Granados ejerc¨ªa el control. G¨®mez de la Serna asegur¨® que son contratos ¡°t¨ªpicos de patrocinio¡±, que se redactaron cuando la Fundaci¨®n no estaba sometida a los controles de los contratos p¨²blicos. ¡°Absolutamente legales¡±. Ha negado que su asesoramiento fuera verbal; solo en 2007 redact¨® ¡°20 convenios¡±.

En la comisi¨®n se ha preguntado tambi¨¦n por un concierto organizado por Waiter Music que recibi¨® 139.000 euros de patrocinio desde la Fundaci¨®n por una orden de Granados. G¨®mez de la Serna ha respondido que ¡°era el procedimiento ortodoxo y habitual¡±, aunque ¨¦l no estaba de acuerdo. ¡°El contrato de patrocinio es as¨ª, bilateral y oneroso y nadie se llev¨® la pasta porque se trata de un servicio¡±, ha aclarado. En este caso, la Fundaci¨®n Arpegio aparec¨ªa en todas las entradas del evento.

?l se encontr¨® con la fundaci¨®n hecha, con unos estatutos iniciales que datan de 2006 y un objeto social muy amplio. Se dedicaba a la promoci¨®n cultural, proyectos sociales (discapacitados, infancia, mujer), medio ambiente, e incluso a la defensa de la constituci¨®n. Tan vasta era la misi¨®n, que pregunt¨® el porqu¨¦. La raz¨®n, seg¨²n ha explicado, se deb¨ªa a que la Fundaci¨®n depend¨ªa de la Consejer¨ªa de Presidencia, de la que a su vez colgaba el resto de consejer¨ªas madrile?as.

En declaraciones a los medios tras finalizar la sesi¨®n, Miguel Ongil representante de Podemos, ha indicado que la primera compareciente, De la Nuez, ha ofrecido una visi¨®n de un ¡°chiringuito sin control¡± en el que los pagos se realizaban ¡°al dictado de Granados y de Aguirre¡±. Encarnaci¨®n Molla, del PSOE, ha concluido que la Fundaci¨®n formaba parte de los instrumentos de financiaci¨®n ilegal que manten¨ªa la Comunidad de Madrid. Se refiri¨® a la empresa Over Marketing Comunicaci¨®n, que pasa una factura por trabajos de reforma de la Casa de Madrid en Argentina por 142.000 euros. Declaraciones que no han gustado al representante del PP en la Comisi¨®n Alfonso Serrano, que ha dicho que cualquiera que tenga esas sospechas deber¨ªa ¡°ir al juzgado¡±.

C¨¦sar Zafra de Ciudadanos se ha quejado de que G¨®mez de la Serna no haya tenido la ¡°valent¨ªa¡± de decir lo que ha pasado. ¡°Se ha escudado en su funci¨®n de asesor jur¨ªdico y la realidad es que en abril de 2007, por ejemplo, se gastaron m¨¢s de 600.000 euros en contratos tan complicados como el de Waiter Music o en ayudas a econom¨ªa¡±.