¡°Poner l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n no es el camino¡±
El cantante C¨¦sar Strawberry, condenado por enaltecimiento del terrorismo, participa en un congreso sobre odio organizado por el Ayuntamiento de Barcelona
C¨¦sar Strawberry, cantante de la banda Def Con Dos, intervendr¨¢ hoy como ponente en un congreso internacional contra el odio organizado por el Ayuntamiento de Barcelona. Una decisi¨®n cargada de pol¨¦mica: Strawberry no acude como cantante sino como condenado por enaltecimiento del terrorismo. El Tribunal Supremo le conden¨® en febrero a un a?o de c¨¢rcel por publicar en su cuenta de Twitter, entre noviembre de 2013 y enero de 2014, una serie de tuits que seg¨²n el tribunal alimentaban ¡°el discurso del odio y legitimaban el terrorismo¡±. Los organizadores del congreso contra el odio consideran la condena desproporcionada y creen que el cantante es v¨ªctima del odio. Strawberry opina que ¡°Espa?a es una dictadura encubierta¡±. ¡°La correcci¨®n pol¨ªtica y poner l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n no es el camino¡±, a?ade. ¡°El camino es la educaci¨®n y la tolerancia¡±.
Pregunta. ?C¨®mo encaja la condena?
Respuesta. Es kafkiano. He pasado de ciudadano ejemplar, socialmente admitido¡ a ser un ente peligroso.
¡°Soy una v¨ªctima
del mal uso de ese denominado delito del odio¡±
P. ?Le sorprende?
R. Muchas de nuestras canciones ya lo vaticinaban. Hablo de t¨ªtulos como Ultramemia, Pocopan, Los D¨ªas Pasan Mal o Mundo Chungo, es como si el Ministerio del Interior o la propia Polic¨ªa hubieran seguido mis canciones, como si fuera un guion, para iniciar esta persecuci¨®n inquisitorial.
P. ?Se considera un visionario?
R. Tengo la satisfacci¨®n de haber sido honesto con lo que contaba hace 28 a?os. Este supuesto sistema democr¨¢tico se hab¨ªa generado sobre los restos de una dictadura que jam¨¢s se ha disuelto. Escrib¨ª unos tuits, si exist¨ªa alg¨²n problema lo l¨®gico es que hubiera recibido en casa un apercibimiento para presentarme ante la autoridad judicial.
P. ?No fue as¨ª?
R. No. El 19 de mayo de 2015, a cinco d¨ªas de unas elecciones municipales que se vaticinan poco favorables al PP, cinco agentes me detienen como si fuese el hermano fuerte de Mike Tyson. Me llevaron a una celda y estuve incomunicado m¨¢s de tres horas. Acto seguido, me exhibieron p¨²blicamente como si fuese el l¨ªder de una red compuesta por 19 conspiradores que se dedican a enaltecer el terrorismo en las redes.
P. ?Enalteci¨® el terrorismo?
R. Todo fue una orquestaci¨®n pol¨ªtica para infundir el miedo en el elector. Fue una manipulaci¨®n y me utilizaron para ilustrar una falsa noticia, generar alarma y condicionar el voto del miedo.
P. ?Qu¨¦ pas¨® tras la detenci¨®n?
R. Comparec¨ª ante el juez de la Audiencia Nacional, Jos¨¦ de la Mata, quien consider¨® que no hab¨ªa cometido ning¨²n delito y archiv¨® mi causa.
P. Pero el fiscal recurri¨®.
R. El fiscal es Carlos Bautista. Si hace una b¨²squeda en Internet aparecen noticias de ¨¦l muy interesantes. En 2014 fue amonestado por tener una cuenta an¨®nima en Twitter a trav¨¦s de la cual se mofaba de sus compa?eros de la Audiencia Nacional. Pasa de ser un tuitero irreverente a convertirse en el azote de Twitter, quiz¨¢s, para redimir sus culpas. Al enaltecimiento del terrorismo a?adi¨® un delito de injurias a la Corona y pidi¨® cuatro a?os de prisi¨®n. Afortunadamente, desestimaron las injurias al Rey pero acab¨¦ en la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo y humillaci¨®n a las v¨ªctimas. Fui absuelto, no en Disneylandia sino en la Audiencia Nacional. El fiscal no se conform¨® y recurri¨® al Supremo, que se salt¨® toda la legislaci¨®n relativa a la libertad de expresi¨®n. No me permitieron comparecer para defender mi inocencia e incluso uno de los magistrados, Perfecto Andr¨¦s, emiti¨® un voto particular donde asegur¨® que mis tuits no pod¨ªan relacionarse con el terrorismo. A¨²n as¨ª, me condenaron.
P. ?Qu¨¦ har¨¢ ahora?
¡°Estrasburgo
me absolver¨¢
y Espa?a volver¨¢
a ser humillada¡±
R. Estoy pendiente de un recurso de nulidad presentado en el Supremo. Recurrir¨¦ al Constitucional y, si es necesario, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo donde volver¨¦ a mi condici¨®n de absuelto y Espa?a volver¨¢ a ser humillada.
P. ?Es usted una v¨ªctima?
R. Soy una v¨ªctima del mal uso de ese amplio ep¨ªgrafe denominado delito del odio. Tanto el delito del odio como el de enaltecimiento del terrorismo son deliberadamente ambiguos y, aqu¨ª est¨¢ el peligro, pueden ser utilizados dependiendo del sesgo ideol¨®gico de los jueces. Si no se especifica que es o no delito, en un pa¨ªs donde la penetraci¨®n ideol¨®gica ultraconservadora en la judicatura es enorme, puede haber casos en la que se atribuya delitos de odio a gente inocente.
P. Si usted vaticin¨® en sus canciones la falta de democracia ?No deber¨ªa sorprenderle?
R. Acu?¨¦ el t¨¦rmino Ultramemia en 1996. Vivimos en un pa¨ªs que va mucho m¨¢s all¨¢ de la memez. Nunca me han encajado las piezas de la transici¨®n pero jam¨¢s pens¨¦ que pudiera pasar algo como lo que me ha pasado a m¨ª.
P. ?Qu¨¦ han conseguido conden¨¢ndole?
R. Generar alarma social.
P. ?M¨¢s?
R. Sobre Europa recae la amenaza terrorista internacional. Un terrorista puede ser cualquiera con un cuchillo o un carnet de conducir. Si Europa reacciona con histeria, con improvisaci¨®n se producen estos recortes en las libertades ciudadanas.
P. ?Hay soluci¨®n?
R. La educaci¨®n. Hay que educar para ense?ar a la gente a escuchar los que no le gusta y no ofenderse a la primera de cambio. La cultura de la tolerancia requiere inversi¨®n en educaci¨®n. Hay que escuchar a unos y otros aunque no nos guste.
P. ?Usted no es el ¨²nico cantante juzgado por hechos similares?
R. Canciones como las de Pablo Hasel donde se pide que explote el coche de Patxi L¨®pez no me parecen ni ocurrentes, ni brillantes pero convertir la mala educaci¨®n o la incultura en un delito penal es peligros¨ªsimo.
P. ?Hay m¨¢s casos?
R. Es muy muy peligroso que a determinadas mediocridades generadas a nivel creativo se les d¨¦ el rango de delito penal. Al rapero balear Valtonyc le han condenado a tres a?os por injuriar a la Corona. Mientras, los casos de corrupci¨®n siguen y siguen.
¡°Esta supuesta democracia se ha generado sobre una dictadura no disuelta¡±
P. ?Vivimos en el pa¨ªs que usted vaticin¨®?
R. Espa?a es una dictadura encubierta. La correcci¨®n pol¨ªtica y poner l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n no es el camino. El camino es la educaci¨®n y la tolerancia.
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