La ¡®supermanzana¡¯ del Poblenou reduce a la mitad el espacio para coches

Vecinos contentos, otros quej¨¢ndose, desorientaci¨®n entre los conductores, malestar entre los repartidores... y los responsables de Movilidad del Ayuntamiento, exultantes. El barrio del Poblenou de Barcelona ha estrenado este lunes la primera supermanzana del mandato de la alcaldesa Ada Colau, un conjunto de nueve manzanas en las que el tr¨¢fico --poco, habitualmente-- se reduce hasta m¨¢s de la mitad, la velocidad se reduce a 10 kil¨®metros por hora y se le complican los movimientos. El objetivo es el mismo que el ejecutivo de Colau persigue triplicando la red de carriles bici, ampliando la red ortogonal de bus o en su apuesta por el tranv¨ªa: echar coches de la calle.

Los veh¨ªculos cuentan con apenas un carril y el resto del espacio, tambi¨¦n el que hay en el centro de las intersecciones, es para peatones o bicis, siempre que circulen a menos de 10 por hora. En total, se ganan 8.500 metros cuadrados. La idea es pacificar las calzadas y reducir el tr¨¢fico a motor al m¨ªnimo imprescindible. Tanto, que ni si quiera los autobuses cruzan la supermanzana, lo que ha obligado a desplazar unos 200 metros una parada, entre quejas de los usuarios.

Siete millones de metros cuadrados 'liberados'

De todo el equipo de t¨¦cnicos municipales que este lunes han acudido al arranque de la supermanzana, hab¨ªa uno al borde de las l¨¢grimas. Es Salvador Rueda, actual director de la Agencia de Ecolog¨ªa Urbana, veterano en el ayuntamiento. Comenz¨® a hablar de supermanzanas en 1987. Entonces el concejal de movilidad era Joan Clos, que luego ser¨ªa alcalde y hoy dirige la agencia Habitat de Naciones Unidas.

Rueda prefer¨ªa no hablar hoy de "lo dif¨ªcil que ha sido llegar hasta aqu¨ª". Prefer¨ªa explicar que si se consiguen hacer muchas m¨¢s supermanzanas "se podr¨ªan liberar siete millones de metros cuadrados por apenas 50 millones". Unas cifras que contribuir¨ªan a reducir la cifra de 3.500 muertes prematuras que cada a?o se producen por culpa de la contaminaci¨®n en el ¨¢rea metropolitana.

La supermanzana que la ciudad estrena esta semana es la comprendida entre las calles de T¨¤nger, Badajoz, Pallars y Llacuna. El consistorio ha elegido el distrito de Sant Mart¨ª para implantar hasta ocho supermanzanas. En el extremo suroeste de la ciudad, el tr¨¢fico a motor en esta zona es notablemente inferior que en el centro de la ciudad.

De ah¨ª que el ejecutivo de Colau comience por las zonas donde implantarlas ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil, porque el modelo que este lunes arranca en el Poblenou ser¨¢ mucho m¨¢s complicado de aplicar en el Eixample. Fuera de Sant Mart¨ª, en un ambicioso plan el gobierno municipal habla de crear 10 supermanzanas en los pr¨®ximos tres a?os, por lo menos dos en el Eixample y otros dos en los cascos antiguos de Nou Barris y Horta, pero no concreta ni ubicaciones ni calendarios.

"La mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa camina y tiene poco espacio; y los coches que en desplazamientos pesan mucho menos, tienen la mayor¨ªa del espacio. Hay un gran desequilibrio, es una cuesti¨®n de justicia urbana", ha resumido la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal. El gobierno recuerda que las supermanzanas figuran en el Plan de Movilidad Urbana aprobado en 2014, un plan que habla de reducir los desplazamientos en coche un 21%. Vidal ha celebrado la implantaci¨®n de la primera supermanzana "en la trama Cerd¨¤" y ha subrallado el beneficio, la "colonizaci¨®n" para la ciudadan¨ªa que aporta una inversi¨®n de "solo 55.000 euros".

En paralelo a la implantaci¨®n de la supermanzana, durante esta semana un grupo de estudiantes de cinco escuelas de arquitectura definir¨¢n, junto a los vecinos, los usos a dar a los espacios liberados.