El movimiento ¡®swagger¡¯ se diluye
El Ayuntamiento sigue al movimiento por su ocupaci¨®n intensiva de la v¨ªa p¨²blica y el alto grado de machismo detectado entre los j¨®venes
El popular movimiento de los swaggers est¨¢ perdiendo fuelle en Barcelona. Tanto el Ayuntamiento como los promotores que trabajan con ellos han identificado c¨®mo los menores con est¨¦tica hip hop, de entre 15 y 17 a?os, que creen en las redes sociales casi como en una religi¨®n, est¨¢n a otras cosas. En el momento ¨¢lgido, en septiembre del a?o pasado, el Consistorio detect¨® 423 adolescentes vinculados a la tribu urbana, seg¨²n un informe al que ha tenido acceso EL PA?S. Algunos siguen cit¨¢ndose delante de la Apple Store de Barcelona o en el centro comercial ?nec Blau de Castelldefels. El Ayuntamiento sigue al movimiento por la ocupaci¨®n intensiva que hac¨ªa de la v¨ªa p¨²blica y porque detect¨® entre los j¨®venes un alto grado de machismo.
¡°Son chavales, un d¨ªa se cansan y cierran su perfil en Twitter con un mont¨®n de seguidores¡±, explica el promotor Jonathan Par¨¦s, y exparticipante del popular programa de Telecinco Mujeres, Hombres y Viceversa. ?l era el organizador de las sesiones Intime en la Sala Bloc, los s¨¢bados al lado de la plaza de Urquinaona, que vertebraba el movimiento. Antes de ir all¨ª, se citaban frente a la Apple Store de paseo de Gr¨¤cia. El cierre de esas sesiones por problemas con los comercios de la zona es uno de los posibles motivos que provocaron su disgregaci¨®n.
Una discoteca lleg¨® a reunir un millar
de swaggers
¡°No es que haya desaparecido, los swaggers existen, pero ya no tienen tanto boom. Adem¨¢s, son ni?os que crecen y que enseguida cambian¡±, a?ade Par¨¦s. Fuentes municipales coinciden con ese criterio, y aseguran que han dejado de tener un punto de encuentro f¨ªsico, pero se mueven por redes como Facebook, Twitter o Instagram. Solo quedan algunos j¨®venes en el Centro Comercial ?nec Blau, en Castelldefels, y un grupo peque?o que sigue acudiendo al Apple Store.
La ocupaci¨®n intensa del espacio p¨²blico en el centro comercial La Maquinista y frente a la tienda de la marca creada por Steve Jobs llev¨® al Ayuntamiento a intervenir para saber qui¨¦nes eran los swaggers. Los educadores, con trabajo de campo, descubrieron que la tribu la compon¨ªan b¨¢sicamente j¨®venes magreb¨ªes (62 %), aut¨®ctonos (28%) y personas de otras nacionalidades (10%), seg¨²n recoge el informe del servicio de Gesti¨®n de Conflictos del ?mbito Social en el Espacio Urbano del Consistorio. La inmensa mayor¨ªa tiene entre 15 y 17 a?os, aunque en su estudio el Ayuntamiento encontr¨® desde ni?os de 10 a?os hasta adolescentes de 20.
Conductas machistas
Despu¨¦s del seguimiento, el principal elemento de preocupaci¨®n de los servicios municipales es la relaci¨®n entre hombres y mujeres. Detectaron que se produc¨ªan ¡°con un alto grado de machismo, sexismo¡±. Adem¨¢s, se vivieron peque?os incidentes, con alguna pelea que oblig¨® intervenir a la Guardia Urbana y a los Mossos d¡¯Esquadra. Los fines de semana, desde Renfe y Metro se prestaba especial atenci¨®n a los j¨®venes porque muchos de ellos viajaban sin comprar billete.
Pero en general, los swaggers no mostraron ¡°din¨¢micas inc¨ªvicas¡± mientras estuvieron presentes en las calles. ¡°Es un movimiento vinculado a la popularidad de las redes sociales, donde se dan las relaciones propias de la actual generaci¨®n de la imagen y de las popularidades ef¨ªmeras¡±, relatan esas fuentes municipales.
Aunque todav¨ªa hay un peque?o colectivo que sigue cit¨¢ndose frente a la Apple Store y que en realidad nunca lleg¨® a identificarse plenamente con el movimiento, que contin¨²a siendo objeto de estudio por los servicios municipales: una decena de menores tutelados por la Direcci¨®n General de Atenci¨®n a la Infancia y adolescencia (DGAIA) que vive en Centros Residenciales de Acci¨®n Educativa (CRAE).
Hay un peque?o colectivo que contin¨²a siendo objeto de estudio por los servicios municipales: una decena de menores tutelados por la DGAIA
La tribu de los swaggers se populariz¨® a finales de 2014. Un v¨ªdeo creado por el escritor y productor Carlo Paidal les llev¨® al estrellato. All¨ª, entre risas y selfies, contaban qui¨¦nes eran. ¡°Nos hacemos fotos, re¨ªmos¡±, repet¨ªan. Pero Paidal ve¨ªa algo m¨¢s: ¡°Las Apple Store hacen el papel que antes ten¨ªan las iglesias como lugar de reuni¨®n, de culto. La nueva espiritualidad es el Wi-Fi gratis¡±.
Hasta abril de este a?o, la Sala Bloc sigui¨® programando sesiones Intime. ¡°Hemos estado un a?o y medio all¨ª¡±, cuenta Par¨¦s. Pero algunos problemas de incivismo por parte de gente que se quedaba fuera, desvinculados de la tribu, forzaron el cierre. Ahora han celebrado varias sesiones en una nueva sala, en la calle de Tarragona, aunque prev¨¦n bajar el ritmo porque en verano los adolescentes suelen irse de la ciudad con sus padres. En su punto m¨¢s alto, Par¨¦s junt¨® a un millar de personas a las puertas de la discoteca.
E incluso fue m¨¢s all¨¢ y cre¨® un programa en Youtube, con la filosof¨ªa de copiar a Mujeres, Hombres y Viceversa, bajo el nombre de Chicos y chicas, con algunos de esos adolescentes vinculados al movimiento swagger. Lo grababan en la sala Arena. ¡°Eran los camareros de mis locales¡±, explica. Aunque ha acabado cediendo el serial a un tercero, seg¨²n cuenta. Algunos de los episodios tienen m¨¢s un mill¨®n de reproducciones.
El propio Paidal admite que quiz¨¢ ahora los swaggers est¨¢n m¨¢s desorganizados, menos unidos. Pero cree que esa cultura transversal, que mezcla a gente de todo tipo, con una ra¨ªz hiphopera, se mantiene viva aunque est¨¦ evolucionando hacia otras tribus, como la trap.
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