El renacer de la Casa de la Prensa
Los vecinos de Poble Sec pretenden recuperar un edificio que fue la sede de los periodistas en la Exposici¨®n Internacional de 1929
El 19 de mayo de 1929 se inaugur¨® la Casa de la Prensa en el actual n¨²mero 5 de la avenida Rius i Taulet de Barcelona. Un edificio modernista obra del arquitecto Pere Dom¨¨nech Roura (hijo de Lluis Dom¨¨nech i Montaner). Desde all¨ª, los periodistas de medio mundo cubrieron los actos de la Exposici¨®n Internacional de 1929. No dispon¨ªan de wifi pero el inmueble estaba dotado de las m¨¢s lujosas novedades de la ¨¦poca. Hab¨ªa estafeta de correos, tel¨¦grafos, laboratorios fotogr¨¢ficos, despachos, salas de conversaci¨®n y lectura, diez cabinas para conferencias telef¨®nicas¡. Toda una ostentaci¨®n de la ¨¦poca que con los a?os se ha convertido en una ruina donde s¨®lo habitan palomas moribundas y se acumulan muebles obsoletos.
El movimiento vecinal y el tejido asociativo del barrio de Poble Sec reivindican lo que durante muchos a?os se llam¨® el Palacio de la Prensa. Quieren reconvertir el espacio ruinoso en un centro c¨ªvico donde tengan cabida diversas entidades y en el que la historia de la prensa catalana disfrute de un espacio.
El Ayuntamiento de Ada Colau est¨¢ por la labor. No hay fecha pero la Casa de la Prensa dejar¨¢ de ser un equipamiento muerto y se devolver¨¢ al barrio. Una portavoz del consistorio asegura que est¨¢ previsto abrir un proceso participativo para definir los usos del edificio. El Ayuntamiento tiene claro que el equipamiento ser¨¢ ¡°para el barrio y los vecinos¡±. De momento, se destinar¨¢ a la reforma del edificio cerca de 4,6 millones de euros.
Dom¨¨nech Roura dise?¨® el inmueble con un semis¨®tano que no ocupa toda la superficie de la parcela, con planta baja y dos pisos m¨¢s. Seg¨²n un estudio hist¨®rico-arquitect¨®nico realizado por la sociedad Barchinona, el edificio est¨¢ cargado de ¡°elementos neomud¨¦jares, neog¨®ticos y neorom¨¢nicos con reminiscencias modernistas (como es uso del mah¨®n visto combinado con elementos cer¨¢micos)¡±. Tambi¨¦n tiene piezas cl¨¢sicas y ¡°alg¨²n apunte D¨¦co¡±. En todo el edificio hay una presencia de la her¨¢ldica de toda la ciudad. Se aprecian escudos de Barcelona no solo en la fachada sino tambi¨¦n en las partes m¨¢s monumentales del interior y en las vidrieras.
Tras la Exposici¨®n Internacional, el edificio sirvi¨® como oficinas de la comisi¨®n municipal del Parque y Palacios de Montju?c. En 1934 el edificio pas¨® a ser la sede de la Guardia Urbana de Barcelona. Desde entonces, los agentes la han ido utilizando junto con otros funcionarios municipales. A finales de los 80 qued¨® en desuso. Se realizaron varias exposiciones en su interior. En 2003 acogi¨® la exposici¨®n La vajilla imaginaria donde se pudieron contemplar 200 platos realizados por diferentes personalidades como Mariscal, Ferran Adri¨¤, Pasqual Maragall¡ Se quiso reconvertir el espacio en la Food Culture Museum pero el proyecto naufrag¨® por falta de financiaci¨®n.
En setiembre de 2012 se habilitaron tres salas del edificio para ampliar provisionalmente la escuela Jacint Verdaguer. Fue entonces cuando varios vecinos accedieron al inmueble y creyeron que podr¨ªa ser la sede de varias entidades del barrio. Despu¨¦s se baraj¨® la idea de hacer all¨ª un museo del teatro. Otra iniciativa que qued¨® en un caj¨®n.
Ayer al abrir la puerta de la Casa de la Prensa resonaba a vaci¨® y olvido. La alfombra de la entrada oculta un mosaico donde se observa un globo aerost¨¢tico. Es la bienvenida a 1929. Pronto se desvanece el espejismo. En la planta baja se ha parcelado con pladur diversas estancias. Se acumulan muebles met¨¢licos de oficina, polvo y suciedad. La luz deja ver lo que un d¨ªa fue la estancia. Una ruinosa escalera con columnas y restos de decoraci¨®n y un silencio roto por las palomas moribundas se adue?an de un espacio donde el tiempo qued¨® parado bajo un escudo que lleva inscrito el a?o 1929.
Jordi Go?i de la comisi¨®n para la recuperaci¨®n del Palau de la Prensa asegura que ¡°el edificio debe cubrir las necesidades asociativas que tiene Poble Sec¡±. Han recopilado m¨¢s de un millar de firmas individuales y el apoyo de m¨¢s de 70 entidades. ¡°Queremos que sea un espacio para los vecinos, multifuncional y que haya un lugar para nuestros ancianos, un espacio expositivo, otro de creaci¨®n, un espacio de memoria hist¨®rica de la exposici¨®n de 1929 y un lugar para potenciar la econom¨ªa cooperativa¡±, afirma Go?i. ¡°Hacemos una reinvidicaci¨®n pac¨ªfica, ordenada, divertida, alegre que no busca el enfrentamiento sino que pedimos al Ayuntamiento y pretendemos recoger sinergias con todo el mundo¡±, asegura. Hace unos meses que el Sindicato de Periodistas y la Fundaci¨®n Periodismo Plural se han unido a la comisi¨®n. El periodista Gil Toll asegura que ¡°es una excelente iniciativa para que en el futuro centro c¨ªvico haya espacios donde se cuide la memoria del periodismo y se acojan actos relacionados con la profesi¨®n¡±.
La puerta de la casa de la Prensa cierra de golpe. Dentro se queda la ruina. Las ilusiones de los vecinos son m¨¢s fuertes que nunca. La Casa de la Prensa no volver¨¢ a vivir el esplendor de 1929 pero cumplir¨¢ una funci¨®n social en Poble Sec.
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