Trump es bueno para el arte

Vaya usted a saber qu¨¦ significar¨¢ para Hollywood el error de Warren Beatty, de puesta en escena protot¨ªpica de la Meca del cine: el hombre blanco balbuceante tiene un atisbo de duda y pasa el marr¨®n a la mujer blanca que le acompa?a (Faye Dunaway), la cual no se lo piensa m¨¢s y ¡°salva¡± al var¨®n de la casa aunque ¨¦sta se hunda. Un remake espl¨¦ndido de Bonnie & Clyde, la peli alternativa que inici¨® la renovaci¨®n generacional hollywoodiana en los setenta. Qui¨¦n os ha visto y qui¨¦n os ve, pareja. Para dar finalmente el premio a una peli negra, de gente negra, la primera oscarizada escrita y dirigida por un negro, y encima con un gay de protagonista. Mitolog¨ªas cruzadas.

La movida generacional cuenta en la trastienda. Warren y Faye son m¨¢s viejos que Trump, quien a su vez es el pol¨ªtico m¨¢s viejo en acceder a la presidencia de su pa¨ªs en d¨¦cadas. Dos realizadores j¨®venes han ganado los Oscar mayores, uno de 37 y el otro de 32. La vers¨¢til mejor actriz tiene 28. El director iran¨ª Asghar Farhadi, de 44, recibi¨® su segundo hombrecito calvo y desnudo, en ausencia por conciencia: ¡°Dividir el mundo en las categor¨ªas de nosotros y nuestros enemigos genera miedo¡±. El actor Gael Garc¨ªa Bernal, de 38, lo dijo en directo: ¡°Como mexicano, como latinoamericano, como un migrante trabajador, estoy en contra de cualquier tipo de muro¡±. Pero si el iran¨ª y el mexicano pensaban que ser¨ªan dos voces en un coro de cr¨ªticas a Trump, pues no. ?Qu¨¦ pas¨®?

Cuentan las cr¨®nicas que Trump no tuite¨® nada en toda la noche, por m¨¢s que el presentador le provocara. Seguro que se venga de un Hollywood que lo ha atacado (quisimos creer) desde que sali¨® elegido y empez¨® a vocear a diestro y siniestro m¨¢s a¨²n y a firmar leyes y decretos y otras actuaciones histri¨®nicas que van muy en serio. Tras el fenomenal patinazo organizativo, o lo que haya sido, Donald se reir¨¢ m¨¢s a gusto. Su primera reacci¨®n ha sido que si los organizadores ¡°no se hubieran preocupado tanto por la pol¨ªtica¡± no se hubieran equivocado. El medio escogido para dar a conocer el profundo an¨¢lisis ha sido la web de noticias conservadora Breitbart. ?De qu¨¦ habla? ?Hubo preocupaci¨®n por la pol¨ªtica en la gala? ?S¨ª? Dale con la tal posverdad.

En algo Hollywood no cambia desde los tiempos de la caza de brujas. No est¨¢ a la altura del intenso momento del arte de los transfronterizos y culturalmente siempre coloniales EUA desde el 20 de enero. Trump es bueno para el arte (esperemos que lo sea tambi¨¦n para el periodismo). Me refiero al arte contempor¨¢neo, al que los artistas pl¨¢sticos est¨¢n haciendo ahora mismo.

No se trata solamente de que museos como el MoMA neoyorquino hayan alterado la presentaci¨®n de su colecci¨®n a favor de obras de artistas que han sido o son migrantes. Sino de lo que hacen los artistas en la calle. Las primeras en alzarse con sus obras fueron las artistas, para potenciar la Marcha de las Mujeres que sigui¨® a la coronaci¨®n de Trump, enorme primera protesta. ¡°El arte feminista est¨¢ viviendo un gran momento, gracias al presidente electo¡±, titula Artnet, publicaci¨®n digital que sigue diariamente el efecto Trump en el mercado y en la creatividad.

El escultor paisajista Christo, de origen b¨²lgaro, ha dejado correr su proyecto en el r¨ªo Colorado ¡ªun muro de unos 70 kil¨®metros en cada orilla del r¨ªo de Arkansas¡ª y 15 millones de d¨®lares de su bolsillo invertidos en veinte a?os de preparaci¨®n, como protesta: nada de muros. El tambi¨¦n escultor Anish Kapoor, angloindio, ha recreado el p¨®ster de Joseph Beuys con letras g¨®ticas nazis: ¡°Am¨¦rica me gusta y yo no le gusto a Am¨¦rica¡±. Dos centenares de reconocidos artistas han firmado el manifiesto global por un arte radical ¡°Hands Off¡±.

Ben Davis, en la misma Artnet, te cuenta lo que aprendi¨® Trump del mundo del arte en los ochenta ¡°mucho m¨¢s de lo que os pens¨¢is¡±. Se tom¨® muy en serio la c¨ªnica escritura de Warhol, cosa que la fundaci¨®n que lleva su nombre asume estos d¨ªas con azoro, recordando asimismo las veces que el entonces joven magnate visit¨® la Factory para pedirle a Andy que pintara sus torres¡­

Justicia po¨¦tica, digo. El arte se volvi¨® loco al terminar los ochenta, el mercado se arm¨® y gir¨® el mundo art¨ªstico como un guante, la desconfianza en la creaci¨®n se afianz¨® entre los p¨²blicos. Las voces que entonces se alzaron cr¨ªticas tienen ahora otra oportunidad, artistas contra mercaderes. Trump es bueno para el arte, s¨ª. Veremos si cunde la cosa por aqu¨ª.

Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF.