Mar¨ªa Pag¨¦s embruja con su nuevo espect¨¢culo

Al inconmensurable y majestuoso baile de Mar¨ªa Pag¨¦s en el solo ?yeme con los ojos se le hizo peque?o el inmenso escenario de la Sala MAC del Mercat de les Flors. Noche m¨¢gica y de aristocr¨¢tica pasi¨®n flamenca la que vivi¨® el p¨²blico, el s¨¢bado, ante este nuevo desaf¨ªo de la bailaora sevillana, donde a trav¨¦s de la poes¨ªa y de los palos del flamenco la artista desnuda su alma. No se pierdan este espect¨¢culo que estar¨¢ en el Mercat hasta el d¨ªa 6.

Mar¨ªa Pag¨¦s junto a su marido El Arbi El Harti, autor de la dramaturgia de sus espect¨¢culos, han seleccionado una serie de versos m¨ªsticos de autores como san Juan de la Cruz, fray Luis de Le¨®n, Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, Tagore y el propio El Harti, entre otros, que Mar¨ªa expresa a trav¨¦s del embrujo de su baile. Con una minuciosa puesta en escena, elegante en el acertado uso de los colores y la luz y acompa?ada de la maravillosa y desgarrada m¨²sica que nace de la guitarra de Rub¨¦n Levaniegos, el violonchelo de Sergio Menem, el viol¨ªn de David M¨®?iz y el cante de Ana Ram¨®n y Juan de Mairena, la bailaora se adentra en un laberinto de emociones marcado por una profunda espiritualidad.

La belleza y expresividad de los brazos de la bailaora tienen un poder hipn¨®tico que corta la respiraci¨®n

?yeme con los ojos, que debe su nombre al poema Sentimiento de ausente, de sor Juana In¨¦s de la Cruz, comienza con un martinete. Mar¨ªa en el centro del escenario, vestida de negro, y sin m¨²sica, baila este palo del flamenco con una intensidad que estruja el coraz¨®n del espectador. La belleza y expresividad de sus brazos tienen un poder hipn¨®tico que corta la respiraci¨®n. Son unos brazos largos y esbeltos m¨¢s contempor¨¢neos que flamencos. Unos brazos que lloran, que respiran, que se quiebran y que aletean suplicantes. Luego vendr¨¢ una seguiriya en que la bailaora vestir¨¢ una elegante bata de cola, la falda que combina el rojo y el coral dar¨¢ un gran juego esc¨¦nico ya que convertir¨¢ a la artista una caracola humana.

Mar¨ªa Pag¨¦s tambi¨¦n utilizar¨¢ la palabra en un momento del espect¨¢culo, concretamente recitar¨¢ Palabras para Julia de Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo. Y romper¨¢ la intensidad del espect¨¢culo con un desenfadado fragmento donde cantar¨¢ ?Ay, que calor!

El final es de una belleza indescriptible. Mar¨ªa descalza y vestida de un gris verdoso asemeja el tronco de un ¨¢rbol con largas ra¨ªces y ramas. Todo el p¨²blico puesto en pie ovacion¨® fervientemente a esta brillante artista y a todos los grandes m¨²sicos y cantaores que la acompa?an en este inolvidable espect¨¢culo.