Agitar fantasmas nacionales

El Partido Popular ha sido hist¨®ricamente la fuerza que m¨¢s ha mu?ido su oposici¨®n al catalanismo con el objetivo de ganar votos en el resto de Espa?a. Con las bater¨ªas todav¨ªa humeantes, ha sido capaz de verbalizar que fue un error su campa?a contra el Estatuto catal¨¢n, con recogida de firmas a lo largo de la geograf¨ªa espa?ola. Lo reconoci¨® el 19 de septiembre del a?o pasado Xavier Garc¨ªa Albiol, jefe de filas del PP en el Parlament, a la vista, claro, del tsunami independentista. Han tenido que pasar casi 10 a?os y estar en plena campa?a de las elecciones catalanas para que se produjera ese ejercicio p¨²blico de contrici¨®n en declaraciones a este diario. Para buena parte de la opini¨®n p¨²blica catalana, la acci¨®n pol¨ªtica de los populares en defensa de ¡°la igualdad entre espa?oles¡± constituy¨® un agravio, m¨¢xime cuando el PP hab¨ªa respaldado reformas estatutarias cuyo articulado copiaba literalmente apartados del Estatuto catal¨¢n que la misma formaci¨®n hab¨ªa recurrido ante el Tribunal Constitucional.

Las tempestades ya se hab¨ªan desatado, como evidenciaron las sucesivas manifestaciones a favor de la independencia que de forma masiva se han reiterado en cada Diada desde la sentencia del Tribunal Constitucional. Ahora el PP sigue la pol¨ªtica del inmovilismo respecto a Catalu?a. Combate en todos los frentes al Gobierno independentista de Puigdemont, en aras al manido igualitarismo, pero sin ofrecer alternativas al status quo. Siempre ha habido una legi¨®n de expertos en mantener el vulgar mantra anticatalanista, que comparte brocha gorda con el ¡°Espa?a nos roba¡±, instalado en el imaginario del nacionalismo catal¨¢n m¨¢s rancio. Ambas tendencias se retroalimentan y tienen como objetivo obtener votos y fidelizar al ciudadano-cliente, aun a costa de enfrentar territorios.

No deber¨ªa ser este el caso del PSOE. Los socialistas aseguran tener un proyecto federal tan atractivo que seducir¨¢ a la mayor¨ªa de ciudadanos que viven en Catalu?a, incluidos buena parte de los independentistas. Sin embargo, algo chirr¨ªa en esta campa?a. Hist¨®ricamente, Alfonso Guerra, ex vicesecretario general del PSOE, era el especialista en misiones de trazo fino que ejecutaba en nombre de los sans-culottes y del igualitarismo entre espa?oles, excluidos, claro, los de dos comunidades forales que escapan al r¨¦gimen com¨²n. El l¨ªder socialista se erigi¨® en el gran hermeneuta constitucional al acu?ar la c¨¦lebre frase de haber ¡°pasado el cepillo¡± al Estatut catal¨¢n en las Cortes. En 2013, sentenci¨® que el PSC ¡°hab¨ªa dejado de ser socialista¡±, porque llevaba una deriva sospechosamente nacionalista al pedir un refer¨¦ndum pactado. Y, actualmente, seguro que a Miquel Iceta le silban los o¨ªdos por participar al lado de independentistas y podemitas ¡ª¡°comunistas, bolcheviques y chavistas¡±, en apunte de Guerra¡ª en la manifestaci¨®n del pasado 29 de mayo contra los recursos del Gobierno central al Constitucional, lo que ha paralizado soluciones a los desahucios o la pobreza energ¨¦tica en Catalu?a.

Pero en esta campa?a hay elementos mucho m¨¢s preocupantes que los habituales de Guerra en el discurso de la presidenta andaluza, la socialista Susana D¨ªaz. B¨¢sicamente, porque es una pol¨ªtica en activo que lidera la comunidad m¨¢s poblada de Espa?a y que, tal vez, seg¨²n dictamine el 26-J, est¨¦ llamada a ocupar altas responsabilidades en el PSOE. Por ello no han pasado desapercibidas afirmaciones como las que realiz¨® el pasado 11 de junio en V¨¦lez-M¨¢laga: ¡°Que tengan claro en Podemos que los votos de los andaluces no van a servir para pagar los privilegios de Colau¡±. D¨ªaz no concret¨® el tipo de privilegios a que se refer¨ªa, pero no dud¨® en utilizar munici¨®n gruesa.

Y el mi¨¦rcoles pasado reiter¨® en Mairena de Aljarafe (Sevilla): ¡°Podemos no es de fiar; ?qu¨¦ est¨¢n diciendo con el hecho de que defiende una Hacienda catalana? Pues que quieren trocear la riqueza de este pa¨ªs. Aqu¨ª, en Andaluc¨ªa la primera entidad financiera es La Caixa. ?Qu¨¦ est¨¢n diciendo a los andaluces; que paguen sus pr¨¦stamos, sus hipotecas, sus intereses y que vayan cotizar a la Hacienda catalana?¡±, subray¨® la presidenta andaluza.

Al margen de si Podemos procede de la costilla de Ad¨¢n o de la de Kautsky, ning¨²n partido responsable, de esos que aspiran a representar a toda Espa?a, deber¨ªa permitirse la ligereza de agitar fantasmas nacionales, anticatalanistas y emplear pirotecnia tan barata para cosechar votos. Es una manera de alimentar y engordar al independentismo y dar la raz¨®n al ¡°todos son iguales¡±. Y es que algunos parecen empe?ados en que as¨ª sea.