Currando a todas horas, en todos los lados
La exposici¨®n '24/7. Conectados' explora la l¨ªnea difusa entre trabajo y vida personal
La salida del trabajo era el comienzo de la verdadera vida, del tiempo dedicado a nosotros mismos y a los nuestros. Este momento de liberaci¨®n cotidiano fascin¨® tanto a los hermanos Lumi¨¨re como para hacer la primera pel¨ªcula de la historia: Salida de los obreros de la f¨¢brica, de 1985. M¨¢s recientemente el cineasta alem¨¢n Harun Farocki reuni¨® otras cinematogr¨¢ficas salidas del curro, como las de Metr¨®polis, Tiempos modernos o Bailar en la oscuridad. El resultado, su pieza Workers leaving the factory, abre la exposici¨®n 24/7. Conectados, que trata sobre c¨®mo la l¨ªnea entre trabajo y vida personal es cada vez es m¨¢s difusa y como la labor se ha desparramado por todo nuestro tiempo y todos nuestros espacios.
De d¨ªa y de noche, en la oficina, pero tambi¨¦n en el metro, en el bar o en casa. Seg¨²n public¨® The Wall Street Journal en 2012 el 80% de los j¨®venes neoyorquinos realizaban tareas laborales desde la cama. Ya nunca suena la sirena que anuncia la salida de la f¨¢brica: la factor¨ªa es ubicua.
¡°La llegada de Internet, pero sobre todo de los smartphones como una extensi¨®n de nuestro cuerpo, ha hecho que esta separaci¨®n haya saltado por los aires¡±, dice la comisaria Luisa Espino, ¡°en cualquier momento, incluso desde la cama, estamos pendientes del trabajo respondiendo correos o mensaje¡±. La muestra, que re¨²ne a 14 artistas de varias generaciones, se puede ver en Centro Centro (Plaza de Cibeles, 1) hasta el pr¨®ximo 21 de mayo.
El dibujante Paco Roca so?¨® desde de ni?o con trabajar desde casa, en pijama, pero lo que parec¨ªa libertad m¨¢xima se convirti¨® en esclavitud mental, como relat¨® en una serie de c¨®mics aqu¨ª expuestos y publicados originalmente en este diario: la tragic¨®mica jaula de oro del trabajador aut¨®nomo. Tambi¨¦n trabajo es el networking que se da en c¨®cteles y canapeos varios, por debajo del ambiente festivo, los profesionales curran, se informan, hacen contactos, como se?al¨® la argentina Marta Minuj¨ªn en su instalaci¨®n Minucodes, 1968-2010, que se introduce en el mundo de los saraos neoyorquinos.
¡°Se trata de acercarse al tema desde varios ¨¢ngulos¡±, explica la comisaria, que se ha inspirado en gran medida en el libro 24/7. El capitalismo al alcance del sue?o (Ariel), de Jonathan Crary. As¨ª, se llega a la adicci¨®n y uso promocional de las redes sociales: Ana Ria?o imagina c¨®mo ser¨ªa el perfil de Facebook de Marcel Duchamp o reproduce el Twitter de Jeff Koons. Cristina Garrido se fotograf¨ªa al despertarse y al acostarse: ficha en las redes sociales y su jornada se extiende mientras est¨¢ despierta, todo el rato. Otras referencias bibliogr¨¢ficas sobre este asunto de la dependencia intern¨¦tica podr¨ªan ser La gran adicci¨®n (Arpa Editores), de Enric Puig Punyet, sobre gente que se ha logrado ¡°desconectar¡±, o las diferentes obras de Nicholas Carr, que ahondan en los inconvenientes de la tecnolog¨ªa.
La ubicuidad del tel¨¦fono y lo electromagn¨¦tico llega de la mano de Christian Marclay y Tania Blanco. Menos mal que al final de la muestra se llega a cierta desconexi¨®n y mindfulness (atenci¨®n plena) gracias a los trabajos de Ceal Floyer o el colectivo Superflex, que nos hipnotiza para que olvidemos el trabajo de una vez y nos relajemos.
Otros de los artistas participantes son Francisco Ruiz de Infante, Martha Rosler, Mladen Stilinovic, MP&MP Rosado y Bego?a Olavarrieta?, que ofrece su tarjeta para que el visitante la llame cuando quiera, sin importar la hora, para comentar la exposici¨®n. Siempre disponible. El problema es palpable: recientemente la Rep¨²blica francesa reconoci¨® el ¡°derecho a la desconexi¨®n¡±, que defiende el descanso y las vacaciones de los trabajadores fuera del horario laboral, lejos de los correos electr¨®nicos y mensajes de WhatsApp de sus empresas.
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