Llu¨ªs Pasqual emociona con su homenaje a la ¡®quinta del biber¨®n¡¯

Llu¨ªs Pasqual levant¨® anoche el tel¨®n de la XXV edici¨®n de Temporada Alta con In memoriam. La quinta del biber¨®n, una obra escrita y dirigida por ¨¦l cuya fuerza emocion¨® a los m¨¢s de 500 espectadores que asistieron al estreno en el Teatro Municipal de Girona. El espect¨¢culo est¨¢ basado en el sobrecogedor testimonio de varios supervivientes de la batalla del Ebro que durante un a?o entrevist¨® el director. Pasqual construye un gran homenaje, en sus palabras ¡°la ceremonia civil que nunca tuvieron¡±, a aquellos combatientes adolescentes de entre 17 y 18 a?os y a la memoria de una generaci¨®n perdida. Les dan vida media docena de j¨®venes actores acompa?ados en el escenario por un cuarteto de cuerda y ¨®rgano y un cantante.

El director transport¨® a los espectadores a 1938, en plena Guerra Civil Espa?ola, de la mano de cuatro de los actores de la Kompanyia Lliure, vivero de talentos del Lliure, m¨¢s otros dos actores seleccionados para esta funci¨®n. Los int¨¦rpretes, de entre 21 y 28 a?os, tuvieron que raparse el pelo, hacer clases para simular diferentes acentos para ser fieles a las diferentes procedencias de los soldados y, leer testimonios de integrantes de la quinta del biber¨®n, aunque ¡°ni siquiera sab¨ªan qui¨¦n era la Pasionaria¡±, ni ten¨ªan demasiados conocimientos de la Guerra Civil. En este caso, seg¨²n Pasqual, ha sido ¡°una ventaja¡±.

Los j¨®venes combatientes, alguno voluntario pero la mayor¨ªa obligado a ir al frente por sus padres, desconocen absolutamente que es una guerra y se percatan a las pocas horas de su partida que van directos al ¡°matadero¡±. Los actores reflejan como el miedo, el hambre, la sed, la incomprensi¨®n, se mezclan dando como resultado la absurdidad de la guerra, en la que en ocasiones llegan a confraternizar con el enemigo, a quien ten¨ªan a 180 metros.

La mayor¨ªa de di¨¢logos de los soldados est¨¢n acompa?ados por m¨²sica de Claudio Monteverdi y tambi¨¦n por las voces, entre otros, de Francisco Franco y de Juan Negr¨ªn, para ilustrar la situaci¨®n del momento que narra la trama. Momentos que adem¨¢s se ilustran con im¨¢genes reales de la guerra, de c¨®mo transportaban api?ados a los soldados y de las trincheras, que se reproducen en una pantalla en la parte posterior del escenario, que al inicio como al final de la obra recoge nombres de los ¡°desaparecidos en combate¡±.

Entre los adolescentes enviados al frente estaba el t¨ªo de Pasqual, quien pereci¨® en el frente, y quien ha sido su fuente de inspiraci¨®n. Dos de los testigos que han dotado de contenido la obra, ahora de entre 95 y 96 a?os, han fallecido en los ¨²ltimos meses.

Tras explicar cada uno de los actores cual fue su suerte, uno muri¨® a manos del enemigo, otro de sus propios mandos, tambi¨¦n se suicidaron, quedaron lisiados o pasaron a?os en campos de concentraci¨®n, encendieron velas y solicitaron un minuto de silencio por las v¨ªctimas de aquella contienda, tanto las fallecidas como las supervivientes. El p¨²blico se puso en pie en medio de un silencio que se pod¨ªa cortar, roto al final de la funci¨®n por casi cinco minutos de vigoroso y un¨¢nime aplauso. Un aplauso que fue recogido por Llu¨ªs Pasqual que sali¨® a escena junto a los actores y los m¨²sicos tras el ¡°¨¦xito rotundo¡± de la funci¨®n.

Los espectadores concedieron un sobresaliente a la obra que provoc¨®, por momentos, risas por sus pinceladas de humor y l¨¢grimas por su intensidad y crudeza. Entre ellos, un vecino de Tortosa que perdi¨® a su padre en la batalla del Ebro y no quiso perderse la representaci¨®n. El escritor Josep Maria Fonalleras asegur¨® que "es una reflexi¨®n magn¨ªfica sobre el absurdo de la guerra tanto teatralmente como moralmente". La socialista Meritxell Batet, la consider¨® ¡°una obra redonda, con mucho ritmo y much¨ªsima fuerza que arrastra al p¨²blico".

Este s¨¢bado volver¨¢ a representarse la funci¨®n, y posteriormente podr¨¢ verse, entre el 14 de octubre y el 13 de noviembre, en el Teatre Lliure y en versi¨®n castellana en el Centro Dram¨¢tico Nacional de Madrid y en Bilbao.

Temporada Alta ha programado m¨¢s de 160 funciones de un centenar de espect¨¢culos en 28 escenarios de una decena de localidades.Krystian Lupa, Peter Brook, Milo Rau, Alain Platel, Thomas Ostermeier y Oskaras Korsunovas, son algunos de los grandes nombres internacionales de esta vigesimoquinta edici¨®n del Festival que, con la coproducci¨®n con el Lliure, en estreno absoluto, vuelve a la colaboraci¨®n que mantuvieron ambos festivales en los or¨ªgenes del Festival de Oto?o de Catalunya.