Caza sin control en L¡¯Albufera de Valencia
48.412 patos y ejemplares de 25 especies protegidas son abatidos en un humedal vital para las aves migratorias
En seis a?os se han cazado oficialmente 48.412 patos en L¡¯Albufera de Valencia. Pero las estad¨ªsticas oficiales, basadas en los datos que proporcionan los cazadores, no son fiables. ¡°Hay unos cupos. Pero como no existe un control por parte del Gobierno valenciano, es imposible saber cu¨¢ntos patos se cazan realmente al a?o¡±, lamenta un portavoz de la fiscal¨ªa de Medio Ambiente de Valencia.
El organismo est¨¢ muy preocupado porque, adem¨¢s de los patos, desde 2010 han sido abatidas en L¡¯Albufera aves de 25 especies protegidas. Algunas imposibles de confundir con un pato, como el flamenco com¨²n. Y otras en peligro de extinci¨®n, como el avetoro.
El n¨²mero de aves protegidas tiroteadas no ha dejado de crecer desde 2012. Tanto los cazadores como la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, controlada por Comprom¨ªs, una coalici¨®n que incluye a los ecologistas, aseguran ser conscientes del problema y tener voluntad de ¡°extremar la vigilancia¡±. Pero el director general de Medio Natural y Evaluaci¨®n Ambiental de la Generalitat valenciana, Antoni Marzo, admite al mismo tiempo la dificultad de controlar la caza en un parque natural ¡°repleto de accesos y caminos por su condici¨®n de zona arrocera¡±. Y rodeado de n¨²cleos muy poblados: una parte del parque natural se halla dentro del t¨¦rmino municipal de Valencia.
Con una superficie de 21.200 hect¨¢reas, L¡¯Albufera es uno de los humedales m¨¢s importantes de Europa. Representa una escala estrat¨¦gica en la migraci¨®n de aves entre ?frica y Europa. Y, en invierno, es un refugio para las que huyen de los lagos de superficies heladas del norte de Europa, explica Mario Gim¨¦nez, delegado de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO-Bird Life) en Valencia. La caza de patos en el parque est¨¢ permitida entre octubre y enero.
Gim¨¦nez y la fiscal¨ªa de Medio Ambiente consideran que lo m¨¢s alarmante es la falta de informaci¨®n realista sobre la caza en un espacio que tiene el mismo rango legal de protecci¨®n que un parque nacional.
Las ¨²ltimas estad¨ªsticas disponibles dicen que entre 2009 y 2014 se cazaron 48.412 patos. Pero la cifra fue muy superior. Las tablas se basan en las capturas declaradas por los cazadores. Y en 2011 y 2012 aparecen vac¨ªas, a pesar de que la prensa local public¨® en ese periodo fotos de cazadores posando con largas filas de patos abatidos.
La estimaci¨®n de aves protegidas alcanzadas tambi¨¦n es muy aproximada. Se basa en los p¨¢jaros heridos por perdigones que fueron detectados por agentes medioambientales o excursionistas y llevados al Centro de Recuperaci¨®n de Fauna de El Saler. En total, 86 aves pertenecientes a 25 especies entre 2010 y 2015. Aquellas que se hundieron en el lago o no fueron vistas por otro motivo, escapan a la estad¨ªstica.
¡°Somos los primeros perjudicados por esta pr¨¢ctica y luchamos contra ella. Pero como en todos los colectivos siempre hay desaprensivos¡±, afirma Jos¨¦ Bad¨ªa, presidente del Club de Cazadores de Sueca. Bad¨ªa a?ade que los tendidos el¨¦ctricos, los gatos asilvestrados y las zanjas de obra causan un mayor n¨²mero de muertes entre las aves no cineg¨¦ticas en el parque natural. ¡°Los cazadores, somos los que ponemos rampas de paso para que crucen. Y somos los m¨¢s interesados en que las normas se cumplan, porque de lo contrario lo acaban pagando los cotos¡±.
El Club de Cazadores de Sueca organiza charlas para ¡°concienciar¡± a sus socios sobre la situaci¨®n de las especies amenazadas, asegura Bad¨ªa. Y para recordar la prohibici¨®n de utilizar perdigones de plomo. Esta munici¨®n, vetada en los humedales desde 2007 por la grave contaminaci¨®n que provoca, ha sido hallada en el 70% de las aves no cineg¨¦ticas trasladadas al Centro de Recuperaci¨®n de Fauna de El Saler en los ¨²ltimos seis a?os.
La ley contempla penas de hasta dos a?os de c¨¢rcel por cazar aves protegidas. El portavoz de la fiscal¨ªa de Medioambiente de Valencia no oculta su frustraci¨®n por el hecho de que, a pesar de la mortandad creciente, no se ha abierto ning¨²n procedimiento, lo que atribuye a la falta de control. Si no se identifica a un presunto autor, se?ala, la justicia no puede actuar.
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