Max Cahner, nuevo nombre para el claustro del Santa M¨°nica
El espacio rebautizado estrena una instalaci¨®n tecnol¨®gica
?Recuperar el concepto de maravilla y la capacidad evocadora de la obra de arte a trav¨¦s de un m¨¦todo cient¨ªfico que intenta mostrar dimensiones inalcanzables con las percepciones habituales. Seg¨²n la comisaria M¨®nica Bello ese es el objetivo de Llull-Kurokawa. A la luz de las ideas, la instalaci¨®n audiovisual inmersiva del japon¨¦s Ryoichi Kurokawa, que acoge el visitante en el claustro del antiguo Convento de Santa M¨®nica, convertido en centro de arte desde 1998. El peculiar espacio, que constituye un reto para cualquier artista, ha sido rebautizado en homenaje al editor, pol¨ªtico e historiador Max Cahner (1936 - 2013), que fue consejero de Cultura entre 1980 y 1984. ¡°Sin Cahner no entender¨ªamos el momento que vivimos ni la ambici¨®n del proyecto de pa¨ªs que defendemos¡±, afirm¨® el actual consejero Santi Vila durante el acto de presentaci¨®n, acompa?ado por Joana Cahner, que record¨® a su padre como ¡°un activista cultural vocacional, tenaz, exigente y riguroso, pero tambi¨¦n clarividente y visionario¡±.
Cualidades que compart¨ªa con el fil¨®sofo y m¨ªstico Ramon Llull, a quien est¨¢ dedicada la instalaci¨®n abierta en el claustro hasta el 4 de diciembre. Para apreciar la experiencia correctamente hay que situarse en una peana debajo de tres pantallas curvas donde transcurre una proyecci¨®n abstracta y sugerente, que remite a las nebulosas oscuras donde se crean las estrellas. ¡°Utilizo datos de los telescopios y simulaciones de la formaci¨®n estelar y los convierto en renders art¨ªsticos¡±, explic¨® Kurokawa.
¡°Es una experiencia casi f¨ªsica, que plantea otra forma de aproximaci¨®n al arte a trav¨¦s de una narrativa que se desarrolla a partir de un conjunto de datos¡±, a?adi¨® Andy Gracie, co-comisario del proyecto, que cuenta con un intenso programa de actividades. Adem¨¢s de analizar las relaciones entre arte y ciencia, los encuentros abordar¨¢n los v¨ªnculos entre el pensamiento medieval de Llull y la b¨²squeda actual de nuevos sistemas de conocimiento.
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