Despertar. Aunque duela
Este 9 d'Octubre tenemos la oportunidad de asumirnos colectivamente y proyectarnos como somos
Por segundo a?o consecutivo escribo en Madrid este art¨ªculo con motivo del 9 d'octubre para El Pa¨ªs. ?Por qu¨¦? Pues avatares, organizaci¨®n de agenda, casualidad...?qui¨¦n sabe? Pero este marco simb¨®lico me ha hecho reflexionar sobre c¨®mo los valencianos y valencianas somos vistos desde otras partes del Estado o, visto de otra manera, c¨®mo nos proyectamos hacia el exterior. Este pensamiento me lleva a la pregunta que hace unos d¨ªas, en la jornada de puertas abiertas que el Gobierno valenciano ha organizado con motivo de nuestra celebraci¨®n de nacimiento como pueblo, me hizo un chaval en el Palau de la Generalitat. ?Es justo que reivindiquemos mayor financiaci¨®n cuando hay comunidades aut¨®nomas como Andaluc¨ªa que son pobres y lo necesitan m¨¢s que nosotros? As¨ª, como un jarro de agua fr¨ªa. Meses explicando que somos la ¨²nica comunidad aut¨®noma que siendo pobre paga como si fuera rica para que a las puertas del Sal¨® de Corts del Palau te suelten a bocajarro esta afirmaci¨®n. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
Encontrar¨ªa la respuesta justo al d¨ªa siguiente en la presentaci¨®n del libro El despertar valenciano, del periodista V¨ªctor Maceda. La obra es un repaso minucioso a los ¨²ltimos 30 a?os en lo que a la pol¨ªtica y sociedad valencianas se refiere, incluido el cambio pol¨ªtico que se produjo en mayo de 2015 y que supone un despertar colectivo emancipatorio, bullicioso y alegre. Sin embargo, yo creo que este despertar tiene otro elemento fundamental que quiz¨¢ no hayamos calibrado lo suficiente: el dolor. No hay despertar sin dolor. Cualquiera que se haya despertado despu¨¦s de una anestesia lo sabe. Las heridas duelen a medida que el somn¨ªfero deja de hacer efecto. Y duelen m¨¢s conforme m¨¢s consciencia se alcanza.
Quiz¨¢ esto explique la pregunta del joven. No queremos ser pobres. Nosotros, que sub¨ªamos en Ferrari, no queremos ser pobres. Nosotros, que fuimos la envidia del resto. Nosotros, que at¨¢bamos los perros con longanizas. Un territorio en el que que no hab¨ªa Duque o plebeyo que no pasara por aqu¨ª a vendernos sue?os a precio de saqueo. No hab¨ªa evento deportivo o religioso que no nos llenara de orgullo mientra nos vaciaba de posibilidades. No. Todo ocurr¨ªa a nuestro alrededor. Y ¨¦ramos tan felices renunciando a ser ciudadanos para pasar a ser espectadores de la vida de otros. Vidas que brindaban con champ¨¢n pagado con nuestras renuncias. No, no queremos ser pobres, porque duele. Duele despertarse para darse cuenta de que nosotros nunca subimos al Ferrari, que eran otros. Nos cre¨ªmos subidos a los yates de lujo s¨®lo porque nos permitieron mirar a los que s¨ª lo hac¨ªan. Y duele la herida abierta que provoca saber que la anestesia era para ocultar un saqueo organizado y sistem¨¢tico que nos empobreci¨® en todos los sentidos.
Gestionar ese dolor es lo que el Gobierno valenciano ha venido haciendo en este ¨²ltimo a?o en que la reparaci¨®n de las heridas ha sido el principal objetivo. Reparar y reconstruir o reconstruirnos para renacer. Experimentamos ese sentimiento que nos invade cada vez que despertamos. Quiz¨¢ ah¨ª est¨¦ la clave, en asumir que somos lo que somos. Por eso este 9 d'Octubre tiene un significado extraordinario, porque tenemos la oportunidad de asumirnos colectivamente y proyectarnos como somos. Mostrarnos y que nos vean sin espejismos. S¨®lo as¨ª podremos reivindicar lo que queremos ser. El destrozo ha sido tremendo, s¨ª, pero hemos salido de situaciones peores. Y siempre lo hemos conseguido cuando hemos decidido caminar juntos, trabajar juntos, sosteni¨¦ndonos unos a otros. El pueblo valenciano ha demostrado muchas veces su capacidad de unirse, de avanzar y de compartir sue?os comunes. Convirtamos pues el 9 de octubre, la fiesta en que celebramos nuestra identidad colectiva, en un d¨ªa para reencontrarnos y renacer. Digamos con la cabeza bien alta que los valencianos y valencianas no queremos ser m¨¢s que nadie pero que estamos cansados de ser siempre menos, porque nada justifica que tengamos menos posibilidades que otros territorios por el mero hecho de que la distribuci¨®n de la financiaci¨®n sea simple y llanamente injusta. Si nos aceptamos como somos, podremos ser lo que queramos. Hag¨¢moslo pues juntos. Totes a una veu. Tots a una veu.
M¨®nica Oltra Jarque es vicepresidenta, portavoz y consejera de Igualdad y Pol¨ªtica Inclusiva del Gobierno valenciano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.