Un titular en el Col¡¤legi

Fue Pasqual Maragall quien instituy¨® la conferencia en el Col.legi de Periodistes, como balance del a?o y propuesta para el siguiente. La tradici¨®n se mantiene vigente. La llegada de la fecha sol¨ªa poner el Ayuntamiento patas arriba y todo era correr de despacho en despacho buscando los papeles que justificaran la acci¨®n de gobierno de cada concejal, con la esperanza que ¡°el jefe¡± los mencionara. Pero en toda conferencia hay siempre un momento clave, cuando aparece la idea que ser¨¢ el titular al d¨ªa siguiente. A veces viene del equipo, a veces del alcalde. Maragall sol¨ªa repasar con cierta displicencia los folios preparados para despu¨¦s agregar una p¨¢gina escrita a mano donde guardaba la bomba comunicativa, la idea fuerza. A veces ideas dif¨ªciles de absorber, como cuando propuso trabajar ¡°Barcelona endins¡±, para adentro, siguiendo la estela de la gente. Joan Clos hac¨ªa todo lo contrario: reescrib¨ªa la misma tarde de la conferencia todo el texto, dejando de lado lo que hab¨ªa preparado su equipo, y el enfoque pod¨ªa ser genial o de llevarse las manos a la cabeza. Hac¨ªa promesas ditir¨¢mbicas: una vez, miles y miles de pisos, ya no recuerdo la cifra.

Jordi Hereu, tan buena persona que es, deriv¨® en un formato extempor¨¢neo de v¨ªdeos y micr¨®fonos de diadema y el hombre caminado por el escenario como un showman cualquiera, hasta llegar a las preguntas previamente pactadas. En este caso, las ideas fundacionales ven¨ªan del equipo de comunicaci¨®n y eran un esl¨®gan. Xavier Trias volvi¨® a la sensatez y al Col.legi de Periodistes y volvi¨® al repaso de la acci¨®n y a la propuesta de avance, que despu¨¦s se perd¨ªa en los plenos porque la oposici¨®n ten¨ªa mayor¨ªa. Y ahora retoma la tradici¨®n Ada Colau, con el formato cl¨¢sico y el titular bajo el brazo. El titular fue ese ¡°plan Delta 2¡± que cerr¨® su intervenci¨®n inicial. La alcaldesa es simp¨¢tica porque es genuina. No exager¨® los parabienes del balance aunque tuviera poca sustancia que llevarse a la boca ¨Cel cambio pide tiempo¡ªy demostr¨® poca seguridad al hablar de acercar la ciudad al Llobregat, como si esta idea, que es muy potente, fuera tan reciente que no ha tenido tiempo de hac¨¦rsela suya.

Barcelona ha maltratado hist¨®ricamente a sus r¨ªos, los ha escondido. Ada Colau present¨® el a?o pasado el Pla de Barris del corredor del Bes¨°s, que ya est¨¢ en marcha, que se supone muy participativo, que tendr¨¢ efectos relativos porque quien mucho abarca poco aprieta, pero que no hay duda que era una asignatura pendiente. Ahora se vuelve hacia el Llobregat, que es tierra ignota. Tambi¨¦n con un margen temporal de diez a?os. La idea, insisto, es brillante. Alguien est¨¢ pensando en grande y cabe felicitarnos por ello. Pero la idea es incipiente. Como la ciudad es la que es, esta zona estaba en el punto de mira de Xavier Trias: de su equipo de urbanismo mejor dicho, porque es obvio que es un territorio mal estructurado, donde se pusieron las infrastructuras hard sin necesidad de arreglar el conjunto para que luciera. La Zona Franca es hostil, antip¨¢tica, est¨¢ siempre coronada por una neblina sospechosa y un ruido s¨®lido. Es tierra de camiones. Esto lo insinu¨® Ada Colau cuando habl¨® de la estaci¨®n intermodal del puerto, pero los accesos ferroviarios est¨¢n detenidos en un caj¨®n del Ministerio, pactados hace dos a?os y sin empezar.

El paseo verde del Morrot es factible si se hace lo que quer¨ªa hacer Trias con una inversi¨®n descomunal: enterrar la Ronda y pacificar la superficie. El desarrollo del barrio de la Marina, que ya se?al¨® Joan Clos, es perfecto, no tiene problema. Y civilizar un territorio industrial no tiene por qu¨¦ ser imposible: ah¨ª est¨¢, verde y magnifica, la r¨ªa de Bilbao. Pero en el caso de Barcelona, con solo mirar el mapa se ve que ser¨¢ un hueso duro de roer, porque es mucho terreno y mucho desorden. Ada Colau quiere, adem¨¢s, que esta nueva Barcelona tenga perfil de econom¨ªa social: un pol¨ªgono para pimes (?lo necesitan?) y ampliaci¨®n de Mercabarna para la soberan¨ªa alimentaria a partir del cultivo ecol¨®gico. Est¨¢ bien, es coherente con su modelo, pero pensar en grande es pensar para todos. La industria convencional tambi¨¦n merece atenci¨®n. Ahora bien, yo no s¨¦ si Ada Colau tiene equipo, tiempo y energ¨ªa para atender los dos r¨ªos al mismo tiempo, m¨¢s lo que venga el a?o que viene, cuando necesitar¨¢ otro titular. Siempre le quedan las Puertas de Collserola.