Tiburones al acecho en el Caribe
Marc Montserrat-Drukker teatraliza ¡®Relato de un n¨¢ufrago¡¯, la aventura period¨ªstica m¨¢s famosa de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez

Los tiburones del Caribe emergen de las profundidades del mar hasta la superficie en busca de alimento a las cinco de la tarde, cada d¨ªa, cuando el sol empieza a calmarse. Lo descubri¨® muy pronto Lu¨ªs Alejandro Velasco, el n¨¢ufrago m¨¢s famoso de Colombia. En febrero de 1955 estuvo diez d¨ªas vagando en una balsa sin comer ni beber, luchando contra los escualos con los remos de su precaria embarcaci¨®n, hasta que alcanz¨® moribundo una playa desierta.
Pero el peligro y los depredadores no solo estaban en el oc¨¦ano: el relato oficial que divulg¨® sobre lo ocurrido la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla dist¨® mucho de la realidad. Y quien trat¨® de ara?ar la aventura verdadera y publicarla en prensa a punto estuvo de ser devorado por el r¨¦gimen. Lo supo bien Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez cuando escribi¨® por entregas, en nombre de Velasco, las aventuras. Gabo acab¨® iniciando en Par¨ªs un ¡°exilio errante y un poco nost¨¢lgico que tanto se parece tambi¨¦n a una balsa a la deriva¡±, record¨® a?os despu¨¦s, mientras que el peri¨®dico El Espectador de Bogot¨¢, donde Gabo public¨® la serie, sufri¨® graves dificultades. Lo ocurrido se lleva a escena por primera vez desde hoy en el Teatre Lliure de Gr¨¤cia, en Barcelona.
¡°Habl¨¦ ya en 1999 con la agente literaria Carme Balcells para teatralizar la obra; en 2008, le present¨¦ la propuesta, la apoy¨® y me cedieron los derechos de Relato de un n¨¢ufrago¡±, explica el director del montaje, Marc Montserrat-Drukker. Los actores ?ngel Ll¨¤cer y Emilio Guti¨¦rrez Caba interpretan al marinero y al autor, sobre el que no se hace una personalizaci¨®n como tal. ¡°Son dos fieras esc¨¦nicas. El trabajo que hacen es tan rico, tan imaginario¡¡±, a?ade el dramaturgo. Ll¨¤cer se ha empleado a fondo en el gimnasio para encarnar al n¨¢ufrago someti¨¦ndose a duros entrenamientos. Se lo ha tomado tan a pecho que ha perdido 12 kilos para dar rienda suelta a la haza?a: Velasco era marinero en un barco de guerra del gobierno colombiano, el destructor Caldas. Estaban regresando de los Estados Unidos cuando la nave dio un bandazo por el viento en la mar gruesa. El barco no pudo maniobrar por sobrepeso. Estaba repleto de carga de contrabando: neveras, lavadoras, televisores¡ Ocho marineros de la tripulaci¨®n cayeron al mar.
Fallecieron todos menos Velasco, que sobrevivi¨® navegando sin rumbo aferrado a una medalla de la Virgen del Carmen. Despellej¨® gaviotas, perdi¨® la esperanza y a ratos hasta el conocimiento agazapado en una balsa rodeada de tiburones contra los que lleg¨® a pelear para conseguir alimento. Supo que los escualos estaban especialmente hambrientos a las cinco de la tarde porque uno de los pocos enseres que no rompi¨® ni extravi¨® durante la traves¨ªa fue su reloj. Tras alcanzar tierra firme, la dictadura trat¨® de ahogar la verdad. Explicaron que el naufragio ocurri¨® porque se desat¨® una tormenta en las aguas caribe?as. Velasco se convirti¨® en h¨¦roe nacional, se lo rifaban las firmas de publicidad. Hasta que ofreci¨® su versi¨®n a El Espectador y Garc¨ªa M¨¢rquez narr¨® en su boca las circunstancias del naufragio. ¡°A ¨¦l le cost¨® su gloria y carrera" y al joven reportero Gabo estuvo ¡°a punto de costarle el pellejo¡±, relat¨® el propio escritor.
En la d¨¦cada de 1970 el premio Nobel agrup¨® para la editorial Tusquets Relato de un n¨¢ufrago, los cap¨ªtulos publicados en El Espectador. Con 10 millones de ejemplares vendidos, se ha convertido en uno de los libros m¨¢s c¨¦lebres del colombiano. Con pol¨¦mica incluida, eso s¨ª, porque el marino, ca¨ªdo en desgracia, pugn¨® por arrebatarle los derechos de la obra. ¡°Obviamente, gan¨® Garc¨ªa M¨¢rquez¡±, aclara Montserrat-Drukker.
Relato de un n¨¢ufrago est¨¢ coproducido por el Teatre Lliure y Bit¨®. En el escenario, la acci¨®n del espect¨¢culo se inicia en la redacci¨®n de El Espectador, viaja hasta la presentaci¨®n del volumen y se centra en la relaci¨®n entre los dos protagonistas. El caracter¨ªstico humor del escritor colombiano recorre un espect¨¢culo te?ido de tragicomedia. El montaje crea un cuento entre los dos personajes, que explican su historia al p¨²blico con constantes saltos temporales hacia el pasado y las olas repletas de peligros del Caribe. La adaptaci¨®n, realizada por Ignacio Garc¨ªa May, juega con la realidad y la ficci¨®n. Este juego se ha trasladado tambi¨¦n a la escenograf¨ªa, en la que se crea una suerte de realismo m¨¢gico. ¡°Cada cap¨ªtulo guarda una sorpresa, prefiero no desvelar nada porque quiero que el p¨²blico llegue virgen al teatro. Hay muchos trucos de magia, eso s¨ª. Y nos apoyamos en diferentes lenguajes, como el v¨ªdeo, para crear la atm¨®sfera adecuada¡±, desgrana Montserrat-Drukker sobre Relato de un n¨¢ufrago, que se representar¨¢ hasta el 4 de diciembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Carmen Balcells
- Teatre Lliure
- Emilio Guti¨¦rrez Caba
- Compa?¨ªas teatro
- Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez
- Agentes literarios
- Gente
- Escritores
- Boom latinoamericano
- Periodismo
- Catalu?a
- Literatura hispanoamericana
- Sector editorial
- Industria cultural
- Libros
- Literatura espa?ola
- Teatro
- Movimientos literarios
- Literatura
- Artes esc¨¦nicas
- Movimientos culturales
- Cultura
- Espa?a
- Medios comunicaci¨®n
- Espect¨¢culos