¡°De peque?o ten¨ªa fantas¨ªas con el Tulip¨¢n Negro¡±

Ya est¨¢ aqu¨ª Scaramouche,el nuevo musical (en puridad ¡°comedia musical de capa y espada¡±) de Dagoll Dagom, basado en las aventuras del c¨¦lebre espadach¨ªn creado por Rafael Sabatini.? El director de la compa?¨ªa y del espect¨¢culo (que se estrena en el teatro Vict¨°ria de Barcelona ma?ana jueves), Joan Llu¨ªs Bozzo, parece cansado Y eso que ¨¦l no se ha visto sometido, como los actores al riguroso aprendizaje de esgrima que les ha hecho sudar de lo lindo y perder unos buenos kilos a costa de la espada. Cosas del maestro de armas Jes¨²s Esperanza, que no iba a dejar a ning¨²n pupilo salir de sus manos sin suficiente dominio del acero.

¡°La recta final de un montaje sigue siempre una ley inexorable y es que te parece que nunca llegas con tiempo suficiente al estreno¡±, dice Bozzo. ¡°Scaramouche ha sido muy costoso de hacer y montar. Algunos momentos he llegado a pensar que no lo lograr¨ªamos. No se trata solo de que todo est¨¦ a punto sino de que fluya sin esfuerzo, que no se vean las partes, las costuras. El estado natural de un espect¨¢culo que se est¨¢ creando es la entrop¨ªa, tiende a disgregarse, a convertirse solo en un enorme tinglado y hace falta mucha energ¨ªa para cohesionarlo. Es un proceso muy delicado, como reflotar un naufragio, lograr que todo encaje, la comedia, los personajes, el decorado, las luces, los efectos, el ritmo, y que pase a primer t¨¦rmino lo que tiene que ser lo importante: la historia. Este es un oficio de contar historias. Eso es lo primordial¡±.

"La esgrima era una condici¨®n imprescindible del montaje"

?Dagoll Dagom, con tanta experiencia, no tiene ya superada esa etapa de incertidumbre del montaje? ¡°Nunca te acostumbras, aunque ya llevamos 40 a?os, es consustancial al oficio, y Anna Rosa [Cisquella] tiene una energ¨ªa extraordinaria pero yo ya no. He de racionar mucho la que tengo. Suerte de la espl¨¦ndida gente de producci¨®n con que contamos y que tira del carro. La esgrima, sobre todo, me parece muy cansada. Hay que ver la panzada de trabajar que se han pegado los actores con Jes¨²s Esperanza".

La idea de Scaramouche, recuerda Bozzo, es del compositor Albert Guinovart, autor de la m¨²sica del espect¨¢culo. ¡°Siempre ha sido un fan¨¢tico de la pel¨ªcula de Hollywood de 1952 con Stewart Granger, la adaptaci¨®n m¨¢s famosa de la novela de Sabatini. Hace 12 a?os ¨ªbamos a montarla pero entonces se hizo en Madrid y la aparcamos. Ahora, tras el ¨²ltimo Mar i Cel volvimos a nuestra vieja caja de proyectos y volvi¨® a salir Scaramouche. Es una obra que cumple muchas de las condiciones de esta especie de Teatro Nacional Popular, a lo Jean Vilar, que hacemos y propugnamos nosotros. Es una historia para todos los p¨²blicos, emocionante, transgeneracional y capaz de atraer a la gente joven¡±. El libreto, que firma el propio Bozzo, incluye elementos de las pel¨ªculas de espadachines, de la novela de Sabatini, y de otras fuentes como La Comedia de los errores, de Shakespeare, y Los dos gemelos venecianos, de Goldoni.

¡°Un reto era que el espect¨¢culo requer¨ªa mucha preparaci¨®n esgrim¨ªstica, eso era una condici¨®n sine qua non. Y el de la esgrima es un mundo que no conoc¨ªamos¡±. Bozzo explica que ¨¦l no se form¨® en el Institut del Teatre, donde quiz¨¢ hubiera tenido la oportunidad de empu?ar alguno de los viejos floretes de las panoplias que decoraban las salas de la sede de Elisabets. ¡°Yo vengo de los Llu?ssos de Gr¨¤cia y el teatro de aficionados, y luego del teatro independiente. Nunca practiqu¨¦ la esgrima. As¨ª que buscamos qui¨¦n pudiera ense?arnos; vimos cosas que hab¨ªa hecho el maestro Esperanza, visitamos su escuela en Madrid, y nos lo trajimos. Se ha tomado el proyecto con grand¨ªsimo inter¨¦s y se ha pasado tres meses viviendo en Barcelona para instruirnos El resultado me parece magn¨ªfico¡±.

?El espect¨¢culo incluye referencias al mundo de la gran revista y gui?os al musical estadounidense

Bozzo, no obstante su inexperiencia con las armas, se declara un fan del g¨¦nero de capa y espada. "De peque?o me encantaban las novelas y pel¨ªculas. Especialmente El tulip¨¢n negro, con Alain Delon, Virna Lisi y Adolfo Marsillach como el villano. ?Hasta sal¨ªa Laura Valenzuela! Era una coproducci¨®n franco-italo-espa?ola de 1964. Me marc¨® la infancia. Jugaba a ser yo el Tulip¨¢n Negro. Incluso ten¨ªa fantas¨ªas con el personaje y las chicas que me gustaban". Bozzo no se parece excesivamente a Delon, pero tambi¨¦n es verdad que el Tulip¨¢n Negro llevaba antifaz.

El director aprovecha para recordar que la pel¨ªcula poco ten¨ªa que ver con la novela de Alejandro Dumas de la que tom¨® el t¨ªtulo y que se centraba en un horticulor tulip¨®mano obsesionado por crear un tulip¨¢n negro en la Holanda de la Guerra de los Treinta A?os. Probablemente en el filme confundieron el tulip¨¢n negro con la pimpinela escarlata...

Bozzo reflexiona que se hace poca capa y espada actualmente. Quiz¨¢ porque la esgrima ha pasado a ser cosa de la fantas¨ªa: La guerra de las galaxias, El Se?or de los Anillos, Juego de Tronos... ¡°Y es una pena porque la capa y espada tiene elementos muy atractivos, vistosos y excitantes¡±. Visto el entusiamo, ?piensa iniciarse en la esgrima? ¡°No me veo, no estoy en forma, pero he descubierto un mundo. Tiene mucho de danza, y precisi¨®n y concentraci¨®n. Me parece muy zen¡±.

?Qu¨¦ ofrece Scaramouche? ¡°Un musical con el contexto hist¨®rico de la revoluci¨®n francesa, que es la paradigm¨¢tica. El pueblo quiere contar, el poder se niega a ceder ni un mil¨ªmetro... Damos tambi¨¦n teatro dentro del teatro, con la compa?¨ªa de Comedia del Arte en la que se esconde Scaramouche (Toni Vi?als), un personaje misterioso, un enmascarado justiciero; y una historia de amor a cuatro bandas, y una m¨²sica f¨¢cil de o¨ªr y elegante¡±.

Bozzo subraya que el Scaramouche de Dagoll Dagom ¡°es una comedia con gotas de drama, algunas referencias al mundo de la gran revista y gui?os al musical estadounidense, incluido un homenaje a West side story¡±. La representaci¨®n dura 2 horas y cuarto m¨¢s un descanso y tiene como grandes momentos ¡°el de la revoluci¨®n italiana (una extravagancia con Mireia Mambo); el intenso final del primer acto, o el duelo entre Ivan Labanda y Ana San Mart¨ªn¡±. Bozzo tambi¨¦n destaca la escena de la mosca de la Comedia del Arte, que ya imita su hijo de cinco a?os, ¡°y al final el himno del pueblo¡±.