Tomar un caf¨¦ en compa?¨ªa de gatos
Espai de Gats es un club en el barrio de Gr¨¤cia de Barcelona donde se puede jugar con los felinos, pero el objetivo final es la adopci¨®n
La pasi¨®n por los gatos ha traspasado el umbral de la puerta de casa. Acaba de abrir en el barrio de Gr¨¤cia de Barcelona la primera cafeter¨ªa de gatos de Catalu?a. Inspirada en una tendencia asi¨¢tica, Espai de Gats funciona como un club, donde hay una cafeter¨ªa, y una protectora, que tiene como objetivo que los clientes adopten a los gatos, que se pasean a su aire por el espacio. Unos se dejan acariciar, otros hacen m¨¢s honor a su fama de ariscos. Si los clientes lo prefieren, tambi¨¦n pueden ir s¨®lo a jugar. M¨¢s adelante, ofrecer¨¢n cursos para mejorar el conocimiento y el trato a estos peque?os animales.
En Madrid, hay una parecida, La Gatoteca. Tereza Reindlova y Eva Gonzalez la han visitado, pero su propuesta se asemeja m¨¢s a los bares de gatos de Jap¨®n. Las dos socias, con experiencia previa en protectoras y diferentes cursos sobre tenencia de felinos como bagaje, han hecho una mezcla entre un bar, una protectora de animales y un club. Trabajaban en el proyecto desde hac¨ªa tiempo, y la apertura hab¨ªa corrido por las redes. Por eso, hoy, el espacio estaba lleno, de clientes que llegaban con cita previa y otros que se aventuraban a conocer este curioso lugar.
Los felinos levantan pasiones. Que se lo pregunten a Laura Ruf¨ª, que ha venido desde Tarragona para conocer Espai de Gats. Sentada en la zona de juego, persegu¨ªa a Greta con un rat¨®n que colgaba de un palo de madera. Hab¨ªa acudido con reserva previa, porque no se la quer¨ªa jugar. Ten¨ªa que hacer gestiones en Barcelona y ha aprovechado para conocer este espacio que le parece una gran idea. ¡°Yo ya tengo dos gatos y no puedo tener m¨¢s¡±, se excusaba. Pero ¡°el lugar es muy chulo, seguro que vendr¨¦ m¨¢s veces¡±, a?ad¨ªa.
Greta es una gatita de medida peque?a, pero ya tiene dos a?os. Hoy todos se la rifaban porque es la m¨¢s juguetona de los ocho felinos que han estrenado el local. Joan Casas, llegado desde Gav¨¤ adrede, le ha hecho unas cu¨¢ntas fotos. ¡°Las he enviado a mis hijos¡± explicaba mientras relataba una estrategia para convencer a su mujer. En su casa ya tienen un gato y a ¨¦l le gustar¨ªa que tuviera un compa?ero de su especie, pero le falta convencer a su pareja. Tambi¨¦n ha comprado una camiseta, que forma parte del merchandising del Espai de Gats, para su hija. ¡°El lugar es muy bonito, muy bien decorado y equilibrado, volver¨¦ seguro¡±, dec¨ªa satisfecho de la excursi¨®n.
C¨®mo en todo club, el precio depende de los servicios. Hay diferentes tarifas, entre 3 y 8 euros, en funci¨®n del tiempo y lo que se tome. Para los m¨¢s fans, tambi¨¦n existe el carn¨¦ de socio VIP, que cuesta 10 euros mensuales, y ofrece descuentos. Reindlova explica que el objetivo es ofrecer un "ambiente acogedor, hacer m¨¢s visibles a los gatos y facilitar la aproximaci¨®n", pero la finalidad es la adopci¨®n. Si un cliente se encapricha de uno de los animales, que proceden de diferentes protectoras, tiene que pasar una entrevista con las propietarias antes de llev¨¢rselo. El coste var¨ªa entre los 70 y los 150 euros y el animal se entrega esterilizado, vacunado, censado y con el chip.
Espai de Gats abre de martes por la tarde a domingo. No es muy grande, el local tiene unos 80 metros cuadrados, por eso las propietarias recomiendan visitarlo con reserva previa. Est¨¢ decorado pensando en los animales, con accesorios repartidos por todo el espacio, como rascadores, rincones para esconderse y camitas elevadas, pero tambi¨¦n en los clientes, que pueden sentarse en taburetes bajos para estar a la altura de los felinos, o acomodarse en las mesas y tomar algo.
Aunque pueda parecer lo contrario, el ¨®rden reinaba en el local el primer d¨ªa. Adem¨¢s, las normas est¨¢n bien definidas. No se pueden coger los animales si ellos no lo quieren, no se les puede despertar cuando duermen, tampoco se les puede dar de comer ni hacerles fotos con flash. Esta es una cafeter¨ªa para amantes de los gatos, pero el centro de atenci¨®n es el bienestar de los felinos.
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