Tres meses para abordar el volc¨¢n catal¨¢n
La presencia en los juzgados de los actos de desobediencia de cargos electos apremia la necesidad de encontrar una salida a la relaci¨®n entre la Generalitat y el Estado
Pocos factores han influido tanto en la par¨¢lisis institucional espa?ola de este a?o como la crisis territorial en Catalu?a. Los independentistas no han conseguido por ahora sus objetivos pero s¨ª han provocado que, durante m¨¢s de diez meses, ninguno de los grandes partidos consiguiera sumar una mayor¨ªa suficiente para gobernar. El cord¨®n sanitario erigido alrededor de los soberanistas catalanes ha dificultado como nunca dicha suma y las heridas que ha dejado tardar¨¢n en cicatrizar. La par¨¢lisis se ha superado en el ¨²ltimo minuto ¡ªhay Gobierno¡ª pero el volc¨¢n independentista amenaza con desestabilizar de nuevo la pol¨ªtica espa?ola si no se logra, ya no pactar una salida con los independentistas, sino al menos abrir v¨ªas de di¨¢logo.
Tres meses. Este es el plazo con el que trabajan muchos sectores del independentismo para evitar lo que ven como el choque de trenes definitivo. La situaci¨®n es la siguiente: el Gobierno catal¨¢n, formado por la antigua Converg¨¨ncia y Esquerra Republicana y apoyado siempre in extremis por los anticapitalistas de la CUP, mantiene invariable su ¨²ltima hoja de ruta. Esto es aprobar en verano las llamadas ¡°leyes de desconexi¨®n¡± de Espa?a para intentar organizar un refer¨¦ndum de independencia la segunda quincena de septiembre del que la Generalitat no da ning¨²n detalle. Lo ¨²nico que dice es que lo convocar¨¢ haya o no acuerdo con el Estado.
Al otro lado el Gobierno mantiene tambi¨¦n inamovible su estrategia de atacar el independentismo desde los tribunales. Ya son cerca de tres centenares los cargos electos que tendr¨¢n que responder ante la Justicia por todo tipo de actos relacionados con actos de desobediencia vinculados al proceso independentista. Muchos de estos casos, comenzando por el de la consulta del 9 de noviembre de 2014, llegar¨¢n a juicio antes de la primavera. De ah¨ª que los independentistas no vean m¨¢s de dos o tres meses de margen para intentar abrir una v¨ªa de di¨¢logo que, esta vez, el Gobierno parece dispuesto a explorar.
Los independentistas ven casi imposible que se encuentren v¨ªas para el acuerdo una vez comience el rosario de inhabilitaciones y condenas, que dan casi por seguras, y que podr¨ªan alcanzar al mismo expresidente, Artur Mas.
Los independentistas no ven m¨¢s de dos o tres meses de margen para intentar abrir una v¨ªa de di¨¢logo
¡°Veo dos o tres meses de margen para que se puedan, ya no cambiar los proyectos, que en nuestro caso es y seguir¨¢ siendo el refer¨¦ndum, sino para al menos abrir un di¨¢logo que nos permita a todos modular los tiempos¡±, explica Francesc Homs, diputado del Partit Dem¨°crata Europeu Catal¨¤ y uno de los que se exponen a ser inhabilitados por haber organizado la consulta del 9 de noviembre de 2014. Homs, que no entra en detalles sobre qu¨¦ se puede modular, forma parte del grupo de dirigentes que, sin renunciar a una votaci¨®n sobre la independencia, creen que hay margen para la pol¨ªtica. Defienden la posibilidad de poner en marcha para Catalu?a una ¡°operaci¨®n de Estado¡± tan ambiciosa como la que en 1977 permiti¨® legalizar el Partido Comunista. El presidente catal¨¢n, Carles Puigdemont, ha ahondado reiteradamente en esta tesis los ¨²ltimos meses, especialmente en sus mensajes dirigidos al Gobierno: ¡°El independentismo debe ser reconocido como un actor pol¨ªtico porque no va a desaparecer¡±.
El Gobierno ha dado pocas pistas sobre qu¨¦ piensa hacer. De momento, los gestos se han limitado a prometer di¨¢logo y a nombrar como delegado del Gobierno en Catalu?a a Enric Millo, que representa el ala m¨¢s catalanista del PP de Catalu?a. A su vez, Millo ha prometido centrar el debate en dos asuntos que, cree, pueden ayudar a rebajar el malestar del que se alimenta el independentismo: financiaci¨®n y mejora de las infraestructuras en Catalu?a. ¡°Hay poco margen para m¨¢s¡±, explican fuentes del partido.
Millo, a las ¨®rdenes directas de la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, dice estar dispuesto a intentar este di¨¢logo, si bien mantiene que no se desviar¨¢ del objetivo de perseguir cuantos actos de desobediencia detecte entre los cargos electos independentistas. ¡°No dejaremos de intentar el di¨¢logo porque sea dif¨ªcil¡±, ha dicho a modo de declaraci¨®n de intenciones.
Puigdemont pide que el independentismo sea reconocido como "actor pol¨ªtico"
La situaci¨®n del socialismo no ayuda a encontrar una soluci¨®n. El PSOE se mantiene firme en su defensa de la Declaraci¨®n de Granada, pactada en 2013 y que da tintes federalizantes a la organizaci¨®n del Estado, eso s¨ª, sin romper con el actual sistema. ¡°No se trata de una reforma que nos sit¨²e en el comienzo de nuestra andadura democr¨¢tica, como si se iniciara un nuevo momento constituyente, sino como la evoluci¨®n natural del Estado auton¨®mico¡±, reza el documento. Para la gestora que dirige el partido este documento es el ¡°punto de llegada¡± para solucionar la cuesti¨®n catalana, mientras que el PSC la considera solo ¡°punto de partida¡±. La gestora ha dejado claro al primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que no se mover¨¢ de estas tesis.
Las demandas de los socialistas catalanes, que pasan por reconocer Catalu?a como ¡°naci¨®n¡±, han recibido cierto espaldarazo con el pacto que los socialistas vascos han cerrado con el PNV. El acuerdo reza que no se van a poner l¨ªneas rojas a asuntos como el ¡°reconocimiento de Euskadi como naci¨®n¡±. Con todo, a nadie se le escapa dentro de la familia socialista que poco tiene que ver, y menos ahora, la situaci¨®n pol¨ªtica vasca con la catalana.
En cualquier caso, una salida a la situaci¨®n de Catalu?a basada en el acuerdo de gobernabilidad del Pa¨ªs Vasco o en una mejora de la financiaci¨®n no solo resulta insuficiente para el independentismo catal¨¢n, sino que requiere tiempo, algo que precisamente escasea en estos momentos. Y dejarlo todo en manos de los jueces, insisten los independentistas, no lo solucionar¨¢. ¡°Nos preguntamos a cu¨¢nta gente tendr¨¢n que procesar para que se den cuenta de que la soluci¨®n no est¨¢ en la judicializaci¨®n¡±, dice el consejero catal¨¢n de Justicia, Carles Mund¨® (ERC). ¡°Podr¨¢n apartar a los cargos que quieran, pero despu¨¦s de ¨¦stos llegar¨¢n otros que defender¨¢n lo mismo¡±, insiste.
La gran inc¨®gnita que el Gobierno de Mariano Rajoy tendr¨¢ que resolver m¨¢s a medio plazo, es si Catalu?a realmente vivir¨¢ otro simulacro de refer¨¦ndum en septiembre, como prometi¨® el president Carles Puigdemont en la apertura del curso parlamentario. La Generalitat mantiene que esta votaci¨®n se celebrar¨¢ s¨ª o s¨ª pero tambi¨¦n insiste en que solo puede celebrarse si el refer¨¦ndum es ¡°vinculante y tiene todas las garant¨ªas¡±, lo que resulta jur¨ªdicamente imposible si el Gobierno no lo acepta, aunque pol¨ªticamente estas garant¨ªas quedar¨ªan a expensas de que los comunes se a?adieran a la inciativa. El previsible forcejeo que se prepara entre Puigdemont y Colau ser¨¢ determinante en los pr¨®ximos meses.
El calendario est¨¢ m¨¢s o menos abierto seg¨²n quien hable del entorno de la coalici¨®n independentista Junts pel S¨ª. Para unos la creciente judicializaci¨®n del conflicto solo puede hacer que adelantar los acontecimientos e incluso plantean el refer¨¦ndum para junio. Otros lo ven en oto?o, y solo si hay garant¨ªas de ganarlo con un buen ¨ªndice de participaci¨®n.
Mund¨® admite que el refer¨¦ndum es el verdadero reto, y que solo se podr¨¢ celebrar si detr¨¢s hay una gran movilizaci¨®n popular. ¡°Ni las instituciones solas ni la sociedad civil [entidades independentistas] podr¨¢n conseguir el objetivo por separado¡±.
La situaci¨®n que el nuevo gobierno tendr¨¢ que gestionar en Catalu?a estar¨¢ marcada pues a corto plazo por el curso de los casos que se han judicializado y por una inmensa oleada de propaganda que las entidades soberanistas ya est¨¢n organizando para calentar los motores del eventual refer¨¦ndum de oto?o. El reto del Gobierno, explica un alto cargo del gobierno catal¨¢n, ser¨¢ buscar ¡°una rendija para el di¨¢logo¡± entre tanta exaltaci¨®n.
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