Erika Lust: ¡°Hay pocas voces femeninas en el cine porno¡±
La Filmoteca abre con la cineasta un ciclo sobre la censura puritana
La productora y directora de cine porno Erika Lust present¨® anoche una antolog¨ªa de sus cortometrajes en la Filmoteca. Se trataba de la sesi¨®n de apertura de un ciclo sobre la censura moral en el cine que ofrecer¨¢, entre julio y agosto, una cuarentena de t¨ªtulos. Lust estaba particularmente contenta por la invitaci¨®n. Primero por poder compartir su propuesta con el p¨²blico (hubo lleno absoluto), poder ver c¨®mo reaccionaba (¡°soy muy voyeur¡±) y poder contemplar su cine en pantalla grande. ¡°Lo habitual es que se consuma en tabletas y m¨®viles¡±.
Lust lamenta que "hay pocas voces femeninas" en el mundo del porno. Incluso tiene escrito un manifiesto en el que afirma que no quiere que su hija cuando, en su adolescencia, est¨¦ expuesta a este cine sean los Rocco, Nacho, Private o Penthouse quienes le expliquen c¨®mo es el mundo del sexo. En el debate posterior a la proyecci¨®n, Lust destac¨® que en los a?os setenta, con el v¨ªdeo, empez¨® el dominio de un cine porno descuidado y repetitivo hecho por una industria que no cree ni en el cine ni en el erotismo, ¨²nicamente en el dinero. ¡°Con Internet, y una tecnolog¨ªa que hace m¨¢s sencillos los rodajes, con un tipo de distribuci¨®n directa por parte del autor, creo que empieza a salir gente distinta que comienza a atreverse con el g¨¦nero y que nos permitir¨¢ ver nuevas ideas, nuevos creadores¡±. Es lo que llama "cine adulto independiente" en el que, calcula, hay unas 25 cineastas
En el cine de Lust hay una construcci¨®n del relato y no una mera exposici¨®n de episodios genitales. Hay un cuidado est¨¦tico en la imagen y no una mera iluminaci¨®n de quir¨®fano para que se vea todo. Defiende un prudente riesgo en los formatos ¨Cno excluye, por ejemplo, el humor- y que la eyaculaci¨®n masculina no debe ser el final forzoso de todas las pel¨ªculas, como ocurre en el porno m¨¢s est¨¢ndar. Sin embargo, artistas del posporno le han criticado que mantiene estereotipos del cine que dice detestar. ¡°Creo que es una cr¨ªtica basada en la ignorancia. No han visto mi obra y alguien ha malinterpretado mi libro Porno para mujeres. Nunca he dicho que exista un porno espec¨ªfico para mujeres¡±. La cineasta considera que hay instalada una confusi¨®n: mucha gente piensa que en el cine porno, inevitablemente, hay algo contra la mujer y que en el feminismo hay algo, inevitablemente, contra el hombre. ¡°Se asocia el cine porno a la cutrez, a un g¨¦nero de posturas gimn¨¢sticas y fluidos, poco cuidado, muy agresivo y, en definitiva, poco er¨®tico¡±. No siempre ha de ser as¨ª y quiere demostrarlo. En su web XConfessions.com, los internautas le env¨ªan relatos con sus fantas¨ªas o aventuras er¨®ticas. Su equipo escoge cada mes dos relatos para convertirlos en cortometrajes. Ha producido 80 y los 5.000 miembros de la web ya constituyen una comunidad que permite la autosuficiencia econ¨®mica del proyecto que, con todo, no basta para plantearse un largometraje, aunque este verano le dar¨¢ vueltas a ello.
La Filmoteca decidi¨® abrir con una sesi¨®n sobre el cine porno su ciclo sobre la censura porque ha sido un g¨¦nero prohibido mucho tiempo en muchos pa¨ªses o enviado, precintado en celof¨¢n, a las catacumbas. Obviamente el cine de Lust no ha sido censurado, pero la cineasta cont¨® un chocante episodio de censura que hab¨ªa sufrido en YouTube. Subi¨® un corto sin sexo expl¨ªcito ni desnudos (¡°lo ¨²nico visible era un pez¨®n masculino¡±) y YouTube lo retir¨®. ¡°Me sent¨ª discriminada porque la retirada no respond¨ªa al contenido del corto. La ¨²nica raz¨®n es que estaba hecho por m¨ª, un nombre asociado al porno¡±. Para probarlo, hizo una intensiva navegaci¨®n por YouTube buscando culos y tetas y mont¨® una antolog¨ªa de im¨¢genes que albergaba el propio YouTube. Y nuevamente YouTube lo retir¨® por presentar ¡°contenido expl¨ªcito¡±. ¡°Era su propio contenido, no hab¨ªa otra cosa¡±.
Se asocia el cine porno a la cutrez, a un g¨¦nero de posturas gimn¨¢sticas y fluidos
El ciclo de la Filmoteca (Les escletxes de la censura) se centra, explica Octavi Mart¨ª, director adjunto, en la censura moral, puritana, sostenida por lo que llama ir¨®nicamente ¡°una liga universal contra la perversi¨®n de la persona¡±. Esta censura es m¨¢s uniforme y evoluciona de forma m¨¢s parecida en muchos pa¨ªses. En cambio, la censura pol¨ªtica trabaja con criterios locales muy distintos y exige conocer la historia de cada pa¨ªs. ¡°Las razones por las que se prohibi¨® La batalla de Argel (Gillo Pontecorvo, 1966) no son exactamente las mismas en Francia que en Espa?a¡±. El filme m¨¢s antiguo del ciclo es Les vampires (1915), con Musidora, personaje adorado por los surrealistas. Los ¨²ltimos, salvo alg¨²n t¨ªtulo documental, son de 1975. ¡°No se ha escogido esta fecha por ser la de la muerte de Franco. Es porque se?ala la desaparici¨®n en muchos pa¨ªses de la censura institucional, aunque persista de otras maneras¡±. El repertorio va desde t¨ªtulos tan previsibles como Lolita o El imperio de los sentidos a rarezas como La mujer invisible?que lo era, salvo en la ducha donde pod¨ªa advertirse su silueta desnuda.
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