No son mascotas, son jabal¨ªes y salvajes
Torrelodones ha puesto en marcha una campa?a de concienciaci¨®n vecinal ante la proliferaci¨®n de la especie
"Precauci¨®n, jabal¨ªes. Modere la velocidad". Es el nuevo cartel con el que se topan desde hace unos d¨ªas los vecinos de Torrelodones por las calles del municipio, situado en el noroeste de la regi¨®n a 29 kil¨®metros de Madrid. El crecimiento de la especie es tal que se ven ejemplares circulando por las calles y parques y cruzando la A-6 por los dos puentes que utilizan los torresanos.
No es ¨²nico pueblo que lleva a?os conviviendo con las idas y venidas de los cerdos silvestres, que carecen de depredadores y campan a sus anchas por los n¨²cleos urbanos. "Est¨¢n extendidos por toda la regi¨®n", informan fuentes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, que no cuenta con un censo de la especie. Sus capturas en la Comunidad se han incrementado en tan solo una temporada en un 25%, de los 4.205 ejemplares de 2015 a los 5.267 del a?o pasado.
Las Rozas, Colmenar Viejo, Tres Cantos, San Sebasti¨¢n de los Reyes o Alcal¨¢ de Henares, entre otros municipios, se enfrentan al problema. Tanto los jabal¨ªes como algunos vecinos, se est¨¢n perdiendo el respeto mutuamente. Hay personas que incluso los alimentan.
"Un gran error, porque se acostumbran a las personas, dejan de tener miedo y cada vez se acercan m¨¢s", advierte Santiago Fern¨¢ndez, concejal de Medio Ambiente de Torrelodones. Sabe bien de lo que habla, entre sus vecinos se encuentra una familia de jabal¨ªes, "la madre con tres jabatos" a los que est¨¢ viendo crecer. "Y supongo que dentro de poco, conocer¨¦ a su descendencia", comenta.
Al Ayuntamiento le preocupa sobre todo el riesgo que suponen los jabal¨ªes para la seguridad vial. As¨ª las cosas, Torrelodones ha emprendido una campa?a de se?alizaci¨®n y sensibilizaci¨®n, con un dec¨¢logo en el que se informa a los torresanos de cu¨¢les son los comportamientos adecuados ante la especie. El programa prev¨¦ la elaboraci¨®n de un estudio para determinar ¡°cu¨¢ntos son, de d¨®nde vienen... porque existen pocos datos reales¡±, explica el edil. Han intentado conseguir la ayuda de la Comunidad de Madrid, pero ¡°la ¨²nica contestaci¨®n que hemos obtenido es que la responsabilidad es municipal, pese a que la Ley de Caza dice que no¡±. Fern¨¢ndez recuerda que llevan cinco a?os solicitando la intervenci¨®n del Gobierno regional, tanto del actual equipo de Cristina Cifuentes como del anterior.
Fuentes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente explican que en el ¨¢mbito urbano la competencia de control de esos animales depende de los municipios, previa autorizaci¨®n. El Gobierno regional concede permisos para realizar capturas en vivo con jaulas trampa y, ¡°excepcionalmente¡±, cazar animales que est¨¦n muy cerca de poblaciones con m¨¦todos como la caza con arco ¡°en colaboraci¨®n con la Federaci¨®n de Caza y siempre a petici¨®n de los Ayuntamientos¡±. En 2014, el Gobierno regional otorg¨® 507 autorizaciones extraordinarias ¡ªun 40% de subida con respecto a 2010¡ª en diferentes cotos de la Comunidad, destacando sobre todo el ¨¢rea periurbana norte de la ciudad de Madrid.
En San Sebasti¨¢n de los Reyes los jabal¨ªes se han convertido en un elemento m¨¢s a tener en cuenta. ¡°Sobre todo cuando llega la ¨¦poca de cr¨ªa¡±, mantienen fuentes municipales. Aparecen por la Dehesa Boyal, el Monte Pesadilla y hay una parte que se desplaza hacia Colmenar Viejo. En Las Rozas la situaci¨®n se repite. Un vecino que saca a su perro, un mestizo de tama?o medio, por el Encinar de Las Rozas relata que evita los amaneceres y atardeceres, momentos en los que se puede topar con los jabal¨ªes. ¡°Me da miedo, porque esta lleno y puede ser peligroso, sobre todo por el perro¡±, dice.
Desde el Ayuntamiento roce?o indican que los animales utilizan las zonas verdes como corredores naturales y se topan con zonas habitadas. El pueblo ha puesto en marcha un programa de gesti¨®n de los jabal¨ªes, autorizado por la Comunidad de Madrid, que solo permite las actuaciones en los lugares donde se aparecen jabal¨ªes.
Sin temor
En el entorno de Las Rozas la densidad media de entre seis y 12 ejemplares por kil¨®metro cuadrado ¡°se supera ampliamente¡± por lo que los animales aparecen por las urbanizaciones a la b¨²squeda de agua y comida. ¡°Sin ning¨²n temor¡±, apuntan fuentes municipales. De esta forma, la poblaci¨®n sigue creciendo ante la ausencia de enemigos naturales a un ritmo de una o dos camadas anuales por hembra, de las que son viables tres o cuatro individuos.
Para evitar su acceso a los sectores urbanos, el Consistorio ha cerrado con vallado cineg¨¦tico dos tercios de su per¨ªmetro en las ¨¢reas con m¨¢s presencia de jabal¨ªes y cercanas a urbanizaciones. Se dejan pasos con puertas en las que se especifica a los usuarios la necesidad de que est¨¦n cerradas.
Pero, como reconocen ellos mismos, es complicado poner puertas al campo. Entonces, ?cu¨¢l es la soluci¨®n, si es que existe?, se pregunta Torrelodones. Lo primero, dicen, es asumir que la excesiva presencia de jabal¨ªes es un problema. En segundo lugar, saber que se trata de un animal silvestre y no es posible predecir sus reacciones. Por lo tanto, hay que reducir la velocidad en las zonas afectadas, no acercarse a ellos, no permitir que los perros los acosen, no facilitarles alimento y no abandonar basura.
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