Terapia contra el ¡®chemsex¡¯
El centro comunitario Bcn Checkpoint pone en marcha un servicio integral de asesoramiento psicol¨®gico a personas que consumen drogas para tener sexo
Las consecuencias de practicar chemsex ¡ªun fen¨®meno, casi exclusivo del colectivo gay, que se caracteriza por tener sexo bajo el efecto de drogas durante un largo per¨ªodo de tiempo¡ª, empiezan a cristalizarse. Aunque a cuentagotas, pues el chemsex ¡ªdel ingl¨¦s chemical sex, sexo qu¨ªmico¡ª es una pr¨¢ctica muy minoritaria, los centros comunitarios de detecci¨®n de infecciones de transmisi¨®n sexual (ITS) han comenzado a reportar los primeros casos de consumo problem¨¢tico de sustancias t¨®xicas vinculadas al sexo. Tanto es as¨ª que el centro BCN Checkpoint, que detecta el 40% de todas las infecciones de VIH que se registran en Catalu?a entre hombres que tienen sexo con hombres, ha puesto en marcha una consulta psicol¨®gica para asistir a las personas que manifiestan problemas con el chemsex.
Apenas hay datos sobre la incidencia de esta pr¨¢ctica pero la experiencia sobre el terreno, alertan los expertos, muestra una tendencia al alza. ¡°Algunas personas empiezan a asomar la cabeza y reconocer que tienen problemas con el chemsex¡±, explica Ferran Pujol, director del centro.
El aumento de la demanda de atenci¨®n psicosocial entre los usuarios de BCN Checkpoint es precisamente lo que ha motivado que la instituci¨®n, que hasta ahora hac¨ªa pruebas r¨¢pidas para detectar VIH y otras ITS, haya desplegado un programa integral de atenci¨®n psicol¨®gica. El chemsex es la cuesti¨®n m¨¢s recurrente, pero no la ¨²nica. ¡°Tambi¨¦n nos encontramos con otros casos de gente que se siente mal porque vive en un ambiente hipersexualizado, no encuentra pareja o vive en un entorno hom¨®fobo¡±, se?ala Pujol.
Las encuestas que realiza el centro a los usuarios despu¨¦s de realizar las pruebas de detecci¨®n de ITS son el punto de partida para detectar problemas psicol¨®gicos latentes. ¡°A partir de la encuesta, las personas verbalizan problemas de ansiedad asociados a su homosexualidad, depresi¨®n, o consumo problem¨¢tico de sustancias¡±, explica el psic¨®logo de BCN Checkpoint, Antoni Gata.
A los que piden ayuda, se les presenta el nuevo programa psicosocial que, a priori, consiste en ocho sesiones con el psic¨®logo de una hora cada una. Sin embargo, dada la complejidad de una pr¨¢ctica como el chemsex, el centro comunitario realiza todas las sesiones necesarias para abordar el problema en profundidad.
¡°Los que reconocen tener pr¨¢cticas problem¨¢ticas con el chemsex, presentan problemas familiares y laborales, aislamiento de los amigos, dependencia de sustancias y problemas sexuales, como que ya no pueden tener sexo sin consumir, por ejemplo¡±, se?ala Gata. Un estudio de BCN Checkpoint, que analiz¨® la cohorte de usuarios del centro comunitario, revel¨® que el perfil de hombres gais que practican el chemsex responde a espa?oles, con estudios universitarios y de edades entre los 24 y los 34 a?os.
¡°La terapia implica un proceso de cambio, pero cada uno se ponen su objetivo, que puede ser dejarlo, reducir la periodicidad de la pr¨¢ctica o conocer qu¨¦ consumen y c¨®mo les afecta¡±, explica Gata. El centro ha atendido a 20 personas y tienen lista de espera.
BCN Chekpoint colabora adem¨¢s con el centro de atenci¨®n a drogodependencias (CAS) del barrio de Sants, donde realizan el seguimiento toxicol¨®gico y de salud mental y derivan los casos de dependencia m¨¢s graves. Con todo, Pujol y Gata coinciden en denunciar la falta de recursos de la Administraci¨®n para atender este tipo de problem¨¢ticas, pues tampoco son los CAS los lugares adecuados para atender estos casos porque ¡°no es un problema de adicci¨®n, sino del espacio sexual¡±, matiza Gata.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.