La cuenta atr¨¢s de los refugiados
Los Ayuntamientos critican que el Estado les asigna un n¨²mero de demandantes de asilo sin ayudas para su integraci¨®n
Roman Oditsov tiene 34 a?os y desde hace tres meses es vecino del barrio del Carmel, en Barcelona. Vive junto a su esposa, Tatiana Odintsova (33 a?os), y su hijo, Kyrylo (10 a?os), en un piso gestionado por la Fundaci¨®n Benallar. Los tres son ucranianos y, por lo menos hasta el 27 de marzo, fecha en la que caduca su tarjeta, tienen la condici¨®n de refugiados. El matrimonio viv¨ªa en Donetsk donde ¨¦l instalaba aires acondicionados y ella trabajaba en una tienda.
Roman hac¨ªa, en junio de 2014, peque?os arreglos en el garaje de su casa cuando una bomba destroz¨® el chalet de sus vecinos. ¡°La onda expansiva me lanz¨® varios metros atr¨¢s. Aquel d¨ªa supe que ten¨ªamos que marcharnos. La vida de nuestro hijo corr¨ªa peligro¡±, recuerda Roman. ¡°Dispon¨ªamos de algo de dinero. Yo tengo una t¨ªa en Pamplona por lo que fijamos esa ciudad como punto de destino de nuestra escapada¡±, recuerda Tatiana. Consiguieron un visado como turistas a Polonia y entraron en Espa?a, en noviembre de 2014, a bordo de un avi¨®n. En Pamplona vivieron varios meses y solicitaron asilo al Gobierno. El Estado admiti¨® la solicitud y les dio una tarjeta roja que les acreditaba como solicitantes de protecci¨®n internacional.
En abril de 2015 consiguieron una plaza en un centro de refugiados en Alcobendas donde vivieron poco m¨¢s de siete meses. Mientras Roman realizaba cursos de mec¨¢nico, su mujer intentaba aprender espa?ol. La Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR) les concedi¨® unas ayudas para alquilar un piso en Madrid donde estuvieron hasta septiembre del a?o pasado. ¡°La ayuda tiene un l¨ªmite de 24 meses. En septiembre Tatiana consigui¨® un trabajo en tareas de limpieza en Barcelona. No lo dudamos y vinimos aqu¨ª¡±, recuerda Roman. Lo que Roman no sab¨ªa es que los solicitantes de asilo no pueden cambiar de provincia. Sin previo aviso, fueron expulsados del programa estatal y perdieron las ayudas. Recurrieron a algunas entidades y consiguieron acceso al programa municipal Nausica, para la atenci¨®n de personas refugiadas en Barcelona. Este plan ayuda a los demandantes de asilo durante 6 o 12 meses m¨¢s, cuando se ha agotado la atenci¨®n estatal.
Representantes municipales de 13 Consistorios se reunieron el martes en el Ayuntamiento de Barcelona para compartir estrategias ante la acogida de refugiados. ¡°S¨¢enz de Santamar¨ªa dice que los municipios no tenemos nada que decir sobre refugiados. No es competencia nuestra, pero somos los que afrontamos su acogida. Nos encontramos ante un programa opaco y centralista¡±, denunciaba el teniente de alcalde de Derechos de Ciudadan¨ªa de Barcelona, Jaume Asens, quien se quej¨® de que el Estado ¡°recibe financiaci¨®n de Europa, pero destina el dinero a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y a la expulsi¨®n de personas¡±.
Espa?a pact¨® en 2015 acoger a 17.387 personas procedentes de Siria y otros pa¨ªses en guerra. Pero hasta el pasado febrero solo hab¨ªan llegado 1.028 refugiados, el 5,9% de su objetivo. Los municipios saben que la competencia de atenci¨®n social a los refugiados es del Estado, pero denuncian que el programa dura un m¨¢ximo de 24 meses y cuando el plan concluye un gran n¨²mero de refugiados terminan en los servicios sociales municipales.
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